Internacional
“Lo más urgente en Brasil es una reforma al sistema regulatorio”
Según el analista, es necesario cambiar las reglas económicas para atraer a la inversión privada y así volver a un crecimiento relativamente fuerte.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 10 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
Por Constanza Morales H.
Una amplia mayoría de analistas concuerda en que una de las grandes decepciones de 2012 fue el desempeño de la economía brasileña. Si a principios de año los pronósticos indicaban que la principal economía de la región crecería en torno a un 3,4%, hoy los expertos no esperan que el país se expanda más de un 1,5%.
Pero el crecimiento no es la única mala noticia para el gobierno de Dilma Rousseff. Las presiones inflacionarias también ponen en alerta a los expertos. Roberto Padovani, economista jefe de la corredora Votorantim —que pertenece al grupo del mismo nombre, uno de los mayores conglomerados industriales de América Latina—, estima que el próximo año la inflación se mantendrá casi en el mismo nivel actual, cerca de 5,5%. Sin embargo, en 2014 la tasa podría dispararse a 6,5%.
El analista comentó a DF que existen dos temas que están frenando la expansión de la sexta economía del mundo: el bajo nivel de crédito, que afecta el consumo, y las reglas económicas poco claras, que impiden que el sector privado invierta en sectores clave, como el energético, y en infraestructura, como puertos y terminales aéreas.
- ¿Cómo va a terminar este año para la economía brasileña?
- Muy mal, porque a comienzos de año teníamos una expectativa de crecimiento muy próxima a la de otros países de América Latina, como México, Colombia y Chile, que están creciendo cerca de 3% y al final, si todo sale bien, vamos a tener un crecimiento en torno a 1%. Este año tuvimos una desaceleración muy fuerte y las condiciones no están dadas para salir de este bajo crecimiento. Acaba el año con muchas preocupaciones acerca de cómo hacer crecer a la economía brasileña en 2013.
Por primera vez tenemos un problema local. Si somos diferentes de otros países latinoamericanos es por un factor local, no global. Hay situaciones domésticas que nos hacen diferentes, pero para peor, y esos problemas hay que resolverlos.
- ¿Cómo proyecta que será el próximo año?
- La mayor restricción en Brasil hoy es la extensión del crédito. Por culpa del crédito el consumo no es muy fuerte. En 2013 las condiciones de crédito pueden empezar un proceso de mejoría y eso se traduce en un consumo más fuerte y, por tanto, podemos tener una inversión más alta también. Por esto mismo, podemos tener un crecimiento más fuerte el próximo año.
- ¿Cree que el país va a poder crecer 4%, que es la meta del gobierno?
- No, no creo. Creo que un crecimiento de 3,5% es lo más probable. El gobierno está bajo una presión, que es entregar algún tipo de crecimiento, porque en 2011 y 2012 el crecimiento fue mucho más bajo que lo esperado, entonces la economía tiene que expandirse el próximo año. Si el país registra un crecimiento de 3,5%, va a ser algo bueno.
- ¿Cómo cree que va a estar la inflación?
- La inflación también es un tema importante. Este año debería estar en torno a 5,6%, lo que muestra que hay una presión inflacionaria en Brasil. Cuando se mira el próximo año, no va a ser muy diferente. Con un mayor crecimiento, las presiones inflacionarias tienden a crecer. El gobierno sigue con la estrategia de controlar la inflación reduciendo los impuestos. No es una estrategia que se pueda sostener a lo largo del tiempo, por lo que estoy más preocupado de la inflación en 2014 que de la de 2013.
El próximo año va a continuar cerca de 5,5%. La mayor preocupación es 2014, con una inflación que puede llegar a 6% o 6,5%.
- ¿Qué opina de las medidas de estímulo que ha tomado últimamente el gobierno de Dilma Rousseff?
- El gobierno tiene que dar respuestas en el corto plazo, pero esas respuestas son mucho más políticas técnicas.
- ¿Qué nuevas medidas podría tomar el gobierno o el banco central para reactivar la economía?
- La cosa más importante por hacer ahora es elevar la competitividad de la economía brasileña. Esto no va a significar un avance de la economía muy rápido, pero hay que resolver la baja capacidad de competencia, provocada por los altos costos de producción. Para mejorar es necesario atacar los problemas estructurales, como la calidad del trabajo, lo complejo del sistema crediticio y fundamentalmente la falta de inversiones privadas en infraestructura.
Por lo pronto, lo más urgente es hacer una reforma al sistema regulatorio. Hay que cambiar las reglas económicas para atraer a la inversión privada. El gobierno tiene una agenda enfocada en este esfuerzo, pero el ritmo es muy lento y esto tiende a reducir la capacidad de crecimiento a largo plazo.
- ¿El gobierno está dispuesto a realizar estas reformas a largo plazo?
- El gobierno tiene un buen entendimiento de la situación. Hay una cosa buena y una cosa mala. Lo bueno es que las autoridades saben que tienen que tratar los problemas estructurales. Por primera vez en 20 años, en Brasil se está dando un debate sobre el largo plazo. Lo malo es que para aumentar la productividad y la competencia, los privados tienen que participar y para eso se necesitan reglas claras.
Este es el problema que enfrentamos hoy, porque el gobierno está anunciando todos los días nuevas normas para los distintos sectores, y existen muchas dudas sobre si es que estas reglas van a ser realmente efectivas para atraer a los inversionistas.