Las consecuencias del terremoto del pasado 27 de febrero en
la actividad económica del país llevaron al Banco Central a recortar su
estimación de crecimiento para este año, así como a aumentar la previsión de
inflación para el mismo ejercicio.
Así lo señaló el presidente de la entidad, José de Gregorio, durante la
presentación del Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, ante la Comisión
de Hacienda del Senado.
El instituto emisor estimó en su estudio un Producto Interno Bruto (PIB) en torno a 4,25% y 5,25% para 2010,
proyección que supone un recorte de 0,25 punto porcentual al rango de expansión de entre 4,5% y 5,5% previsto en el
IPoM de diciembre pasado.
Esta menor proyección, explicó De Gregorio, se debe a "que los efectos
inmediatos del terremoto y maremoto predominarán sobre el aumento que provocarán
los esfuerzos de reconstrucción".
De hecho, destaca el estudio, que "de no haber ocurrido este
evento, el ritmo de expansión que venía mostrando la actividad económica y la
demanda, junto con el benigno escenario internacional, habrían llevado a
revisar al alza el rengo previsto para el crecimiento de este año en un punto
porcentual".
Por el contrario, explicó, el terremoto provocó una pérdida
de stock de capital que la entidad prevé en un 3% "que impactó la capacidad productiva de la economía,
afectando con ello la evaluación de las holguras de capacidad, las presiones
inflacionarias y la reacción de política monetaria".
El Central detalló que este hecho tendrá en el primer
trimestre un efecto negativo del orden de 3 puntos porcentuales en el
crecimiento anual del PIB, lo que disminuirá cerca de dos puntos porcentuales
en el segundo trimestre.
Sin embargo, a partir de este desastre natural se generará una inversión de cerca de un punto porcentual del PIB en 2010, la que se concentrará en el segundo semestre y se ampliará hasta 2011, detalló la entidad.
Esta cifra "considera tanto nueva inversión como la reasignación de proyectos previamente planificados". Y su concreción, precisó la entidad, "se facilita por la alta rentabilidad de los proyectos de reconstrucción".
Respecto a la inflación,
la entidad estima que la variación anual del IPC superará el 3% "más rápido que
lo previsto", en medio de este nuevo escenario.
"La variación anual del IPC superará el 3% en el segundo semestre de este año,
ubicándose en torno a 4% por algunos meses para volver a oscilar alrededor de
3% durante todo el 2011", estimó.
Este año, en tanto, cerrará con una variación positiva
aproximada de 3,7%, superior a la estimación anterior de 2,5%.
En ese contexto, la entidad apuesta por una fuerte expansión de 12,4% de la demanda interna, cifra muy superior a la variación positiva de 8,9% prevista en su informe de diciembre
Estas proyecciones consideran que "la política
monetaria continuará siendo muy estimulativa en los próximos meses, y que
hacia fines del horizonte de proyección, la Tasa de Política Monetaria (TPM)
convergerá a un nivel similar al que arroja la Encuesta de Expectativas
Económicas de marzo".
No obstante, agregó el informe, el ritmo de
normalización será "algo superior al considerado en esta encuesta".
Según subrayó el presidente de la entidad ante los parlamentarios, "es esencial que el estímulo monetario cumpla con su rol de apoyar la recuperación en un contexto de estabilidad de precios".
Precios de los
commodities
El informe del organismo no realizó cambios importantes en
las proyecciones para los precios de las materias primas.
Así, precisó que el precio del cobre se ubicará en los US$ 3,10 la libra
para este año y US$ 2,90 para el próximo, algo más alto que el US$ 2,70
la
libra proyectado para este bienio en el IPoM de diciembre.
En tanto, el valor del petróleo promediará US$ 82 y
US$ 85 en 2010 y 2011, respectivamente, cifras similares a los US$ 80 y US$ 85
previstos anteriormente.