Hoy es el gran día en Estados Unidos. La carrera ha sido ajustada hasta el último minuto, y las encuestas siguen apuntando a un empate. Sin embargo, los inversionistas ya tomaron su decisión: mientras las acciones le dan su respaldo al republicano Mitt Romney, los bonos se quedan con el actual presidente demócrata Barack Obama.
Una encuesta de Barclays Research a más de 300 administradores de portafolios, que en conjunto suman más de US$ 10 billones (millones de millones) en activos, reveló que la reelección de Obama sería mejor para el mercado de renta fija, mientras que un triunfo de Romney provocaría una racha alcista en los títulos de las compañías. “Los inversionistas parecen creer en una perspectiva de crecimiento más prometedora bajo un triunfo de Romney, a pesar de sus preocupaciones respecto de una postura de política monetaria probablemente más ajustada. Ellos favorecen las acciones y los portafolios de bonos de corto plazo como la mejor forma de expresar una victoria de Romney. Bajo un triunfo de Obama, los inversionistas prefieren los bonos y están divididos respecto a la dirección de las acciones”, dice el informe de Barclays.
De acuerdo al documento, esta situación se explicaría por las grandes divergencias respecto de la política monetaria que implementarían ambos candidatos. Con sus tres paquetes de emisión de dinero conocidos como relajamiento cuantitativo, Obama ha sido el presidente más permisivo respecto de la política monetaria súper expansiva de la Reserva Federal en los últimos años. Los expertos aseguran que esta situación beneficia a los bonos del Tesoro.
Romney, por su parte, ha afirmado que una vez que llegue a la Casa Blanca terminará con las actuales políticas de la Fed y su discurso ha sido pro mercado y a favor de la desregulación financiera, lo que es percibido como favorable para los mercados de renta variable. “La mayoría de los clientes espera que las acciones tengan un incremento significativo o moderado bajo una administración Romney, y que no reflejen movimientos importantes o incluso se den ventas acotadas en caso de que gane Obama”, sostiene el estudio.
Buenas señales
Sin embargo, sin importar quién gane hoy, la economía estadounidense tendría un mejor desempeño en los próximos cuatro años que en el período 2008-2012. Así lo demuestran diversos indicadores.
El índice del sentimiento del consumidor elaborado por Thomson Reuters y la Universidad de Michigan trepó desde 78,3 puntos en septiembre a 82,6 puntos en octubre, alcanzando su nivel más alto desde septiembre de 2007.
Además, las ventas del retail subieron 1,1% en septiembre, de acuerdo a datos del Departamento de Comercio. Esto se suma al aumento de 1,2% en agosto. Según Bloomberg, estas son las mejores cifras consecutivas desde fines de 2010.
Si bien el desempleo subió a 7,9% en octubre, una décima más que el mes anterior, se crearon más empleos (171 mil) que los que habían previsto los analistas (125 mil). Este aumento en las contrataciones confirmó la lenta, pero sostenida recuperación del mercado laboral en Estados Unidos.
El sector inmobiliario, responsable directo de la crisis de 2008, también ha mostrado buenos datos económicos. Los precios de las viviendas han repuntado luego de caer más de 30% desde su peak de 2006. De hecho, el último informe de S&P/Case-Shiller mostró que en el año que terminó en agosto, el valor de las propiedades en 20 ciudades estadounidenses subió 2%, la mayor ganancia anual desde 2010.
Impacto en el PIB
Todas estas buenas noticias incidirán en el crecimiento. Mark Zandi, economista jefe de Moody’s estima una expansión de 2% para este año y el próximo. En 2014 y 2015, en tanto, el crecimiento llegaría a casi 4%.
Zandi y el profesor de la Universidad de Yale, Ray Fair, concuerdan en que la mantención en el tiempo de estas señales depende de las medidas que implementará el próximo mandatario para reducir el déficit presupuestario, que actualmente llega a US$ 1,1 billón. En este sentido, uno de los factores que influirá en el futuro es el llamado precipicio fiscal, situación que debe resolverse antes de enero.


