El 2025 partió con tensión y alarmas en la industria minera global. La decisión del Presidente Donald Trump de aplicar aranceles a distintas importaciones también salpicó al sector, que sigue expectante la investigación del Departamento de Comercio de EEUU sobre posibles tarifas a minerales críticos como el cobre y el litio.
Si bien el republicano ha diluido la concreción de sus amenazas en las últimas semanas, la incertidumbre y volatilidad habrían llegado para quedarse, al menos por este año, según los expertos mineros. No solo eso, las definiciones geopolíticas de los próximos meses y su deriva, suponen la reconfiguración de cadenas de valor y flujos comerciales.
De hecho, aunque aún no hay aranceles, la anticipación a ellos ha impulsado un aumento en las importaciones de cobre en EEUU a niveles mensuales récord, toda vez que la primera economía produce solamente la mitad del cobre que consume. Codelco, su principal proveedor, calcula que aumentó en un 50% sus envíos de cátodos al país durante el primer trimestre, hasta las 75.000 toneladas.
Escenarios para el cobre
"La probabilidad de que EEUU imponga aranceles al cobre ha aumentado considerablemente”, comenta Mikko Lamberg, head of Business Sector Mining & Metals de AFRY en Finlandia. Según él, existe una probabilidad cercana al 50% de que se aplique un impuesto entre el 10% y 25% al metal hacia el cuarto trimestre. "Los actores del mercado deberían prepararse para una mayor volatilidad de precios y considerar medidas estratégicas para mitigar el impacto de estos cambios en la política comercial”.
Juan Ignacio Guzmán, CEO de GEM Mining Consulting, ve una probabilidad del 30% a que se apliquen las tarifas, sin embargo, marca que "es altamente probable que se apliquen a muchos bienes que utilizan cobre, por lo tanto, terminarían impactando al mercado mundial del metal".
Antes de los anuncios de Trump, GEM Consulting estimaba un rango para el precio entre US$ 4,10 y US$ 4,50 la libra; con tarifas, prevé una caída del rango a US$ 3,70-US$ 4,10 para este año.
Jorge Dyszel, experto en London Metal Exchange y Gestión de Riesgos, dice que no ve a Trump tocando al cobre, pero de todas formas cree que en un escenario sin aranceles, “el cobre va a convivir con una volatilidad extrema, producto de un entorno financiero especulativo y de una demanda estructural creciente”.
Demanda resiliente
Los aranceles no son el único factor que monitorea el mercado cuprífero. El sector atraviesa desde hace años un aumento en sus costos, una caída en las leyes del mineral, falta de inversiones en proyectos nuevos y una baja en su producción mundial.
Tal como comenta la directora de Estudios de Vantaz Group, Daniela Desormeuax, hay consenso en que hacia fines de la década habrá un déficit del metal rojo, lo que, frente al aumento de la demanda por la electromovilidad y la transición energética, genera un escenario favorable para el precio y posicionan a la oferta como la arista más desafiada del rompecabezas.
“Más allá del ruido en el corto plazo, los fundamentos en demanda se mantienen super sólidos en un horizonte de mediano y largo plazo”, sostiene y proyecta el precio entre los US$ 4,0 y US$ 4,5 la libra en los próximos años.
Lamberg subraya que la demanda estructural por cobre ha demostrado ser altamente resiliente y que los aranceles no eliminan la demanda, solo redirigen los flujos comerciales. "Hacia 2035 la demanda por cobre por tecnologías limpias se duplicará con o sin aranceles”, enfatiza.
Litio: entre tarifas y sodio
Tras un 2024 marcado por la caída de hasta un 80% en los precios del litio, los aranceles y los movimientos de proyectos en Argentina, China y Chile mantienen la atención en una industria que sigue proyectando un fuerte crecimiento hacia 2030.
Sin embargo, para este año “las proyecciones no son optimistas”, asegura José Hofer, experto en baterías de litio y director de la consultora Supply Chain Insights.
"Hay consenso en que los precios actuales no incentivan proyectos nuevos, los que al menos requieren precios arriba de US$ 15.000 la tonelada para cubrir sus costos operacionales”, dice a raíz de las conversaciones que tienen con sus clientes. Actualmente, el precio se cotiza por debajo de los US$ 10.000 la tonelada.
Esta semana se sumó un pelo a la sopa: la china CATL presentó una batería de sodio que amenazaría la hegemonía de las de litio en el mercado de almacenamiento energético. El precio del “oro blanco” cayó tras la noticia y las acciones de SQM retrocedieron más de 3% ese día.
De todas formas, Hofer enfatiza que las baterías de sodio-ion no son nuevas, pero que sí sorprendió el apoyo chino. "Tienen una aplicabilidad fundamentalmente en almacenamiento de energía para redes, no son factibles en vehículos eléctricos (...). No vienen a reemplazar a las de litio, al menos no completamente”, agrega el experto.
Tierras raras
Como respuesta a la ofensiva de EEUU, China anunció el cese de sus exportaciones de tierras raras, elementos clave en las industrias de defensa, aeroespacial, motores de autos eléctricos, electrónica avanzada y energías renovables.
El gigante asiático produce el 70% del mercado mundial de tierras raras y posee el 90% de la capacidad de refinación.
Este año, los productores del restante 30% -EEUU, Australia, Vietnam, India y Rusia- se jugarán suplir dicha oferta. También será una oportunidad para Brasil y Chile, que desarrollan nuevos proyectos productivos.
"Es un buen momento para meter presión a estas iniciativas, en un contexto donde la demanda por tierras raras crece del orden de 10% al año, más rápido que la oferta", indica Guzmán.