Suiza cuenta con 137 residentes con fortunas superiores a los US$ 1.000 millones, una categoría de magnates que ha sabido capear la crisis económica internacional, conservando e incluso aumentando su patrimonio.
La fortuna conjunta de esos multimillonarios totaliza unos US$ 483.000 millones, US$ 44.000 millones más (9%) de lo estimado hace solamente un año, según la edición de hoy de la revista de negocios suiza "Bilan".
De las 17 familias que poseen más de US$ 6.000 millones, 13 han visto sus fortunas progresar de manera significativa.
El caso más espectacular es el Karim Aga Khan, jefe espiritual de los ismaelíes chiitas, cuya fortuna aumentó cuatro veces en un año para ubicarse entre los US$ 12.000 y US$ 13.000 millones.
Un aumento de un 180% de su patrimonio coloca a la familia Louis-Dreyfur -a la cabeza de una firma dominante en el mercado mundial de las materias primas agrícolas- en el segundo lugar de fortunas que más han crecido en el último año en Suiza y que ahora se valora entre los US$ 3.000 y US$ 4.000 millones.
Sin embargo, las cifras explotan cuando se habla de la primera fortuna de Suiza, perteneciente al propietario del fabricante de muebles Ikea (con intereses también en el sector inmobiliario y bancario), el sueco Ingvar Kamprad, que posee entre US$ 38.000 US$ 39.000 millones.
El suizo-brasileño Jorge Lemann, quien tiene un 15% de participación en Anheuser-Busch InvBEV -el mayor fabricante de cervezas de mundo y reciente comprador de la cadena de hamburguesas "Burger King"- figura como la segunda fortuna de Suiza, gracias a sus US$ 17.000 a US$ 18.000 millones.
En tercer lugar se encuentra la familia Hoffmann y Oeri, que tiene el 9,3% del capital y el 50,1% de derechos de voto en la farmacéutica Roche, y posee entre US$ 16.000 y US$ 17.000 millones.