En los últimos años el mercado de deuda ha tenido un importante avance en Chile.
Según consigna la clasificadora de riesgos Humphreys en un reporte sobre este tema, el financiamiento vía deuda en el mercado de valores chileno ha aumentado su importancia.
Explican que en los últimos seis años el stock de deuda de bonos corporativos, instrumentos securitizados y efectos de comercio han mostrado una expansión, aunque se mantiene como un nicho que aún tiene un gran potencial por explorar.
“Desde 2004 a la fecha el stock de deuda a través de bonos pasó de aproximadamente US$ 14.000 millones a unos US$ 34.000 millones, lo que implica un crecimiento de 143%. Al compararse con el sistema bancario, se comprueba que pasó de representar el 30% de las colocaciones a empresas de la banca a un 34,7%, reflejando una mayor propensión a optar por esta vía de financiamiento”, señala el reporte.
Pero pese a la fuerte escalada que ha mostrado este mercado, actualmente presenta un problema según la clasificadora: la alta concentración, tanto en el número de emisores como en el tipo de inversionistas que compran estos papeles.
“A modo de ejemplo, sólo trece sociedades emisoras explican el 40% del total adeudado, dentro de un universo total que apenas alcanza a 93 compañías”, afirma Humphreys.
El documento concluye que la profundidad del mercado mejoraría si los inversionistas institucionales suben su exposición a instrumentos más riesgosos (BBB, BBB- e incluso BB), haciéndolo a través de fondos de inversión.