El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insistido en la destitución de la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, lo que, de lograrlo, le permitiría consolidar una mayoría en el directorio de siete miembros del banco central y, con ello, aumentar su influencia sobre la institución.
Trump ha expresado reiteradamente su deseo de que la Fed reduzca drásticamente las tasas de interés, y este año la entidad, liderada por Jerome Powell, ha recibido críticas constantes desde la Casa Blanca, tanto por sus decisiones de política monetaria como por sobrecostos en un importante proyecto de renovación de su edificio.
Este miércoles, Trump pidió la renuncia de Cook, tras acusaciones del director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda, Bill Pulte, quien alegó que ella cometió fraude hipotecario al mentir en solicitudes de crédito para obtener mejores condiciones. Cook, cuyo mandato se extiende hasta 2038, respondió que no cederá ante presiones.
“Este es un nuevo intento del Gobierno para controlar la Fed. Están utilizando todos los mecanismos posibles para lograr ese control”, dijo Claudia Sahm, exfuncionaria de la Fed.
“Este es un nuevo intento del Gobierno para controlar la Fed”, dijo Claudia Sahm, economista jefe de New Century Advisors y exempleada del banco central. “Están utilizando todos los mecanismos posibles para lograr ese control”.
El ataque contra Cook refleja hasta qué punto está dispuesta a llegar la administración Trump para influir en una institución que históricamente ha estado protegida de presiones políticas, especialmente en sus decisiones sobre tasas de interés. La Casa Blanca ya ha aplicado estrategias similares con otros adversarios políticos, como el senador por California Adam Schiff y la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
El episodio genera incertidumbre sobre la reunión anual de la Fed en Jackson Hole, Wyoming. Powell ofrecerá este viernes su último discurso ante autoridades monetarias globales, y se anticipa que no entregará las señales de recortes inminentes que Trump espera.
Cálculo de votos en la Fed
Hasta ahora, las autoridades de la Fed han desestimado los llamados del Presidente a bajar las tasas, argumentando que sus aranceles generan riesgos inflacionarios que justifican mantener la tasa de referencia.
Si Cook dejara su puesto, Trump tendría la posibilidad de designar a cuatro de los siete miembros del directorio de la Fed. Ya nombró a dos de los actuales gobernadores durante su primer mandato y ha postulado a Stephen Miran, actual presidente del Consejo de Asesores Económicos, para ocupar una vacante dejada recientemente por Adriana Kugler, nominada por el exPresidente Joe Biden.
“Trump espera que sus cuatro designados sean completamente leales, pero no está claro que los actuales lo sean”, indicó Derek Tang, economista de LH Meyer/Monetary Policy Analytics.
Esta estrategia está en línea con el enfoque que Trump ha adoptado en otras agencias federales, donde ha buscado conformar mayorías con candidatos republicanos.
Sin embargo, tener mayoría en el directorio no garantiza que el Presidente pueda imponer su postura en las decisiones sobre tasas. Los designados de Trump necesitarían el respaldo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, su sigla en inglés), que es el organismo que efectivamente fija las tasas, compuesto por 12 autoridades monetarias. Incluso si cuatro miembros votaran en bloque, necesitarían al menos tres apoyos adicionales para formar mayoría.
Cada uno de los siete gobernadores tiene voto permanente, al igual que el Presidente de la Fed de Nueva York. Los otros cuatro votos se rotan anualmente entre los presidentes de los otros 11 bancos regionales.
Una mayoría en el directorio sí podría entregar al Gobierno mayor poder en otras áreas, como la regulación bancaria -competencia exclusiva del directorio y no del FOMC- y en la aprobación o rechazo de las renovaciones de presidentes de bancos regionales, que se revisan cada cinco años.
Dudas abiertas
Aún está por verse si los gobernadores nombrados por Trump en su primer mandato -Michelle Bowman y Christopher Waller- están dispuestos a alinearse con la Casa Blanca. Ambos se opusieron en julio a mantener la tasa sin cambios, argumentando que el deterioro del mercado laboral ameritaba un recorte.
Sin embargo, Waller -posible sucesor de Powell como presidente de la Fed- ha defendido la independencia del banco central, advirtiendo que su liderazgo requiere credibilidad ante el mercado, de lo contrario podrían subir tanto las expectativas de inflación como las tasas de interés.
“Tal vez Trump espera que sus cuatro designados sean completamente leales, pero no está claro que los actuales lo sean”, comentó Derek Tang, economista de LH Meyer/Monetary Policy Analytics.
“Los nuevos probablemente sí, porque están siendo seleccionados con ese criterio. Pero Bowman y Waller ya han esgrimido argumentos técnicos para justificar su inclinación a flexibilizar la política”, añadió.
Powell, en tanto, no ha revelado qué hará cuando finalice su presidencia en mayo. Tradicionalmente, los titulares de la Fed se retiran al concluir su liderazgo, incluso si su mandato como gobernador les permite permanecer. No obstante, si Cook se retira anticipadamente, eso podría aumentar la presión sobre Powell para que se mantenga en el directorio, contrarrestando posibles injerencias políticas.
“Por eso creemos que Powell aguantará y se quedará hasta que finalice su mandato en enero de 2028”, dijo Andrew Brenner, jefe de renta fija internacional de NatAlliance Securities.