Hace un año DF MAS anunció que Vambe -startup que ayuda a escalar negocios con inteligencia artificial (IA)- cerró una ronda de US$ 3,8 millones para hacer crecer su negocio. En ese minuto trabajaban 18 personas y facturaban US$ 1 millón. No estaba en los planes irse a México ni tampoco levantar una serie A por US$ 14 millones, operación que acaban de cerrar.
Desde entonces no han pisado el freno. Hoy, la firma fundada por tres menores de 30 años (Nicolás Camhi, Matías Pérez y Diego Chahuán) tiene 80 trabajadores, crece 18% mensual en promedio y multiplicó por seis su facturación. Y no quieren parar, dijo Camhi desde Ciudad de México.
En febrero pasado, en una conversación con sus inversionistas, el fondo brasileño Monashees, se planteó la idea de abrir operaciones en México, era la única manera de escalar el negocio y “pasar al siguiente nivel”, afirmó Camhi.
El ingeniero civil de la Universidad Católica contó que armaron un plan y “en marzo viajé a México sin saber nada, llegué acá en pelota a abrir una sociedad, y de hecho metí la pata”.
El primero de mayo ya estaba instalado y viviendo en México. No llegó solo, cuatro chilenos se fueron con él, abrieron oficina y sumaron cinco mexicanos al equipo. Armaron una operación de la noche a la mañana, que hoy representa el 30% de los ingresos de la firma.
Matías Pérez, cofundador de Vambe, será uno de los oradores del MAS Pitch, evento que se realizará este jueves en el Parque Juan Pablo II, en Las Condes.
Fundadores de Buk y Rappi
En septiembre, el fundador de Vambe recibió una invitación de Kaszek, el fondo de venture capital (capital de riesgo para startups) más grande de la región, fundado por los creadores de Mercado Libre. Esta consistía en un curso de una semana en Stanford University junto a los principales emprendedores de Latinoamérica. De Chile estaban Pedro Pineda (Fintual), Sebastián Kreis (Xepelin), Matías Muchnick (NotCo) -los tres parte del portafolio del fondo- y Jaime Arrieta, CEO de Buk.
Camhi llegó una semana antes para reunirse con fondos globales. Tocó las puertas de Sequoia, Kleiner Perkins y Lightspeed. “El feedback fue: sigan así y conversemos cuando estén en US$ 20 millones o US$ 25 millones. Querían ver demografía, cap table (estructura de la empresa) y la gestión, el management”, contó.
En Stanford estuvo con el fundador de Mercado Libre, Marcos Galperín, y con altos ejecutivos de OpenAI.
Si bien Camhi conocía a Arrieta, nunca había tenido la oportunidad de conversar tanto con él y antes de subirse al avión lo raptó, contó entre risas. “En dos horas de conversación me ayudó un montón, debe ser de las personas que más sabe de SaaS en Chile. Me dijo los errores que ellos habían cometido, me dio recomendaciones, cambiamos mi estructura de compensación y mucho más”, confesó Camhi. Arrieta se terminó sumando como asesor e inversionista en esta ronda.
Al fundador de Rappi, Simón Borrero, no lo conocía. “Una noche iba caminando por Stanford, tenía audífonos puestos porque iba hablando con mi polola y justo pasé por una cúpula bien famosa y vi a cuatro personas conversando, les pregunté dónde me podía tomar un café. Vieron que estaba con la chaqueta con el logo de Kaszek y Simón me hizo un par de preguntas rápidas”.
Quedaron de juntarse al día siguiente.
“Le conté lo que hacía y me encontró con tanta pasión, le pareció interesante”, dijo Camhi. Borrero se sumó al directorio y además entró como inversionista a Vambe.
Cómo se gestó la nueva ronda
Terminado el intensivo en Stanford, Camhi se fue de vacaciones con su familia, su madre cumplía 50 años. “Y ahí cerré la ronda”, dijo. Con Monashees ya venían conversando, habían liderado su ronda anterior y formaban parte del directorio.
A Cathay -fondo que ha invertido en Reuse, Pulsar y Xepelin- los conocía hace un tiempo también, fue el CEO de Reuse, José Tomás Ulloa el que se los presentó. En pocos días firmaron y a fines de septiembre se concretó la ronda de inversión de US$ 14 millones. Entre otras razones, la decisión de ir con Cathay fue por temas estratégicos, “creo que la exposición global que tienen ellos, cuando llegue el minuto y tengamos que activar algo en Europa, o Asia, tener a alguien que conozca un poco más el terreno va a ayudar”.
A la ronda también entraron Atlantico, Tekton Ventures y los inversionistas existentes, Chile Ventures, SkyDeck Berkeley, Nazca y M13. Como asesores, además de Arrieta y Borrero, se sumaron el CRO de Flash, Guillermo Gómez y el fundador de Galgo, Ignacio Canals.
El capital levantado tiene tres fines, explicó Camhi: mejorar la experiencia del cliente, duplicar el equipo de tecnología (pasar de 20 a 40 personas) y expandirse regionalmente, aconsejados por Borrero y otros que ya están trabajando para abrir operaciones en Brasil.
Según el cofundador, Vambe ha ayudado a empresas en el sector de educación, como la Universidad Adolfo Ibáñez, donde han vendido matrículas 100% con IA, aumentando un 70% los leads (contactos de potenciales estudiantes) filtrados. También han trabajado con las más grandes concesionarias de autos de Chile (Grupo Americar) y de México (Autcom), con un aumento de un 30% en las tasas de conversión.
Han implementado la plataforma en más de 1.700 compañías y hoy tienen más de mil clientes activos, al mes -aseguró Camhi- y manejan cinco millones de conversaciones a través de su chatbot inteligente.