“Cristina lo hizo”, dicen en el mercado financiero, al referirse al desplome de las acciones de YPF. Empezaron el año con un valor de
$ 168 (unos US$ 35) pero el lunes cerraron a $ 74 (unos
US$ 15,5), lo que implica una caída del 56%. Como consecuencia, el valor bursátil del papel se desplomó de
$ 66.000 millones (unos
US$ 13.800 millones) en enero a $ 29.200 millones (unos
US$ 6.100 millones).
Como en el transcurso de 2012 se desarrollaron 204 jornadas bursátiles, equivalió a una caída de $ 180 millones por día (unos US$ 37 millones). Si se considera que cada rueda tiene seis horas, el rojo llegó a $ 30 millones por hora
(unos US$ 6 millones), lo que se traduce en $ 500.000 por minuto (unos US$ 100 mil).
Andrés Méndez, director de AMF Economía, sostiene que las restricciones cambiarias impactaron en forma negativa, como así también la estatización y la ruptura de ciertas reglas de juego, más allá de que era evidente que la YPF privada estaba preparando su retirada.
A su juicio, la persistencia de un alto riesgo soberano impone un signo de interrogación sobre la forma en que se financiará la expansión de la empresa.
Fernando Baer, director de la consultora Bconomics, es tajante: “La estatización es el motivo de la caída. El único. Más el contexto local de rebelión con el resto del mundo (...) Todo eso le pega, porque Argentina va a tener que pagar por la expropiación. En jurisdicción extranjera se va a dirimir eso. Por eso, no le veo futuro en el corto plazo. Aunque, a estos precios, no vendería el papel. Lo conservaría para el mediano plazo”.
Gustavo Ber, titular del estudio que lleva su nombre, apunta que la acción de YPF está entre las más castigadas en lo que va del año. “Al igual que sucede con muchos activos domésticos, presenta valuaciones muy competitivas frente a sus comparables regionales”, advierte.
En el caso de esta compañía, la atención de los inversionistas parecería estar concentrada en la implementación del plan estratégico de inversiones durante los próximos años, a través del cual buscará potenciar su perfil productivo.
Dicha mejora en los fundamentals, acompañada de una mayor reinversión de utilidades y un renovado acceso al financiamiento a través del mercado financiero que fortalezca su estructura de capital, podría actuar como driver para normalizar a futuro las valuaciones.
Alejandro Bianchi, portfolio manager de InvertirOnline, confiesa estar comprado. “Es un papel para tener. A su vez, se financia a bajas tasas con el dinero de la Anses. Por ende, siendo realistas me parece que está más para estar long YPF”, precisa.
Andrés Méndez, en cambio, tiene sus dudas: “Lamentablemente, las decisiones de política interna no juegan a favor de una buena perspectiva para la empresa. Sería deseable que estos factores comiencen a revertirse, pero hasta ahora no se ve nada claro el panorama”.
Julieta Halloy, analista de Carta Financiera, dice que la caída en los títulos, sumados a los controles cambiarios, han dificultado encontrar un inversionista dispuesto a aportar capital para explotar los yacimientos de Vaca Muerta como pretendía Repsol.