Por Isabel Ramos Jeldres
Crisis en Europa, floja recuperación en Estados Unidos y los mayores países emergentes también muestran señales de desgaste. India registró en el primer trimestre su crecimiento más débil en nueve años, sumándose a la desaceleración que ya se evidenciaba en Brasil, Rusia y China, los otros países BRIC.
El Producto Interno Bruto subió 5,3% en el primer trimestre frente al mismo período de 2011, informó la Oficina Central de Estadísticas ayer, mientras en las calles miles de personas protestaban por el alza de los precios de los combustibles.
La desaceleración se debe sólo en parte al impacto de la crisis europea, pero se explica principalmente porque los escándalos de corrupción y falta de coordinación de la coalición gobernante han hecho caer la inversión y se han interpuesto en la agenda de apertura económica del primer ministro Manmohan Singh.
Según datos de Morgan Stanley, la inversión bajó a 34,4% del PIB el año fiscal pasado, desde 38,1% en 2007-2008. A eso se suma un déficit comercial récord, que se amplió a US$ 184.900 millones en 2011-2012, lo que hace que los expertos se cuestionen si el país puede atraer suficiente capital para financiar el exceso de importaciones.
Pero quizás el problema más grave es la elevada inflación, en un país donde dos tercios de sus 1.200 millones de habitantes viven con menos de US$ 2 al día.
La inflación subió a 7,23% en abril, el ritmo más acelerado entre las mayores naciones emergentes. Y el debilitamiento de la rupia, que se ha depreciado 20% en el último año y ayer tocó un nuevo mínimo, amenaza con elevar aún más la inflación, al encarecer los precios de las importaciones.
En este escenario, el banco central tiene poco espacio para inyectar estímulo bajando los costos de los préstamos, para fomentar el gasto de los hogares. De hecho, recién en abril el banco redujo la tasa de interés de referencia por primera vez desde 2009, de 8,5 a 8%.
Foco en el desarrollo
“No podemos descartar la posibilidad de que India enfrente una desaceleración más profunda en ausencia de reformas económicas más rápidas, cuando el banco central tiene espacio limitado para reducir las tasas”, dijo a Bloomberg el director de investigación regional de Standard Chartered, Samiran Chakraborty. “India necesita enviar un mensaje claro a los inversionistas de que el sesgo de la política estará hacia el impulso del crecimiento”, acotó.
India se suma al resto de los BRIC en mostrar cifras de crecimiento decepcionantes. En la crisis financiera de 2008, fueron los países emergentes los que tiraron del carro de la recuperación, por lo que los expertos se preocupan por el impacto que tendrá esto para el resto del mundo emergente.