La Reserva Federal de Estados
Unidos (Fed) iniciará el martes una reunión de dos días, un encuentro
en el que una vez más la atención de los mercados está en el
lenguaje que use en su comunicado, porque nadie apuesta por cambios
en la tasa de interés.
La ausencia de inflación da margen al banco
central para
continuar con su política monetaria que, desde diciembre de 2008,
mantiene por debajo de 0,25% la tasa de interés de
referencia, a fin de espolear el crecimiento económico.
En su
"libro beige" más reciente, la Reserva Federal indicó que
la economía de Estados Unidos, estimulada en gran medida por el
gasto de los consumidores y las empresas, se fortaleció en todo el
país en abril y mayo.
Aún así, el presidente de la Fed, Ben
Bernanke, dijo
recientemente en el Congreso que la reactivación económica, si bien
está sustentada por la demanda privada, no es tan fuerte como él
desearía y que los riesgos procedentes de la crisis de la deuda en
Europa podrían requerir más intervención del banco central.
Por
ello, la atención de los mercados esta semana, al igual que
en las últimas dos reuniones de la Reserva,
sigue enfocada en la
evaluación que haga de la economía.
Prestarán especial atención a
pistas que apunten al grado y el
ritmo de retirada de los estímulos que el banco central aplicó, en
medida sin precedentes, ante la crisis financiera de 2008.
El
Departamento de Trabajo informó la semana pasada de que el
costo de vida bajó, por segundo mes consecutivo en Estados Unidos,
con una caída del Indice de Precios al Consumo (IPC) del 0,2%, lo cual señala que la mayor economía del mundo sigue
recuperándose sin amenaza de inflación.