A fines de 2023, la Empresa Nacional de Petróleo (Enap) proyectó utilidades para 2024 por US$ 368 millones. En ese minuto, el Ministerio de Hacienda ya pretendía retirar el 50% de las utilidades y así quedó finalmente plasmado en el decreto en que la cartera autoriza el presupuesto de la empresa para 2025, el cual consideraba el retiro de dividendos por US$ 184 millones por las ganancias estimadas para el año pasado.
Sin embargo, el 6 de marzo pasado, Enap informó que las utilidades de 2024 llegaron a US$ 408,2 millones. El gerente general, Julio Friedmann, destacó que la compañía estatal obtuvo utilidades por cuarto año consecutivo, las que respondieron a “las medidas operacionales, financieras y de gestión implementadas”.
Una semana después, el 12 de marzo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió a la situación financiera de la compañía en la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados. Dijo que correspondía tomar una definición sobre la distribución de utilidades de la empresa de 2024 y “el criterio que se ha seguido es que se entregue el 50% de esas utilidades al fisco y el otro 50% se capitalice”.
Al interior de la empresa asumieron entonces que el retiro sería cercano a US$ 200 millones. Desde de la Dirección de Presupuestos (Dipres) señalaron que, “tal como explicó el ministro, el 50% de las utilidades se retirarían”, lo que en ese entonces era equivalente a US$ 184 millones para ese año, pero luego los estados de resultados de la empresa al 31 de diciembre de 2024, “evidencian que las utilidades efectivas ascendieron a US$ 408 millones”.
Por otro lado, en la misma comisión, Marcel confirmó que “para este año está considerado un aporte de capital de US$ 250 millones a la empresa, que completa la compensación por el anticipo de utilidades (por US$ 400 millones) que entregó en el año 2023”. En 2024 ya se capitalizaron US$ 150 millones.
La duda que queda ahora es sí esa capitalización prevista para 2025 Hacienda la descontará de las mismas utilidades de US$ 408 millones del año pasado. De ser así, US$ 200 millones se retirarían y los otros US$ 200 millones se capitalizarán, por lo cual solo restarían US$ 50 millones de aporte de capital adicionales. Consultada la Dipres, no hubo respuesta sobre ese detalle.
El diputado y presidente de la Comisión de Minería y Energía, Marco Antonio Sulantay, cuestionó que por una parte se capitalice la empresa y por otra se retire dividendos. Dijo que, si bien Hacienda tiene todo el derecho a disponer de los recursos que puedan generar las empresas del Estado, lo criticable es el destino de esos recursos. “Según mi criterio, lo deseable es reinvertir en la modernización y eficiencia de los procesos productivos de esas empresas o, en último caso al ahorro. Pero retirar esos recursos para cubrir déficit fiscal como se ha estado haciendo, creo que no es el camino”, afirmó.
Desde la Dipres afirmaron que el aporte de capital y el retiro de utilidades son decisiones que ocurren en tiempos distintos del año y responden a diferentes objetivos. “Cuando el dueño capitaliza a una empresa se entiende como un apoyo para que ésta aborde compromisos de inversión, de deuda, u otro requerimiento que amerite la inyección de recursos. Por otro lado, cuando el dueño solicita el retiro de utilidades, esto se hace teniendo en consideración no afectar la estabilidad financiera de la empresa”, sostuvieron. 