Las familias de altos patrimonios del mundo son parte de los inversionistas que han intentado sortear las volatilidades generadas por la guerra comercial que impulsa Estados Unidos.
Pese a las recientes negociaciones con China, los family offices mantienen como su principal preocupación a la guerra comercial, de acuerdo a un reciente estudio del banco de inversión UBS.
El sondeo incluyó a 371 oficinas de inversión familiares que promediaron un patrimonio de US$ 1.100 millones. El resultado arrojó que un 70% de los consultados ubicó a la guerra comercial como la mayor amenaza para sus objetivos financieros en los próximos 12 meses.
En tanto, para más de la mitad (52%), la segunda mayor preocupación es un conflicto geopolítico importante.
"La guerra comercial se percibe como un factor estructural de incertidumbre prolongada, que impacta tanto las cadenas de suministro globales como las proyecciones de crecimiento y la inflación", señaló a DF el country head de UBS Chile, Jerónimo Correa.
De acuerdo al líder de la entidad en suelo local, "para los altos patrimonios y family offices de América Latina, y en particular en mercados como Chile, el riesgo se multiplica debido a su dependencia de exportaciones de commodities y a la incertidumbre fiscal y política doméstica".
Mercados emergentes
El escenario también ha llevado a modificar parte de sus estrategias. "Los portafolios se están reposicionando tácticamente, sin alterar su estrategia de largo plazo, con énfasis en preservación de capital y diversificación robusta", apuntó Correa.
En esta línea, están aumentando cautelosamente sus inversiones en mercados emergentes, especialmente en sectores como la cadena de producción de la inteligencia artificial, actores de la tendencia de la electrificación, y tecnologías de la salud.
La aproximación, sin embargo, es contenida y solo un 7% de los activos de los consultados dedicados a acciones y bonos de mercados emergentes. Con todo, más de un tercio (34%) de los family offices consultados prevé un aumento significativo o moderado en su exposición a la renta variable emergente.
“A pesar de la prudencia general, muchos family offices ven oportunidades concretas vinculadas a megatendencias globales” en los mercados emergentes, explicó el country head de UBS en Chile.
Ejemplificó que “la electrificación posiciona al Chile como actor estratégico en la cadena de suministro de litio y cobre”, mientras que “India, Indonesia y Brasil también se benefician como hubs industriales o consumidores relevantes”.
En números, un 28% de los consultados planean aumentar su exposición a India en los próximos 12 meses, mientras que un 18% proyectan acrecentar sus inversiones en China.
En cuanto a los mecanismos de exposición a los sectores de tecnologías de la salud y biotecnología, “los family offices priorizan tanto inversión directa como vía fondos temáticos, aprovechando avances en mercados emergentes con políticas de salud digital o envejecimiento poblacional”, explicó Correa.
“Respecto a IA, la apuesta está en sectores como servicios financieros y farmacéuticas, donde la tecnología ya está generando disrupción operativa y científica”, añadió.
El destino preferido
Pese a lo anterior, los mercados desarrollados mantienen la preferencia. De acuerdo a UBS, un 79% de los activos de los consultados estarían destinados a Norteamérica y Europa Occidente.
Mientras que, en los próximos 12 meses, cerca de la mitad de los consultados (46%) anticipan un aumento significativo o moderado en inversiones de renta variable del mundo desarrollado.
Mientras que los family offices de EEUU mantienen un fuerte sesgo a su mercado local, con un 86% de sus portafolios en activos norteamericanos.
Discusión fiscal
En paralelo a la guerra comercial, los inversionistas comienzan a preocuparse por la intensificación de la discusión fiscal en EEUU.
Para la líder de Family & Institutional Wealth Latin America de UBS Global, Roxana Zürcher, “el deterioro del frente fiscal en EEUU, con niveles crecientes de endeudamiento público, plantea un riesgo real de revalorización de activos de renta fija”.
“Para los family offices con exposición relevante a treasuries o crédito privado estadounidense, esto exige una revisión cuidadosa del posicionamiento por duración y riesgo de crédito”, señaló la ejecutiva.
“El riesgo latente de una crisis de deuda soberana -identificado por el 50% de los encuestados como un riesgo clave a cinco años- puede impulsar estrategias de cobertura vía activos reales, infraestructura o asignaciones tácticas fuera de EEUU”, concluyó.