Con la presencia del presidente de la República, Gabriel Boric, se realizó este miércoles la Cuenta Pública anual del Senado y la Cámara, en la que los presidentes de ambas corporaciones, senador Manuel José Ossandón (RN) y José Miguel Castro (RN), respectivamente, hicieron un repaso por la agenda del Congreso en el último año. Siendo el primero el que destacó por la performance con la que acompañó su discurso, con invitados acorde a los distintos temas que abordó, pues no se limitó al repaso del trabajo legislativo de la Cámara Alta, sino también a lo que ha realizado en el marco de su trabajo en terreno, con lo que opacó las palabras de su par de la Cámara Baja.
Además del Presidente Boric, asistieron a la ceremonia ministros como el de Interior, Álvaro Elizalde; de Hacienda, Mario Marcel; de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren; de la Segpres, Macarena Lobos; y, de Seguridad, Luis Cordero, entre otros. También llegó a la sede legislativa el fiscal nacional, Ángel Valencia, la contralora, Dorothy Pérez; y la presidenta de la Corte Suprema (s), Gloria Ana Chevesic. Además del cardenal Fernando Chamalí y a presidenta del Banco Central Rossana Costa.
Tras poco más de una hora de ceremonia, el Presidente Gabriel Boric se tomó su tiempo para abandonar la sede del Congreso, incluso el Salón Plenario, ya que antes fue a saludar a los invitados del presidente del Senado. Pero también con algunos parlamentarios que se acercaron a él.
Y, finalmente, cuando dejó el Congreso tuvo una breve conversación con la prensa, donde señaló con ambos presidentes de las cámaras del Congreso “venimos de distintos sectores políticos, pero sabemos que la democracia es mucho más importante que las diferencias y tenemos cuidar nuestras instituciones”.
Boric apuntó que “ambos hicieron discursos a la altura de las circunstancias, donde se plantean críticas que me parecen constructivas” que “yo, como Presidente, acojo, no a la defensiva, porque fueron constructivas para tratar de empujar más”. Incluso admitió que “valoro mucho los discursos, creo que estamos en sintonía, más allá de la polarización que se ve muchas veces”. Tras lo cual también planteó que las prioridades legislativas debieran estar en el despacho de los proyectos de sala cuna y del FES, en educación.
“La democracia está cuestionada”
Con un tono muy distinto al de sus predecesores en años anteriores, Ossandón no dejó fuera ningún ámbito de la contingencia nacional. El senador fue el segundo en intervenir, tras Castro, e inició su alocución, con una de sus ya conocidas salidas de libreto, felicitando al mandatario por el nacimiento de su hija Violeta y manifestando su esperanza de que le hubiera gustado el regalo que le mandó junto con su señora.
Pero entrando en materia, advirtió que “hacer política hoy, exige más compromiso que nunca”, ya que, si hay algo que puede cambiar el rumbo de las cosas, aunque sea en una pequeña escala, “es la capacidad de escuchar, de deliberar, de construir acuerdos y de respetar a los otros”, enfatizó.
Y en este sentido trajo a colación la reforma de pensiones aprobada gracias a un acuerdo entre el oficialismo y Chile Vamos. En este sentido, siguiendo la idea inicial, aseguró que esta “es la mejor muestra de que el trabajo mancomunado y el bien común pueden superar a las tensiones ideológicas”. Plano en el que destacó la participación del Senado que, desde su punto de vista, fue fundamental para alcanzar el citado acuerdo.
Ante la atenta mirada del Presidente Boric, Ossandón planteó que “hay algo que debemos reconocer con honestidad: hoy la democracia está cuestionada” y advirtió que cuando la gente deja de creer en las instituciones, “empieza a depositar su esperanza en figuras que prometen
soluciones rápidas a problemas que son complejos y que, muchas veces, terminan siendo caudillos más interesados en el poder que en el bien común”, frase que inevitablemente llevó a la concurrencia a pensar en la carrera presidencial.
Frente a eso, añadió, el Congreso tiene que asumir un rol activo, ya que esta corporación tiene el “deber” -dijo- “de demostrar que la democracia sí puede responder, que sí se pueden lograr avances concretos que mejoren la vida de las personas. Y que sí podemos enfrentar materias sensibles para nuestro país como la inseguridad o el combate contra la corrupción, que tanta indignación provocan en la ciudadanía”. Puesto que si no se aborda con “decisión” se abrirá una puerta “a un camino que ya sabemos cómo termina: con menos libertades, con menos participación y con más autoritarismo”, previno.
“No sirve de nada legislar entre cuatro paredes”
De ahí que su balance no se centre sólo en lo legislativo, sino que también apuntaba -adelantó- a rendir cuentas sobre cómo el Senado “está tratando de reconstruir ese vínculo con la ciudadanía
Y por eso, una de las cosas más importantes que nos hemos propuesto en esta gestión es volver a empatizar con la ciudadanía que está divorciada de la política”, señaló, agregando que -a su juicio- “no sirve de nada legislar entre cuatro paredes si no estamos escuchando lo que pasa allá afuera, en la vida real. Por eso ha sido un sello de mi trabajo como presidente del Senado salir a terreno, conversar con las comunidades, visibilizar sus problemas y, sobre todo, entender”, porque sólo así, añadió, se pueden elaborar normas que tengan sentido para la gente y no se queden en el papel.
Fue así como inició el balance anual centrado en materias relativas a seguridad y crecimiento económico. En estas materias, el presidente del Senado destacó que durante el año esta corporación una agenda de seguridad “robusta y transversal, con avances concretos y urgentes”, como son, por ejemplo, la nueva Ley Antiterrorista y la que crea el Ministerio de Seguridad Pública. Pero también llamó la atención el proyecto que regula el uso de la fuerza por parte del personal de las fuerzas de orden y seguridad y de las Fuerzas Armadas (RUF)
y el que fortalece y moderniza el Sistema de Inteligencia del Estado, ambos en sendas comisiones mixtas e instando a avanzar en su aprobación.
En lo que respecta a la agenda de seguridad, Ossandón reconoció el impulso dado a esta agenda por sus predecesores, senadores Juan Antonio Coloma (UDI) y José García Ruminot (RN).
Sobre crecimiento económico, haciendo hincapié en uno de los proyectos que marcó esta agenda, como es el de autorizaciones sectoriales que -luego que el Tribunal Constitucional no acogiera a trámite el requerimiento de diputados oficialistas- podrá ser promulgado en los próximos días.
Junto con eso, también destacó la nueva ley de fraccionamiento pesquero, despachada hace unas semanas.
Pero no quiso dejar pasar la necesidad de avanzar en el proyecto de reforma al sistema político, que se debate en segundo trámite en la Comisión de Constitución de la Cámara, aseverando que es “esencial para el futuro de nuestra democracia”. A este respecto, Ossandón enfatizó que es “urgente ponernos de acuerdo en este asunto lo antes posible, ya que la certidumbre en las reglas del juego es fundamental para la legitimidad de nuestras elecciones”.
Un Congreso para las próximas tres décadas
“Necesitamos una institución que se proyecte no sólo para los próximos cuatro años, sino para las próximas tres décadas. Y eso exige cambios de fondo, empezando por una revisión seria y honesta de nuestros propios estándares internos”, enfatizó el presidente del Senado al referirse a los cambios que está impulsando en la Cámara Alta. Tras lo cual advirtió que esta corporación “no puede seguir apareciendo en los medios de comunicación por titulares donde seamos cuestionados por vivir una realidad distinta a la del resto del mundo público”.
En este contexto es que anunció que -junto con el vicepresidente del Senado Ricardo Lagos Weber (PPD) y la Comisión de Régimen Interno- se está impulsando un plan de modernización institucional que establezca una carrera funcionaria y que haga del Congreso una institución “moderna, austera y legítima”. Y adelantó que para esto se convocará a una comisión bicameral para llegar a un acuerdo con la Cámara de Diputados, todo esto con criterios técnicos.
Estos cambios se deben a que “si queremos que la ciudadanía vuelva a confiar en sus instituciones, tenemos que partir por dar el ejemplo desde adentro”, expresó.
El guiño a Dorothy Pérez
Como resultado de sus visitas a terreno comprobó la molestia ciudadana por una serie de problemas contingentes, dijo, y con esto dio paso a abordar estos tópicos, para lo que se hizo acompañar de algunos invitados, que representaban los temas a los que hizo referencia. Entre otros, abordó la corrupción con la licencias médicas e hizo un llamado al Compin y al Gobierno a que sean rigurosos con quienes han abusado de este beneficio y no con quienes realmente lo necesitan, porque están enfermos.
A este respecto le hizo un importante guiño a la contralora, para quien incluso pidió un aplauso: “la contralora general de la República, Dorothy Pérez, nos ha dado una lección a todos. La energía y el sentido de urgencia que ha mostrado están en plena sintonía con lo que la ciudadanía espera de sus autoridades: que hagan la pega, sin excusas, olvidándose de las ideologías”.
En este ámbito, también se refirió a lo que ocurre en el Barrio Meiggs en materia de seguridad, señalando que su intervención “es una obligación del Estado, no una tarea que pueda recaer solo en un municipio. A su juicio, en esta materia se requiere un plan integral y sostenido; “por eso he solicitado al ministro (Luis) Cordero que lidere una estrategia concreta, que convoque a todos los sectores y enfrente de forma decidida una realidad insostenible”.
Y planteó que la contraparte a lo realizado por la contralora es lo que ha ocurrido en el polémico caso del sicario fugado, sobre lo cual enfatizó: “Un crimen brutal, a plena luz del día Y lo más grave es que las instituciones se están culpando unas a otras, mientras los chilenos siguen esperando respuestas.
Al cierre de su discurso enfatizó que “la confianza no se recupera con discursos, ni con encuestas, ni con promesas. Se recupera con hechos” y emplazó al mandatario a ser prescindente en las elecciones de fin de año y “actuar con la misma responsabilidad que vamos a hacerlo nosotros”.
Críticas de Castro
Por su parte, el presidente de la Cámara, el también RN José Miguel Castro, tras una detalla cuenta de lo realizado por su corporación; le dio especial relevancia en tiempo y forma a las críticas al Gobierno y a destacar lo que el Ejecutivo no ha hecho, en un discurso más político electoral. Enfatizó en los temas de lo mal que se abordado la seguridad en el marco del crimen organizado, con la inmigración ilegal y también le dedicó un tiempo a los errores del Ejecutivo en los cálculos de los proyectos, incluidos en la Ley de Presupuestos, enfatizó.
“Se reconoce la importancia de abordar la migración irregular como un factor clave en el asentamiento del crimen organizado, permitiendo así dejar atrás esas posturas y avanzar, aunque con cierto retraso, en los cambios que Chile necesita”, planteó.
Y en lo que respecta a la inmigración ilegal, que mezcló con el crimen organizado, Castro señaló que “frente a la magnitud del fenómeno migratorio, no podemos seguir con un esquema insuficiente y reactivo” y de inmediato agregó que “hoy no hay margen para dudas: enfrentar al crimen organizado requiere acción decidida y unidad de todos los poderes del Estado, antes de que sea demasiado tarde. Su amenaza no es solo la violencia, sino también la corrupción y la extorsión, con el objetivo de controlar territorios y cooptar al Estado”.
Más adelante criticó que “en más de una oportunidad, el Congreso ha debido enfrentar proyecciones y cálculos erróneos presentados por el Ejecutivo, incluso en leyes tan relevantes como el Presupuesto de la Nación. Contar con información precisa es fundamental, no solo para fortalecer la relación entre poderes del Estado, sino también para responder con políticas públicas sólidas a la ciudadanía”.