La taiwanesa Foxconn Technology, que ensambla los iPhones de Apple y fabrica componentes para compañías globales de electrónica, cerró ayer su planta de Taiyuan, en el norte de China, tras una disputa personal que derivó en una pelea en la que participaron cerca de 2.000 empleados en una residencia y que terminó con 40 heridos el domingo por la noche.
La compañía dijo que el incidente comenzó con una discusión personal entre varios empleados en la noche del domingo en una residencia gestionada de forma privada, y quedó controlada por la policía en la madrugada.
“La causa de esta disputa está siendo investigada por las autoridades locales y estamos trabajando estrechamente con ellos en este proceso, pero parece no estar relacionado con el trabajo”, señaló Foxconn en un comunicado.
“La planta está cerrada hoy (lunes) por la investigación”, dijo el portavoz de Foxconn Louis Woo. Un empleado contactado por Reuters dijo que el cierre podría durar dos o tres días. “Hay mucha policía en el lugar”, añadió.
Destrozos en edificios
Fotografías tomadas desde el exterior de la planta mostraban vidrios rotos en la puerta de entrada de un edificio y una línea de camiones de policías paramilitares estacionados dentro de los terrenos de la fábrica
Foxconn, nombre comercial de Hon Hai Precision Industry y el principal fabricante mundial por contrato de productos electrónicos, ha visto una serie de disputas violentas en su plantas en China, donde emplea a un total de un millón de trabajadores. En junio, un centenar de trabajadores se enfrentaron violentamente en una planta de Chengdu, en el suroeste de China.
La firma ha sido acusada de malas condiciones y maltrato de trabajadores en sus operaciones en China y ha incrementado en los últimos meses el gasto para mejorar el ambiente laboral y subir los salarios.