Los principales mercados del mundo iniciaron la semana con
el pie izquierdo. Aversión al riesgo, inseguridad, corrección tras las fuertes
subidas... cualquiera de estas explicaciones interrelacionadas, podrían ser
válidas a la vez que insuficientes para explicar la oleada de ventas masivas
que se ha impuesto hoy en la renta variable mundial.
Según consigan Expansión, la sensación que dejó la semana
pasada el mix de indicadores macroeconómicos que se publicaron en Estados
Unidos podría haber sido el detonante de estas caídas que viven hoy las plazas
bursátiles de todo el planeta. Más aún tras las voces de optimismo que
compartieron tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal
estadounidense.
La divergencia entre lo anunciado por los bancos centrales y
los datos macro publicados, como el descenso de la confianza del consumidor que
elabora la Universidad
de Michigan, provocó caídas cercanas al 1% en el cierre de Wall Street del
viernes.
El fin de semana sirvió como un paréntesis para la
reflexión, y lanzó a los inversionistas del continente asiático a deshacer
posiciones de manera desmesurada. El Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con caídas de 3,1%, mientras que en China el desplome alcanzó el 5,8%.
Con este sombrío panorama, los inversionistasestadounidenses
también se han lanzado a vender sin contemplaciones y los futuros de Wall Street,
que cotizaban a primera hora de la mañana con recortes del 1%, dilatan sus
descensos al 2% cuando faltan dos horas y media para que comience la sesión.
Europa
Europa no escapa a esta situación. El índice paneuropeo
EuroStoxx pierde un 2,6%, hasta los 2.600 puntos. A la cabeza de las caídas
destaca el sector financiero, con Axa, Credit Agricole y BBVA perdiendo en
torno al 4%.
La avalancha de pérdidas provoca el mayor desplome del
último mes del MSCI World Index, el índice que abarca las cotizaciones de los
23 índices bursátiles de los países más desarrollados del globo. En concreto,
pierde un 1,5%, después de haberse apreciado un 52% en los cinco últimos meses.
Los mercados emergentes también se suman a las ventas y
ceden un 3,2%, según muestra el indicador MSCI Emerging Markets, que sufre su
mayor retroceso desde marzo.