En cerca de US$ 23 mil millones están valorados los fondos soberanos de Chile, según el informe “Sovereign Wealth Funds 2016” elaborado por IE Business School, ICEX y KPMG, que en su balance destaca que en la actualidad hay 94 fondos soberanos en funcionamiento, con activos conjuntos que alcanzan los US$ 7,2 billones.
Uno de los realizadores de este estudio, Javier Capapé, director del Sovereign Wealth Lab de IE Business School, indicó que Chile está sufriendo, tal como otros países exportadores de materias primas de la región, la caída de los precios de las mismas.
“El Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) se encuentra cercano a los máximos de valoración: ligeramente por encima de los US$ 9.000 millones. En cambio, el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), valorado en US$ 14.000 millones, sí está ligeramente por debajo de la media de valoración que tiene el fondo desde 2012. Éste ha realizado aportes importantes en los últimos años: unos US$ 450 millones anuales de 2014 a 2016, para compensar la caída de ingresos petroleros”, comentó el profesor.
Al analizar la estrategia de inversión que tienen los fondos chilenos (85% en renta fija de la cartera del FEES y el 83% en al de FRP), Capapé dijo que “se trata de una exposición muy grande en un entorno de tipos bajos. La llegada de la administración Trump, la inflación europea, y un crecimiento global más fuerte (aunque lleno de incertidumbres), podrían aumentar los tipos durante este 2017 y Chile podría aprovechar esta exposición”, señaló.
De todas formas, indicó que la estrategia de inversión sigue siendo muy conservadora, “bajo riesgo, baja rentabilidad”.
Precisó que en el caso del FEES, en los últimos tres años las acciones han dado un retorno positivo (5% anualizado en tres años y 22% en el período febrero 2016 y febrero 2017), pero su impacto se ha visto afectado por el retorno negativo (-1,5%) de la parte monetaria y deuda.
El FRP lo ha hecho algo mejor, con un retorno positivo los últimos tres años de 0,6%, impulsado en igual medida por la parte accionarial y lastrado (en menor medida) por la deuda soberana.
Capapé destacó que “las reglas fiscales que regulan los aportes y retiros de los fondos chilenos son un ejemplo entre fondos soberanos de todas las regiones”, añadiendo que esa buena gobernanza es un activo que se debe preservar.
“Incluir más inversión doméstica puede ser una salida pero debe estar gobernado con reglas tan claras como las que han gobernado los fondos desde su creación, hace 10 años. Una política de inversión más sofisticada (con entrada en otros activos, de mercados privados) o una inversión doméstica, son pasos habituales en el desarrollo de los fondos soberanos. Una buena gobernanza, la independencia y un equipo adecuado de profesionales, resulta clave para asegurar el éxito”, concluyó.
Inmobiliario y tecnológico, los preferidos
En lo que respecta a los fondos globales, el estudio indica que los mercados inmobiliario y tecnológico son los sectores preferentes de la inversión de los fondos soberanos, con más de la mitad del total de transacciones en 2015.
El sector inmobiliario duplicó su actividad, hasta 48 operaciones. Destaca el dinamismo del sub-sector hotelero, que recibió una inversión de US$ 7.100 millones de fondos soberanos, con Qatar Investment Authority como inversionista más activo.
El sector tecnológico concentró 51 operaciones, canalizadas principalmente a través de los soveign venture funds.
Por el contrario, el sector de commodities y recursos naturales perdió atractivo para los fondos, debido en buena medida al escenario de bajos precios del crudo. Otro sector con menor actividad fue el del lujo, en el que también predomina la inversión catarí.
Geográficamente, 56 países han establecido fondos soberanos, aunque se pueden diferenciar cuatro polos principales (por volumen de activos bajo gestión): Oriente Medio, China, Noruega y Sudeste Asiático.