El Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) entregó el segundo balance del Registro Nacional de Trazabilidad de Energías Renovables (Renova), plataforma que permite a generadores y consumidores, de forma voluntaria, trazar las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) inyectadas y retiradas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Este reveló que en 2021, de las 70 empresas que trazaron sus contratos de energías renovables en Renova, 38 generaron cero emisiones de dióxido de carbono (CO2) por su consumo eléctrico, en contraste con el balance 2020, cuando sólo una empresa logró este estatus.
Juan Carlos Olmedo, presidente del Consejo Directivo del CEN, explica que este programa surgió a fines de 2019, donde “veíamos que ya había una profundización importante y estaban surgiendo algunos contactos con certificadores que nos decían que necesitaba que el operador del sistema hiciera la trazabilidad de las ERNC, porque no tenían los datos para asegurar que no se vendiera ni contabilizara dos veces un mismo kilowatt hora”.
Renova busca centralizar y estandarizar el proceso para trazar las energías renovables. Hoy, por esta plataforma, se certifican casi 8.000 GWh provenientes de ERNC, de un total país de 45.000 GWh.
Con esta información, el Coordinador desarrolló Renova, un sistema centralizado de trazabilidad gestionado por un organismo independiente, que evita la doble contabilización y contratación de energía, y que entrega a cada empresa una certificación de cuánta ERNC consume. La plataforma opera a través de blockchain, lo que le permite almacenar las propiedades de origen de cada megawatt hora (MWh) inyectado y dar seguridad de que el registro no se puede alterar.
Con estos datos, las generadoras pueden saber la cantidad, el momento y en qué instalaciones se ha producido la energía renovable, al igual que verificar si estas llegaron a su destino.
En este balance, la energía renovable comprometida en contratos de suministro que pasó por Renova y que se inyectó en el sistema en 2021 totalizó 7.812 gigawatt hora (GWh), un 91% más que los 4.082 GWh inyectados en 2020. Para esto, se analizaron los 148 contratos que fueron trazados, cifra que el año anterior había sido de solo 35.
El número de empresas que certifican sus contratos en Renova también creció. En 2020 las compañías suscritas eran 15 y solo una de ellas generaba cero emisiones. Además, el ecosistema de organizaciones registradas en la plataforma, que incluye tanto a generadoras como a consumidores de estas energías, pasó de 149 actores en 2020, a 306 en 2021.
Esta herramienta permite obtener un Factor de Emisión Residual del sistema eléctrico, con lo cual se logra identificar la tasa de emisiones generadas por efectos de inyección de energías de fuentes fósiles en el SEN, extrayendo del promedio la que efectivamente es comercializada y proclamada a consumidores que retiran energía renovable contratada del sistema.
Los sectores
En relación a las empresas que son parte de Renova, el balance reveló que un 24% pertenece a los sectores comercio y retail, seguido del forestal, minero, industrial y agricultura.
Olmedo señala que la industria que ha llevado la delantera en tener cero emisiones en el sistema eléctrico, debido a la cantidad de energía que mueve, es la minera, ya que “ha sido impulsora y promotora de todo de los suministros en base a energía renovable. Ellos promovieron varias licitaciones bastante grandes para lograr el suministro en base a energías renovables”.
Agrega que la minería en Chile ha seguido la tendencia global del cobre verde. “Esto lo hace ser uno de los sectores que lidera este proceso de generar productos con huella de carbono cero, y que ha sido muy activo en ese sentido”, dice.
En comparación a los sectores que certificaron sus contratos de ERNC en Renova durante 2020, Olmedo comenta que en las cifras de 2021 se vio una mayor diversificación de las industrias.
“Se ve más diversidad de tamaño de las empresas. En el primer balance que realizamos, fueron básicamente dos sectores los que participaron, que eran minería y el agroalimentario, y hoy en esta certificación tuvimos diez sectores, y muy diversos unos de otros”, dice.
Respecto del valor de contar con un sello que certifique la trazabilidad de las energías limpias, comenta que es importante que “lo puedan incorporar en sus productos y servicios como una forma de ir evidenciando que, a través de la trazabilidad, están avanzando en su compromiso de reducción de emisiones”.
Olmedo añade que esta acción también va en línea con la circular de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), “que les pide a las compañías listadas en Bolsa declarar el avance de sus compromisos de reducción de emisiones, por lo que también les sirve para graficar el trabajo que han estado haciendo”.
Proyecto de ley
La plataforma Renova está en línea con la meta de país de alcanzar la carbono neutralidad a 2050 y su creación se vincula con el proyecto de ley que “impulsa la participación de las energías renovables en la matriz energética nacional” en discusión en el Congreso.
Este busca establecer la obligación del CEN de contar con sistemas de información para el seguimiento y registro de trazabilidad de la energía eléctrica que se comercializa en el sistema.
“El hecho de que podamos ser la única entidad que pueda trazar energía renovable en el país, es una señal de que se podrá centralizar y estandarizar este registro, lo que refleja que las energías renovables tendrán una mayor participación y que irá acompañado del crecimiento que seguirá teniendo Renova”, afirma Olmedo.
En relación a los desafíos que aún faltarían por abordar, sostiene que “se deben incorporar otras organizaciones para tener trazada la totalidad de la energía renovable que se produce en Chile. Hoy prácticamente el 58% de la energía generada en el país proviene de fuentes renovables, que equivale a alrededor de 45.000 GWh, y lo que nosotros trazamos son casi 8.000 GWh”.
Esta herramienta forma parte de una hoja de ruta desarrollada por el Coordinador Eléctrico Nacional en 2022, la cual contiene una serie de propuestas dirigidas hacia la transición energética a 2030.
Olmedo señala que se llegará a un estado a nivel país en que el 100% de la energía producida vendrá de fuentes renovables, “y lo que hicimos fue identificar todas aquellas materias que había que abordar para que, desde un punto de vista de operación del sistema, pueda funcionar completamente con estas energías”, dice.
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