La UE y el FMI se mostraron hoy satisfechos de los esfuerzos
emprendidos hasta ahora por el Gobierno griego para superar la crisis, y han
confirmado que Atenas recibirá el segundo tramo de la ayuda externa, aunque
alertaron al mismo tiempo de que aún quedan riesgos que requieren continuar con
las reformas.
Esos son, en síntesis, los resultados presentados hoy en
Atenas del informe del equipo de inspectores de la Comisión Europea (CE), el
Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre los
avances de Grecia en su plan de ajuste fiscal para salir de la recesión.
Los delegados de las tres instituciones evaluaron sobre el
terreno, en una misión entre el 26 de julio y el 5 de agosto, los efectos en la
economía helena de los primeros pasos en la aplicación del plan de austeridad
de Atenas, y calificaron dichos esfuerzos como "un inicio
convincente".
"Nuestro jefes quedarán satisfechos", dijo el
experto de la CE Servaas Deroose en rueda de prensa, en la que, junto a Paul
Thomsen (del FMI) y Klaus Masuch (del BCE), presentaron sus conclusiones un día
después del previsto, tras prolongarse ayer más de lo pensado la reunión final
con miembros del Gobierno griego.
Los inspectores alabaron la firmeza con la que el Ejecutivo
ha puesto en práctica la primera fase de las reformas exigidas para recibir el
paquete de ayuda trianual, por un total de 110.000 millones de euros (US$ 145.023
millones), de sus socios de la zona euro y del FMI, otorgado para evitar la
bancarrota del país.