Una vez superada la mayor oleada de resultados del sector tecnológico, Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Nvidia, Meta y Tesla acaparan un 35% del S&P 500 en términos de capitalización bursátil. Más de un tercio de la valoración de las 500 empresas que engloban el S&P 500 se concentra en siete de sus integrantes.
Por elevado que parezca este porcentaje, históricamente tanto Wall Street como el conjunto de la renta variable mundial han llegado a registrar niveles de concentración mucho más altos. Así lo ponen de relieve los analistas de Bank of America en un informe que se remonta a tiempos remotos para desglosar cuatro "paradigmas de peaks de concentración" bursátil.
Sector ferroviario (1881)
La firma de inversión llama sobre todo la atención al hecho de que un solo sector llegó prácticamente a duplicar el actual peso de las 'Siete Magníficas'. Siglo y medio atrás, en los años 1880, "las acciones de ferrocarril representaban más del 60% de la capitalización del mercado".
En su peak, en el año 1881, alcanzaron el 63%. Medio siglo después el peso del sector ferroviario se reducía al entorno del 10%, y un siglo después apenas alcanzaba el 1%.
Nifty Fifty (1972)
El segundo precedente citado por Bank of America trae a la memoria a las Nifty Fifty, una denominación que englobaba un grupo de 50 acciones del mercado norteamericano en las décadas de los años 60 y 70, con nombres tan conocidos como Coca-Cola, IBM o General Electric.
Al caracterizarse por tener un crecimiento constante de beneficios, estas empresas tenían la máxima consideración por casi todos los inversionistas institucionales, hasta el punto de que acabaron sobrevaloradas en Bolsa como consecuencia de una apuesta masiva por sus acciones.
En su momento de mayor esplendor, en el año 1972, llegaron a acaparar el 40% del mercado estadounidense, según los datos de Bank of America,
Burbuja financiera de Japón (1989)
Los precedentes de peaks históricos de concentración bursátil no se limitan a Estados Unidos. Bank of America recuerda en su informe la burbuja financiera de Japón durante los años 80.
Sus cifras de superávit comercial generaron tal interés inversor en las compañías niponas que, como resultado de su rally bursátil, llegaron a representar en 1989 el 45% de la renta variable mundial, tomando como referencia el índice global All Country World Index.
El esplendor financiero de Japón durante los años 80 dio paso, a partir de los años 90, a una persistente crisis de deflación en la economía nipona.
Burbuja tecnológica (2000)
La denominada crisis de las punto.com cortó abruptamente el rally bursátil que habían experimentado las compañías tecnológicas a finales del pasado siglo.
El incipiente auge de internet desató una fiebre inversora en toda compañía cotizada relacionada con el nuevo horizonte tecnológico que se abría paso en la sociedad y en la economía.
En el año 2000, justo antes del pinchazo de la burbuja, las tecnológicas acapararon el 40% del S&P 500 en términos de capitalización bursátil, según los datos de Bank of America.
Más de dos décadas después, ahora con la inteligencia artificial como principal motor, las tecnológicas vuelven a brillar, y vuelven a estar en el punto de mira de los analistas por su nivel de hegemonía sobre el conjunto de los mercados. 