Banco Central: los factores detrás del lento repunte del consumo en las economías desarrolladas
Lo primero que advirtió el análisis es que la demanda privada aún permanece débil en los países avanzados, pese a las medidas de estímulo fiscal y monetario.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 27 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
Una revisión de los factores que están detrás del magro desempeño de las economías desarrolladas tras la recesión de 2009 -lo que ha marcado una diferencia con el mundo emergente- realizó el Banco Central de Chile en su último Informe de Política Monetaria (IPOM).
Lo primero que advirtió el análisis es que la demanda privada aún permanece débil en los países avanzados, pese a las medidas de estímulo fiscal y monetario aplicadas para reanimar la actividad.
En ello, agrega el reporte, ha sido clave la dificultad de reactivar la demanda interna, en particular el consumo privado, luego de que sufriera fuertes caídas durante la última recesión. ¿Qué explica la lentitud del consumo? Por un lado, dice el IPOM, la riqueza de los hogares continúa deprimida. En Estados Unidos, cerca de 65% del total de activos de los hogares son financieros y la bolsa aún está por debajo de su nivel pre-crisis. En Europa, la porción de activos financieros de los hogares es menor, pero también es un elemento que ha mermado la riqueza. Otra porción relevante de la riqueza de los hogares es la tenencia de bienes inmuebles. En varias economías desarrolladas se produjeron burbujas en el mercado inmobiliario que colapsaron, causando descensos importantes en los precios de las viviendas. En lo más reciente se han visto aumentos acotados en algunos países, precisa el análisis.
Desempleo y déficit
Además, se acota, la evolución del mercado laboral es un elemento que afecta las expectativas y traba el alza del consumo. En Europa y Estados Unidos la desocupación bordea hoy el 10%. Otra causal que limita el consumo e inversión se vincula al desendeudamiento que deben realizar hogares, empresas y gobiernos del mundo desarrollado, dice el IPOM. Ello, pues gran parte de la expansión de la demanda de los años previos a la crisis fue financiada con deuda. Así, se observa un aumento de las tasas de ahorro de los hogares. A esto, se suma que, en general, la banca está hoy más reticente a otorgar nuevos créditos y en Europa las tensiones de los mercados financieros han subido los costos de financiamiento. En el caso de los gobiernos, la aplicación de ingentes paquetes de estímulo tras la recesión y los costos de la crisis financiera empeoraron las posiciones fiscales que ya no eran sólidas, lo que -destaca el informe- dificulta la adopción de nuevas medidas. Adicionalmente, algunos países desarrollados acumularon déficit en cuenta corriente antes de la crisis. Entonces, la recuperación sostenible de estas economías pasa por la reducción de estos déficit.
Algunas, como EE.UU., deben reducir sus desbalances comerciales, pero -señala el reporte- la posibilidad de crecer basados en su sector externo también es limitada. En la zona euro, la rigidez impuesta por la moneda única hace más lento el ajuste del tipo de cambio real entre las economías superavitarias.
En China y Japón, añade el análisis, su alto ahorro e intervenciones cambiarias traban el ajuste de las monedas. La falta de las correcciones cambiarias requeridas para impulsar el sector exportador en las economías con déficit en cuenta corriente y, como contrapartida, aumentar el gasto interno de las economías con superávit, retrasa y dificulta la recuperación, señala el IPOM.