FT Español

La prohibición de ventas cortas en Europa podría empeorar todo

Las similitudes son agobiantes. Un gran shock desarrollado en el fin de semana...

Por: Por John Authers | Publicado: Martes 16 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Las similitudes son agobiantes. Un gran shock desarrollado en el fin de semana fue seguido por dramáticas intervenciones de los bancos centrales, y luego una tremenda alza en el mercado de acciones, provocada por una prohibición en las ventas cortas, la práctica de vender títulos prestados para después comprarlas a un precio más bajo.

Eso describe la semana que se fue, y también describe la semana después del colapso de Lehman Brothers, el trauma financiero de nuestros tiempos. Para el colapso de Lehman, léase la rebaja de Standard & Poor’s de la deuda soberana de EEUU. Para la decisión del Banco Central Europeo de comprar bonos españoles e italianos para bajar sus rendimientos y la promesa de la Fed de mantener las tasas virtualmente en cero por dos años más, véase las medidas desesperadas de los bancos centrales después de lo ocurrido con Lehman. Y para la prohibición de las ventas cortas de cuatro países europeos, véase la prohibición anunciada después de Lehman.

Es necesario evitar la falacia narrativa. No hay razones para que esta semana, que se parece a esa otra, tenga que ser seguida semanas más tarde por un colapso del mercado global. 
Pero aún es urgente que aprendamos las lecciones de la implosión de Lehman. Y una de las lecciones más claras es que probablemente la prohibición de las ventas cortas no ayudará, y bien podrían ser contraproductivas. Muchas prohibiciones de ventas cortas, con sutiles diferencias de reglas, fueron aprobadas por distintas jurisdicciones en el otoño boreal de 2008. Muchas de ellas, como la actual, cubrían sólo algunas acciones. Esto fue genial para los académicos ya que les permitió aislar los efectos de la prohibición. Y encontraron que al frustrar a los vendedores en corto, las prohibiciones sacaban liquidez de los mercados. Los mercados y las acciones que eran naturalmente ilíquidos, tendieron a tener mayores problemas.

Alessandro Beber, de Cass Business en Londres, sugiere que “esto fue especialmente pronunciado para las acciones con una capitalización de mercado pequeña, alta volatilidad y sin opciones de listado”. Las prohibiciones significan también que las acciones tomaron más tiempo en reaccionar a una nueva información.



La opción de las coberturas


Una manera más inteligente de ver la práctica es como una forma de cobertura frente a resultados negativos. Las coberturas, como los seguros, son simple precaución. 
El problema es que las coberturas no se desarrollan en un vacío y pueden tener ellas mismas un impacto negativo.

Dadas las preocupaciones sobre el dólar y el euro, parece lógico involucrarse con el franco suizo, el que ofrece un refugio mucho más seguro. Pero esto tiene consecuencias negativas. Al juzgar por los cálculos hechos por el Fondo Monetario Internacional, se necesita un cambio de 1,68 francos suizos por dólar para mantener la paridad de compra entre las dos divisas. De hecho, el cambio está a 0,72 francos suizos. Esta increíble sobreapreciación daña a la economía suiza, arriesga a que el banco central intervenga para detener la apreciación y también crea un gran daño en mucho de los países de Europa del este donde era popular, en época pre-crisis, sacar hipotecas denominadas en francos. Algunos costos de financiamiento húngaros se han elevado 80% desde 2008.

Mucho de lo mismo se aplica a los precios de los commodities. Parece lógico comprar petróleo o metales industriales como una cobertura frente a la inflación en occidente. Estos materiales seguirán manteniendo su valor. Pero en la practica hace elevar sus precios, golpeando a la actividad económica y avivando las presiones inflacionarias.

Sin ser alarmista, es apropiado para todos protegerse ante lo peor después de una semana extrema como la que vivimos. Lamentablemente, casi cualquier acción arriesga empeorar el problema. Comprar bonos u oro hará que los activos sobrevalorados sean más caros. Las ventas cortas no son una opción.

En esta situación, aquéllos con un horizonte de largo plazo probablemente deberían tratar de comprar grandes títulos con flujos de efectivo regulares, son baratos y es probable que sobrevivan de mejor manera que los otros. A pesar de las apariencias, ésta es una opción tan segura como cualquiera actualmente, y al menos no despertará la ira de los reguladores.

Lo más leído