La deuda española entra en niveles críticos, e insólitos desde la introducción del euro. Y el riesgo país rompe sus récords. Si el pasado viernes se disparó al cierre hasta los 494 puntos básicos, hoy supera con creces el nivel de los 500 puntos base.
En su escalada el riesgo país llegó a tocar los 513 puntos básicos. La fuga de los inversionistas se ha acelerado en medio de toda la incertidumbre generada por el rescate millonario de Bankia.
El Gobierno inyectará otros 19.000 millones de euros (unos US$ 24.300 millones),después de que la entidad comunicara unas pérdidas en 2011 de casi 3.000 millones de euros (US$ 3.840 millones).
La crisis de Bankia aumenta las dudas sobre el conjunto del sector financiero español. La aversión al riesgo se dispara, y entre sus consecuencias destaca la oleada de ventas que sufre la deuda pública española.
A finales de la semana pasadas el interés exigido al bono español a diez años llegó a quedarse a las puertas de bajar del 6%. Hoy este porcentaje se dispara hasta tocar el 6,5%, sus cotas más altas desde el pasado mes de octubre, antes de las grandes inyecciones de liquidez otorgadas por el BCE entre diciembre y febrero.
Los analistas, además, barajan el 6,5% como uno de los niveles de referencia para una posible reactivación del programa de compra de deuda por parte del BCE.
En su deterioro, amplía el diferencial negativo que presenta, desde principios de marzo, respecto a Italia. El interés exigido al bono italiano a diez años resiste por debajo del 5,9%, de forma que la prima de riesgo se mantiene sobre los 450 puntos.
El freno en las alertas sobre Grecia, debido al mayor respaldo electoral a los partidos proclives al plan de rescate, permite una relativa tregua al resto de la deuda pública europea. El interés exigido al bono a diez años de Bélgica roza el 3,2%. En Francia este porcentaje se reduce al 2,5%, cerca de sus mínimos anuales.