Los efectos que tendrán los cambios impulsados por el gobierno de Michelle Bachelet en el mercado chileno siguen bajo el análisis de los bancos de inversión extranjeros. Lista la reforma tributaria, la atención ahora parece puesta en los cambios que vendrán en materia laboral.
Así lo dejó en claro el estadounidense JPMorgan en su último informe de estrategia para el mercado bursátil local, el cual tituló "Reforma laboral: ¿Una nueva preocupación para 2015?".
En el documento, la entidad expone que la discusión de esta reforma podría aumentar la presión a las acciones locales y tal vez frenar la reciente visión más constructiva que los inversionistas estaban dando a Chile dado el menor precio del petróleo. "Creemos que esto (la reforma) podría añadir más presión al mercado accionario chileno, tomando en cuenta que los costos laborales ya se han incrementado significativamente en los años recientes", expuso el reporte.
Según sus cálculos, los costos laborales han subido cerca de 30% desde 2009, lo que ya se ha reflejado en una presión en los márgenes de las compañías en los últimos años y la cual se podría ampliar aún más con la reforma, implicando un reto adicional.
"Bajo nuestro punto de vista, la magnitud del impacto para el mercado de renta variable también dependerá del tono de la discusión y el consecuente impacto en el sentimiento local", advirtió.
El mayor impacto
De acuerdo a las estimaciones del banco de inversión -en base a las compañías bajo cobertura-, las empresas de retail, embotelladores y bancos serían las más afectadas. En las dos primeras, debido a que los costos laborales representan un 20% y un 30% de las ventas, respectivamente, mientras que para los bancos -señala- el costo del personal también es altamente relevante, representando cerca de un 50% de los costos operacionales.
Esto, porque la fuerza laboral - según datos del INE- está concentrada en comercio, manufactura y construcción y en términos del mercado accionario, la mayor exposición corresponde a firmas de los dos primeros sectores, a través del retail, embotelladoras y papeleras, que en conjunto son un 15% del IPSA.
Por el contrario, las compañías del sector utilities y minería serían las más protegidas, ya que concentran menos del 3% de la fuerza laboral cada uno y, además en el caso específico de la minería, no está representada en la bolsa.