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REGÍSTRATE AQUÍPor: Equipo DF
Publicado: Lunes 23 de noviembre de 2015 a las 04:00 hrs.
Poco tiempo atrás, todos los países partícipes del Acuerdo de Asociación Transpacífico o TPP anunciaron al mundo la conclusión exitosa de las negociaciones.
Por diversos acontecimientos relacionados con la negociación de este mega acuerdo comercial -ciertamente el más relevante de los últimos años- siendo uno de ellos las constantes quejas de parte de la sociedad civil imputando faltas de transparencia y a partir de allí construyendo visiones catastrofistas sobre las consecuencias de este acuerdo, ha ocurrido un hecho, al parecer, desapercibido en Chile. A pesar de que expertos legales trabajan incesantemente en completar la revisión de cada uno de los treinta capítulos del tratado y de las miles de páginas que conforman sus anexos para así evitar cualquier tipo de inconsistencia o vacío normativo, sellar oficialmente los textos y de esa forma poder enviarlos a los respectivos Congresos para su aprobación, los países TPP decidieron poner inmediatamente todos los capítulos a disposición del público.
En el caso de Chile, todos los capítulos se encuentran publicados en la página web de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales.
Siendo entonces público el TPP, es desconcertante ver la casi total ausencia en Chile de debate público, de instancias de análisis crítico de lo negociado y sus efectos esperables en los diferentes ámbitos de aplicación del acuerdo, de reacciones de la sociedad civil y del mundo empresarial, de parlamentarios, en fin. Si hasta el mismo gobierno ha ratificado enérgicamente su apoyo al TPP, asegurando que no cedió en ninguno de los puntos sensibles que comprometió resguardar como el no ir más allá del TLC bilateral con Estados Unidos en áreas tales como la propiedad intelectual, las inversiones y el medio ambiente y sin embargo no ha explicado en forma alguna que ello sea efectivamente así. Recordemos que personeros de la Nueva Mayoría, algunos de ellos actuales ministros de Estado, e incluso la propia Presidenta, habían manifestado pública y reiteradamente su rechazo al acuerdo y al gobierno del Presidente Piñera por continuar participando de esta negociación, sosteniendo que para Chile, que ya tenía acuerdos de libre comercio con todo el resto de los países TPP, era injustificado seguir siendo parte de una iniciativa con más costos que beneficios. Dicho sea de paso, la decisión de participar en el TPP la tomó la propia Presidenta Bachelet en su anterior gobierno, y en buena hora que así haya sido.
En concreto, lo esperable es que actores públicos y privados, especialmente las empresas, se enfoquen desde ya en comprender cómo el TPP impactará en el corto, mediano y largo plazo las reglas del juego regulatorias, comerciales y económicas abarcadas por su extenso ámbito de influencia. Esa es la única manera eficiente y responsable de anticipar los costos y de maximizar los beneficios asociados a este acuerdo.
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