Después de una campaña ensombrecida por la crisis soberana de la eurozona, Portugal se somete el domingo a elecciones para elegir a un presidente que podría pronto tener que lidiar con las repercusiones del rescate financiero internacional.
Si, como muchos inversionistas temen, Portugal es obligado a seguir a Grecia e Irlanda en recurrir a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, quien sea electo tendrá que resolver la crisis de gobierno que se espera suceda.
Un rescate casi seguramente pondría presión en el presidente para llamar a una elección anticipada en junio o julio, aseveró el comentarista portugués Francisco Sarsfield Cabral. Eso complicaría todo lo que tenga que ver con el presupuesto.
Manuel Alegre, el candidato socialista apoyado por el primer ministro Jose Socrates, dice que hay contendores de derecha que quieren el rescate como una excusa para sacar adelante medidas económicas que les falta coraje para proponer ellos mismos.
Alegre va muy detrás en las encuestas de Aníbal Cavaco Silva, el actual presidente conservador de Portugal que busca la reelección por un segundo período de cinco años. El presidente ha dicho que una crisis se traduciría en un gobierno provisional y Portugal no podía soportar eso.