El dólar partió la semana más que compensando todas sus caídas de la anterior, luego que Trump cumpliera con la primera imposición de aranceles en la cuenta regresiva antes del plazo límite fijado para el miércoles, gravando las importaciones de siete países, en su mayoría emergentes.
La paridad se disparó $ 12,6 hasta los $ 943,6 al cierre de este lunes, no lejos de sus máximos de la sesión. Fue su mayor alza desde el 4 de abril, y así revirtió su última caída semanal en el compilado de puntas vendedoras de Bloomberg.
El peso argentino, el rand sudafricano, el peso colombiano y el peso chileno sufrieron las mayores pérdidas del mundo emergente, mientras el dollar index repuntaba 0,3% a 97,5 puntos y el cobre Comex bajaba 2,4% a US$ 5,02 por libra.
Las tasas de interés subieron en los tramos más largos de los bonos del Tesoro estadounidense, que retomaron las operaciones después de un fin de semana extendido por el Día de la Independencia.
Cuenta regresiva
La demanda por dólares se intensificó a nivel mundial luego de que Donald Trump publicara en su red Truth Social las cartas a Japón y Corea del Sur, comunicándoles que impondrá aranceles de 25% a sus importaciones. Luego se sumaron gravámenes aún mayores para Malasia, Kazajistán, Sudáfrica, Laos y Myanmar.
"Esta alza está en línea con los anuncios de Trump y las reacciones por las noticias de empleo estadounidense del jueves, con la idea de potencialmente mantener las tasas de la Reserva Federal arriba. A esto se sumó un mercado cerrado el viernes en EEUU, con lo que se pudieron haber acumulado las transacciones institucionales, exacerbando la compra de dólares", dijo a DF el CBO de Global66, Rodrigo Lama.
"El movimiento del tipo de cambio hoy estuvo alineado en el sentido de que, cuando aparecen estas noticias, la percepción de riesgo aumenta y las monedas latinoamericanas tienden a depreciarse. Pero a nivel de magnitud, se comportó de forma exacerbada", sostuvo el ejecutivo.
Desde temprano hubo una atenta vigilancia a posibles titulares relacionados con la guerra comercial. Trump confirmó que los gravámenes próximamente anunciados entrarían en vigor el 1 de agosto, lo que se convirtió en la práctica en un nuevo deadline (más allá del original fijado para este miércoles 9 de julio), que en principio deja una ventana abierta para posibles nuevas negociaciones.
La Casa Blanca había anticipado el envío de cartas arancelarias, y también sostuvo que revelará acuerdos comerciales. El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que los aranceles volverían a los niveles del 2 de abril si no se llega a un acuerdo, pero también abrió la puerta a más conversaciones.
Además, "la amenaza del presidente Trump de imponer un arancel adicional del 10% a los países que respalden las políticas de los Brics ha intensificado la aversión al riesgo, debilitando a monedas emergentes como el peso chileno", planteó el jefe de análisis de XTB Latam, Ignacio Mieres.
También aseguró que "a nivel local, la presión sobre el peso se ha visto reforzada por una balanza comercial que resultó inferior al dato anterior y ligeramente por debajo de las expectativas del mercado. Además, la caída en la apertura del precio del cobre, uno de los principales productos de exportación del país, ha acentuado la debilidad de la moneda chilena".