Con la puesta en marcha de la nueva Ley de Delitos Económicos, especialmente en lo que dice relación con la responsabilidad de la persona jurídica, el ecosistema empresarial se vio obligado a comenzar a adaptarse paulatinamente a los necesarios cambios que sus respectivos rubros les exigen en cuanto a prevención y cumplimiento normativo; transformando el compliance en una cultura organizacional al interior de las empresas, a través del desarrollo de un modelo de prevención adecuado, alentado desde el directorio hacia el resto del organigrama de la organización y con un oficial de cumplimiento ad hoc.
Este es el principal foco de la cumbre del compliance latinoamericano que, este miércoles 27, desarrolla en Chile la segunda versión del Foro Compliance Latam, que organiza la plataforma integrada por las firmas legales Albagli Zaliasnik (Chile); Bartolome & Briones (España); Basham, Ringe y Correa (México); Beccar Varela (Argentina); BLP Legal (presente en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua); Bustamante Fabara (Ecuador), CPB (Perú); FCR Law (Brasil); Ferrere (Uruguay, Paraguay y Bolivia); MDU Legal (Panamá); Miller & Chevalier (Estados Unidos) y Posse Herrera Ruiz (Colombia).
Además de estos estudios jurídicos, la plataforma cuenta con alrededor de 250 colaboradores activos en las más diversas áreas, que se gestiona desde la chilena AZ como socio fundador, a cargo de Rodrigo Albagli. El evento reunirá a líderes de la industria, expertos en regulación y profesionales vinculados a la ética empresarial, en el hotel The Ritz-Carlton.
¿Chile al nivel de Estados Unidos?
En la previa del evento, Diario Financiero conversó con Rodrigo Albagli (AZ) y Jeffrey A. Lehtman (Miller & Chevalier) sobre el avance del compliance en Chile, en el marco de la implementación de la nueva Ley de Delitos Económicos, en comparación con el resto de América Latina y Estados Unidos.
Desde el punto de vista de Albagli, la nueva Ley de Delitos Económicos marca un hito muy importante, porque “ha llevado a profesionalizar la función del compliance en las empresas, al haber mayor conciencia del impacto de las posibles infracciones y los riesgos reputacionales”. Sin embargo, resulta llamativa la visión de Jeff Lehtman, ya que enfatiza que “desde el lado de los Estados Unidos, Chile siempre se ha visto como el mercado más transparente de toda América Latina”.
En este sentido, el jurista se explaya en que lo que ha ido cambiando en los últimos años “es el enfoque que las empresas le dan al compliance en Chile, no sólo las multinacionales, sino también las empresas familiares y locales”. Por lo que, para Lehtman que en lo que respecta a regulación Chile está “cerca” de Estados Unidos, pues las leyes “son parecidas” en la actualidad, pero en lo que se refiere a su aplicación “todavía existe una brecha”, plantea. Especialmente en casos de corrupción y lavado de activos, ejemplifica.
Una mirada que comparte Albagli. A su juicio, esa brecha se abre debido a que en nuestro país “no hay competencias ni capacidades especializadas para perseguir este tipo de delitos”, ya sea en las policías o en los órganos persecutores. De hecho, añade el jurista chileno, “hay una brigada de delitos económicos, pero bajo la lógica antigua; no bajo la lógica de la nueva forma que se definen los delitos económicos”. Al respecto, el socio fundador de AZ reflexiona que en la medida que no haya experiencia práctica es difícil que los distintos organismos se adecúen y, lo cierto, es que aún no ha habido muchos casos bajo la nueva ley de delitos económicos.
Este es un aspecto que Lehtman desdramatiza, asegurando que Estados Unidos tuvo que hacer un recorrido similar al que ahora está transitando Chile, porque “el enfoque realmente no viene hasta que pasemos por muchos escándalos; ahí es donde se empieza a poner la plata necesaria para llevar a cabo la implementación”.
E insiste en el punto acerca de la diferencia entre la existencia de la regulación y su aplicación. “Por ejemplo, la diferencia que existe entre Chile y Argentina. Argentina hace muchos años aprobó una ley de responsabilidad penal para las empresas; en ese sentido, fue mucho más avanzado que Chile, pero no se aplicaba esa ley y el nivel de compliance dentro de las empresas, no hay comparación con lo que existe en Chile. O sea, las empresas chilenas lo han capturado mucho más fuertemente que las argentinas. Así es que no sólo tiene que ver con la existencia de las regulaciones, sino también con la cultura y tradición de cada país”, concluye.
Necesidades y requerimientos similares
¿Cómo surge esta red? Albagli explica que ello ocurre cuando él mismo y luego Lehtman notaron que “la región tiene necesidades y requerimientos similares” en materia de cumplimiento, pese a que no están todos los países que la integran en el mismo nivel en lo que respecta a legislación, apuntaban hacia un mismo objetivo, porque enfrentan problemas similares. De donde nace la idea de compartir las buenas prácticas entre el mundo legal, donde Chile lidera en materia de delitos económicos, porque la nueva ley “nos puso en un nivel más adelantado, no sé si un mejor nivel, pero más adelantado” en Latam, dice el abogado chileno. Pero, por ejemplo, en otras áreas, como protección de datos, lidera Brasil.
De este modo, y bajo la premisa de compartir las buenas prácticas, el foro tendrá tres paneles: ¿Cambio de reglas? Como el compliance se adapta sin perder el rumbo; entre lo correcto y lo conveniente: una mirada conductual; y, nuevas dimensiones de riesgos en la economía digital. Además, contará con dos charlas: “Gen AI ¿Reinvención de qué?”, con Nicolas Goldstein, actual presidente ejecutivo de Accenture Chile; y, “Qué tiene que ver conmigo la innovación. Por qué es un tema de mi carrera y no sólo de la empresa”, con Tadashi Takaoka, miembro del directorio de Metro de Santiago y consultor especializado en innovación.