La economía mundial está resistiendo los aranceles comerciales de Donald Trump mejor de lo previsto, ya que la actividad se ve impulsada por la fuerte inversión en inteligencia artificial y las políticas fiscales y monetarias favorables, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La organización con sede en París elevó sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos y la eurozona para este año y el próximo, e hizo pequeños ajustes al alza para otras economías importantes en su último Informe de Perspectivas Económicas.
Aun así, sigue pronosticando que el crecimiento mundial se desacelerará al 2,9% en 2026 desde el 3,2% en 2025, ya que aún no se han sentido plenamente los efectos de los gravámenes al comercio.
En su informe, proyectó que la economía chilena se expandirá un 2,4% en 2025, lo que significa que mantiene la misma previsión de junio pasado. No obstante, para 2026 y 2027 espera una moderación a 2,2%, más bajo que en su último informe de hace seis meses cuando se esperaba que fuera de 2,5%.
"El crecimiento del consumo se moderará, pero seguirá respaldado por el aumento de los ingresos reales y el empleo. Se espera que la inversión disminuya, pero se mantenga sólida. Se prevé que las exportaciones netas contribuyan positivamente al crecimiento durante el período 2026-27. La inflación general continúa cayendo y se espera que se acerque al 3% a finales de 2026 y se estabilice a partir de entonces", indicó sobre Chile.
La mirada a Chile
La proyección de un incremento del PIB en 2,4% para este año para Chile estaría explicado por la resiliencia de la demanda interna, gracias a las condiciones financieras más favorables, la consolidación fiscal gradual y el aumento de la masa salarial real que impulsa el consumo.
Además, la reactivación de la cartera de inversiones, en particular en minería, energía y bienes de capital relacionados, también impulsará el crecimiento.
El riesgo al alza indica que el crecimiento podría superar las expectativas si los proyectos de inversión se aceleran debido a la reforma de los permisos, la normalización de los volúmenes de exportación de cobre o el aumento de los precios del cobre. En tanto, también podría haber un impulso si es que, por las tensiones comerciales con EEUU, se redirige las exportaciones a otros mercados, considerando que Chile pertenece al Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (CPTPP).
Mientras que un riesgo a la baja es que haya una demanda mundial más débil por metales, despliegue más lento de proyectos de inversión minera, condiciones financieras globales más estrictas que debilitan el peso y aumentan los costos de financiamiento, y precios de la energía más altos que podrían afectar las exportaciones y la inflación.
“Mantener la consolidación fiscal es esencial para mantener la deuda pública por debajo del techo de deuda. A pesar de los recientes esfuerzos para cumplir con la regla fiscal, Chile necesita fortalecer los ingresos y mejorar aún más la eficiencia del gasto público, incluyendo la implementación de revisiones del gasto, la limitación del crecimiento del gasto corriente y la ampliación de la base tributaria”, indicó la OCDE en su informe.
De esta forma, prevé una consolidación sostenida de cerca del 1% del PIB durante 2025-2027 mediante una combinación equilibrada de un crecimiento moderado del gasto corriente, principalmente administrativo y no social, y mayores ingresos fiscales como resultado de las medidas de ampliación de la política fiscal y el fortalecimiento de los procedimientos antievasión.
Proyecciones globales
“La economía mundial se ha mostrado resiliente este año, a pesar de la preocupación por una desaceleración más pronunciada a raíz del aumento de las barreras comerciales y la considerable incertidumbre”, declaró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. “Sin embargo, el crecimiento del comercio mundial se moderó en el segundo trimestre de este año, y prevemos que el aumento de los aranceles se traducirá gradualmente en un aumento de los precios, reduciendo el crecimiento del consumo de los hogares y la inversión empresarial”.
Las disrupciones derivadas de los esfuerzos de Trump por reescribir las reglas del comercio mundial han sido difíciles de predecir para las organizaciones internacionales y los economistas. En junio, la OCDE advirtió que el crecimiento de EEUU se desaceleraría al 1,6% este año, para luego elevarlo al 1,8% en septiembre y pronosticar ahora un 2%.
El aumento de la inversión en IA y la construcción de centros de datos, especialmente en EEUU, también están teniendo un impacto creciente en las estimaciones económicas. Según la OCDE, el dinamismo del sector tecnológico ha impulsado los flujos comerciales mundiales y el crecimiento de la producción en el sector está superando al del resto de la industria.
La OCDE estima que sin el auge de las inversiones en IA, la economía estadounidense se contrajo un 0,1% en el primer semestre, ya que el crecimiento del consumo de los hogares se moderó y las compras gubernamentales cayeron.
Desafío de la IA
La organización advirtió que la rápida expansión de la tecnología y el optimismo sobre la IA plantean el riesgo de correcciones abruptas de precios e incluso ventas forzadas de activos debido a las elevadas valoraciones.
En combinación con la preocupación por los rápidos cambios en las medidas comerciales, la OCDE afirmó que el panorama es "frágil" y que sus proyecciones están "sujetas a riesgos sustanciales".