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Adair Turner: “Europa está en peligro de sufrir 15 años sin crecimiento económico”

El experto, que colabora con el inversionista George Soros en el centro de estudios Institute for New Economic Thinking, considera que el temor a un frenazo económico en Europa está justificado.

Por: Expansión, España | Publicado: Lunes 20 de octubre de 2014 a las 05:00 hrs.
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La corrección de los mercados durante la semana pasada ha hecho que los economistas de la City de Londres vuelvan su mirada a la situación en la eurozona. Lord Adair Turner, que colabora con el inversionista George Soros en el centro de estudios Institute for New Economic Thinking, considera que el temor a un frenazo económico en Europa está justificado.

En una entrevista con Expansión, advierte también de las consecuencias políticas de un largo periodo de estancamiento en el continente. Turner fue presidente de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA, sigla en inglés), el principal regulador financiero de Inglaterra entre 2008 y 2013 y vicepresidente de Merrill Lynch Europe de 2000 a 2006.

- ¿Qué hay tras los últimos derrumbes de las bolsas?
- Los mercados han despertado al hecho de que la economía mundial está lejos de alcanzar una recuperación robusta tras la recesión. Hay tanta deuda en el mundo, pública y privada, que estamos en un entorno económico profundamente difícil.

Lo que cristalizó en septiembre fue una simultánea ralentización en varias economías: China podría estar al borde de una burbuja inmobiliaria, Japón ha entrado en un periodo de menor confianza sobre el impacto de la política del primer ministro Shinzo Abe en el crecimiento del país, Alemania está exportando menos, y países como Italia se ven frenados por un gran nivel de deuda.

- Pero parece que buena parte del temor de los inversionistas de la City de Londres se centra en la eurozona.
- La gente ve que la eurozona está en un peligro real de entrar en un entorno como el de Japón en los años '90, de bajo crecimiento y baja inflación. Pero lo de Europa es más preocupante desde el punto de vista político porque es un entorno multinacional, con minorías étnicas y grandes movimientos migratorios. Japón es un país muy homogéneo étnica y culturalmente. Estoy más preocupado por Europa, que está en peligro de sufrir 15 años de crecimiento bajo, que de Japón.

- ¿Pueden hacer algo los reguladores para evitar ese escenario?
- La consecuencia del frenazo económico es que las tasas de interés van a tener que seguir muy bajas por más tiempo de lo esperado por los inversionistas.

Dudo que Reino Unido pueda subirlas antes del otoño (boreal) de 2015, la Fed tardará varios meses y los tipos del Banco Central Europeo (BCE) van a seguir cerca de cero durante los próximos cinco años. Hemos creado tanta deuda en el mundo que sólo podemos seguir adelante con tipos de interés muy bajos, pero esto incentiva a su vez a la gente a tomar riesgos que generan nuevos problemas. Estamos muy lejos de salir de esta crisis.

- ¿Servirán los test de estrés a la banca europea, cuyos resultados se anunciarán el 26 de octubre, para reactivar el crédito y animar la economía?
- El test de estrés es útil, pero no servirá para potenciar la demanda de crédito. Aunque se resuelva la salud del sistema financiero, no se soluciona el problema de exceso de deuda en la economía.

La teoría de la eurozona durante los dos últimos años ha sido que si se arregla el sector bancario, el costo de financiación bajará y la gente empezará a pedir prestado. Pero los costos ya han bajado mucho, y el crédito no está creciendo, ni siquiera con las inyecciones de préstamos baratos del BCE. Hay un problema de demanda, no de suministro. La gente tiene demasiada deuda cómo para pedir más.

- ¿Qué herramienta le queda al BCE?
- Ha estado intentando compensar la agresiva austeridad fiscal de la eurozona, que ha sido tan estricta que ha empeorado la recesión. Una solución sería que el BCE comprara bonos de los gobiernos, pero no va a suceder porque en su constitución dice que no puede financiar déficit. Lo que podría ocurrir, si las cosas siguen mal, es que el BCE acabe financiando a los gobiernos buscando una vía alternativa.

Si la economía alemana sigue yendo mal y la deflación va a peor, podríamos ver un acuerdo para aumentar la inversión en infraestructuras financiada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y simultáneamente, un acuerdo por el que el BCE compra los bonos que emita el BEI. Sería una forma de estímulo monetario que podría ser aceptado por los alemanes. En un mundo ideal, deberíamos tener ahora grandes déficits públicos financiados por los bancos centrales. El BCE tendrá que hacerlo pero por la puerta de atrás.

- ¿Puede hacer algo España en ese entorno para seguir creciendo?
- España, junto con Irlanda, lo está haciendo mejor que otros países europeos como Italia. España entró en esta crisis con mucha menos deuda pública que Italia, lo que le dio cierto colchón para absorber la crisis. Además, España ha hecho buenas reformas como la laboral que mejoran su balance exterior, pero no puede evitar los problemas de la eurozona.

Al final, todos los países quieren salir de la crisis exportando más, pero alguien debe importar. Parece que volvemos al viejo modelo de que sea Estados Unidos quien tire de la demanda, pero no es un modelo muy estable.

- ¿Cuál será el siguiente reto cuando acabe esta crisis?
- De cara al futuro, hay que evitar nuevas burbujas inmobiliarias, que han causado cuatro o cinco grandes crisis en las últimas décadas. Para ello, hay que exigir mayor nivel de capital a los bancos por cada préstamo al sector inmobiliario.

Una de las cosas más sorprendentes es que los bancos todavía creen que el crédito inmobiliario tiene muy poco riesgo. Y la regulación considera que el riesgo de una hipoteca es la décima parte que un crédito a las PYME. Desde el punto de vista de un banco individual, puede ser lógico extender créditos al sector inmobiliario, pero si todos los bancos lo hacen a la vez, volvemos al problema del exceso de deuda.

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