Por Alice Yan
Los habitantes de China continental que se lamentan por la falta de buenos samaritanos han encontrado una campeona en Zhang Lili. La profesora, de 29 años, ha recibido elogios de todos y ha inspirado un examen retrospectivo a nivel nacional en las cuatro semanas desde que perdió sus piernas al empujar a dos niños que iban a ser atropellados por un bus en Jiamusi, provincia de Heilongjiang.
Zhang ha sido elevada como un símbolo de lo que falta en una sociedad que muchos temen que se haya convertido en muy egocéntrica e impulsada por la riqueza, desde que comenzó el auge económico a principios de los ’80.
Los usuarios de Internet la han apodado la “profesora más hermosa”, en alusión a un término que ha acuñado la máquina de propaganda estatal ansiosa por encontrar modelos para combatir lo que los líderes describen como un declive moral. En el caso de Zhang, además, se han divulgado fotos en que se muestra a una joven linda y sonriente en su vestido de novia.
Zhang sufrió heridas en su espalda, piernas, pelvis y costillas en la tarde del 8 de mayo, cuando el conductor del bus, que se había detenido fuera del colegio para recoger alumnos, se descuidó, haciendo que el bus avanzara. El bus chocó con otro antes de dirigirse a toda velocidad hacia un auto pequeño, mientras dos niños cruzaban la calle.
Zhang empujó a los dos niños fuera del camino antes de ser atropellada. “Estaba tirada bajo el bus cuando la encontré, con muchas fracturas”, dijo otro profesor. La maestra estuvo en coma por una semana, le amputaron ambas piernas y se mantiene en condición crítica.
Su historia cautivó a Internet, haciendo que personas donaran casi 10 millones de yuanes (US$ 1.570.000) para ayudar con su tratamiento. Algunos usuarios contrastaron su acción con aquella de las 18 personas que pasaron por el lado y no ayudaron a Xiao Yueyue, una niña de dos años que fue atropellada dos veces por una van en Foshan en octubre.
El incidente, que quedó registrado en un video de vigilancia, captó la atención internacional y reinició el debate sobre si China está perdiendo su compasión y si la falta de una ley de “buen samaritano” estaba alentando a las personas a no ayudar a otros ciudadanos. “Tenemos una cascada de noticias negativas sobre el lado frío y oscuro de la sociedad”, afirmó Xia Xueluan, sociólogo de la Universidad de Peking. “Zhang Lili ofreció un atisbo de luz de bondad en la gente”.
Xia aseguró que el caso de Zhang mostró que la sociedad china aún aprecia las figuras “verdaderas, buenas y hermosas”.
El simbolismo del sacrificio de Zhang tampoco fue ignorado por los líderes del gobierno central en los medios estatales, que publicaron varias historias encumbrándola y detallando la detención del chofer del bus que se considera culpable. El ministro de Salud, Chen Zhu, dijo que el gobierno no escatimaría esfuerzos en asegurar que Zhang obtenga el mejor tratamiento médico posible y el Consejero de Estado, Liu Yangdong, la visitó en el hospital.
Sin embargo, algunos usuarios de Internet se quejan de que Zhang debió haber sido cuidada mejor antes de su accidente. CCTV, por ejemplo, dijo que Zhang era sólo una profesora contratista, no era permanente, como la mayoría de sus compañeras. Como tal, no estaba incluida en el sistema de seguro médico y ganaba sólo 1.000 yuanes al mes.