El principal indicador asiático, el selectivo de la Bolsa de
Tokio, cerró la sesión con descensos del 0,4%, hasta los 12.346 enteros. La baja quedó muy lejos de la debacle que se vivió ayer en Wall
Street tras la intervención de las mayores hipotecarias del país.
Los inversores estadounidenses recogieron beneficios de
entre el 2,4% y el 3,4% después de que Wall Street cerrara la sesión del lunes
con su mayor subida en un mes. La debacle bursátil de Lehman Brothers, perdió
un 44%, tras el anuncio de las iniciativas estratégicas clave y sus resultados,
arrastró a las compañías del sector, que no levantan cabeza pese a la
intervención del Gobierno en Freddie Mac y Fannie Mae
Por lo tanto, el correctivo de las bolsas asiáticas fue leve
comparado con el que se vivió en Estados Unidos. Aún así, el índice regional
Asia-Pacific, se dejó un 1% después del rebote de 22 meses que vivió el
viernes. En Australia los descensos fueron del 1,5%, tras el batacazo de la minera BHP Billiton
y de Rio Tinto, y estuvieron en línea con la caída que se vivió en Hong Kong.
El miedo al complicado escenario económico provocó la salida
de papel de blue chips y energéticas e hizo que el Nikkei tocara mínimos
intradía de seis meses. Pese al complicado escenario financiero, las tres
principales entidades del país rebotaron con fuerza. Mitsubishi UFJ y Sumitomo
Mitsui Financial Group sumaron un 3,2%, mientras que Mizuho Financial avanzó un
2,8%, al calor de la noticia que la agencia surcoreana de noticias Yonhap
publicó ayer por la tarde: la entidad estatal Korea Development Bank pretende
hacerse con una participación en Lehman Brothers de unos 6.000 millones de
dólares.
Las compañías ligadas a la energía cotizaron a la baja. La petrolera Inpex
cedió un 2,7% después de que ayer los futuros del West Texas, el petróleo de
referencia en Estados Unidos, cayeran más de 3 dólares. Unos descensos que
también acusaron las casas de trading como Mitsubishi, que se dejó un 2,7% ó
Mitsui, que perdió un 1,9%.
En el mercado de divisas, el dólar extendió sus ganancias
frente al yen. Se revalorizó un 0,36%, hasta los 107,22 yenes, provocando el
descenso de valores exportadores como Sony y Canon, cuyas pérdidas alcanzaron
el 2,8% y el 3,9%, respectivamente.