Juan Antonio Coloma (UDI): “Nunca, en los últimos 80 años, había habido más personas en Chile dispuestas a votar por candidatos de derecha”
Este es el último periodo legislativo del parlamentario opositor y en esta conversación muestra un gran optimismo respecto de la candidatura presidencial de Evelyn Matthei.
El senador Juan Antonio Coloma (UDI) ha estado un poco desaparecido de la política contingente, pero él discrepa con esta percepción, ya que según explica ha estado “dando la pelea”, en su minuto con el proyecto de cumplimiento tributario y luego en la Comisión de Hacienda; y, después, desde la de Trabajo con el acuerdo por la reforma de pensiones. Así es que le ha puesto un poco el freno a la máquina. De hecho, dejó la Comisión de Hacienda que integró más de una década y se la cedió al extimonel gremialista Javier Macaya. Aunque seguirá a cargo de los temas presupuestarios en lo que resta de su gestión, pues este es su último año en el Congreso.
En esta conversación con Diario Financiero, el senador gremialista abarca desde temas económicos hasta la carrera presidencial, en la que destaca el manejo de su candidata, Evelyn Matthei. Y también pasa por el caso ProCultura, aunque trata de no profundizar sí asegura que le preocupa que desde el Frente Amplio se esté tratando de inhabilitar al fiscal de la causa e insta a que “admitamos que es bien curioso, uno tiene todo el derecho a preguntarse si quieren que se investigue o no quieren que se investigue”.
“La gente volvió a apreciar lo que significa el orden, la seguridad, la capacidad de emprender para crecer, qué significa el apego a la institucionalidad, la libertad de elegir”.
“El único cambio relevante que puede producirse en materia económica en este período es aprobar el proyecto de permisología”
-A propósito de la Ley de Cumplimiento Tributario, el Gobierno podría mandar la reforma que implica cambios al impuesto a la renta, ¿qué le parece, considerando que su sector se opone al aumento de impuestos?
-Soy bastante escéptico de que una ley de renta como la que ha planteado el Ejecutivo pueda tener éxito. Creo que ya estamos en una etapa en que lo que hizo o no hizo el Ejecutivo ya está casi en el pasado; particularmente, en normas que, si bien pueden estar bien inspiradas, como la necesidad de bajar el impuesto a las empresas, bajo esa idea también viene la lógica de compensar esos menores ingresos. Cosa que cruza las barreras que nosotros mismos hemos planteado, en cuanto a que Chile no resiste más impuestos. Lo que necesita es más crecimiento. Entonces, mientras el gobierno siga pensando que una rebaja de impuestos tiene que ser compensada y no entender que, a veces, esa baja de impuestos genera incentivos correctos en términos de volver a generar crecimiento, no vamos a llegar a un entendimiento. Al final lo que este país necesita no son impuestos, son políticas procrecimiento.
-Entonces, ¿es una pérdida de tiempo siquiera presentar el proyecto?
-No le veo viabilidad. Uno siempre puede presentar proyectos para generar un debate, eso es sano. Yo valoro que el Gobierno esté pensando en bajar impuestos. Recordemos que cuando este Gobierno se inició tenía dos grandes líneas de acción: Primero, una mega reforma tributaria, que buscaba aumentar impuestos y generar nuevos impuestos, que afortunadamente fracasó. El segundo gran eje era hacer Chile de nuevo, a través del cambio constituyente, que en ese momento parecía que era el arma de batalla del Gobierno, que también fracasó estrepitosamente.
-¿Hay espacio para algún cambio en lo que resta del Gobierno?
-Percibo que el único cambio relevante que puede producirse en materia económica en este período es aprobar el proyecto de permisología, que es el que debería permitir que esas trabas angustiosas que viven los emprendedores por lo menos empiecen a menguar y se genere un círculo virtuoso para crecer.
ProCultura: “Está tocando temas muy sensibles del actual Gobierno, que tiene que ver con el uso de los recursos públicos”
-En materia más política, ¿le preocupa que a través del caso ProCultura se perciba como que está volviendo el fantasma del financiamiento ilegal de la política?
-Esperemos que las instituciones funcionen. Lo que sí me preocupa es que siempre se dice que la Fiscalía investigue y no cabe duda que está haciendo un esfuerzo grande, pero el Frente Amplio quiere inhabilitar al fiscal que está haciendo esta investigación. Eso, a mi juicio, es lo complejo, es lo delicado de este proceso, que está tocando temas muy sensibles del actual Gobierno, que tiene que ver con el uso de los recursos públicos, pero que está en plena investigación y creo que las investigaciones tienen que hacerse y como el mismo Gobierno ha planteado, bueno, que caiga quien caiga.
-¿Cree que se busca encubrir lo que está pasando?
-O que no se investigue adecuadamente. Usted comprende que simultáneamente, mientras aparece esto, uno ve en los diarios que se está tratando de inhabilitar al fiscal Cooper. Entonces, se lo dejo a usted que es periodista, para ver qué significa eso. Pero admitamos que es bien curioso, uno tiene todo el derecho a preguntarse si quieren que se investigue o no quieren que se investigue.
“Me hubiera encantado que ese empuje de los chilenos por candidatos de derecha lo hubiéramos canalizado en una primaria amplia”.
Carrera presidencial: “La gente volvió a apreciar lo que significa el orden, la seguridad, la capacidad de emprender para crecer”
-¿Y cómo ve la carrera presidencial, cómo analiza el escenario en las derechas?
-Como yo lo veo, el primer dato importante es que nunca en los últimos 80 años o 78 años, para ser más precisos, había habido más personas en Chile dispuestas a votar por candidatos de derecha, nunca. Este es un fenómeno nuevo de este siglo. Uno tendría que remontarse al año ‘46 para entender algo siquiera parecido a lo que está ocurriendo. Si usted proyecta en base a 100, todas las encuestas que se están viendo y se da cuenta que la enorme mayoría de chilenos quiere votar en esta campaña por un candidato de derecha.
-¿A qué lo atribuye?
-No solamente a un rechazo a la actual forma de gobernar, sino también a principios, valores que hay hoy día. Como dice Víctor Hugo, no hay nada más poderoso que cuando a una verdad le llega su hora. Lo que está pasando hoy día es que la gente volvió a apreciar lo que significa el orden, la seguridad, la capacidad de emprender para crecer, qué significa el apego a la institucionalidad, la libertad de elegir, que son características muy propias de los partidos de derecha. No es algo meramente coyuntural. Dicho eso, me hubiera encantado que esa marea, ese empuje de los chilenos por candidatos de derecha lo hubiéramos canalizado de mejor manera; que, a mi juicio, pudo haber sido una primaria amplia en donde todos los que legítimamente quieren ser candidatos hubieran participado.
-¿Por qué es eso tan importante?
-Porque mi impresión es que quien hubiera ganado esa elección, sería electo Presidente de Chile en primera vuelta y hubiera ayudado a tener una lista parlamentaria unida, cosa que hubiera sido un gran activo en los momentos complejos que está viviendo el país. Tengo la convicción de se hizo todo lo posible, pero la vida es como es y no se pudo.
-¿Le preocupa que esta postura de los otros dos candidatos de oposición pudiera hacer correr el riesgo de que a Evelyn Matthei no le vaya tan bien como se espera?
-Eventualmente agrega una dificultad mayor. Pero creo que todavía hay una amplia posibilidad. Bueno, hay que entenderlo de otra manera y fortalecer la candidatura presidencial de quien sí tiene la mayor posibilidad, a mi juicio, por lejos, de ser presidente de Chile, porque todos los estudios y el sentido común me dice que Evelyn Matthei le gana con bastante distancia a cualquiera de los candidatos que pueden ganar en la primaria del oficialismo. Y es quién tiene más vocación de gobernar.
-Pero al haber acordado una primaria, ¿no se podría decir también que el oficialismo tiene vocación de gobernar, mientras que la oposición no lo logró?
-Para mí son cosas distintas. Creo que probablemente en el oficialismo lo que está funcionando es más un espíritu de sobrevivencia, porque de otra manera hubiera sido bien dramático. Cuando está de por medio el poder es más fácil generar los incentivos para actuar en forma unida. Pero otra cosa es la gobernabilidad, que hoy día tiene que ver con interpretar los valores de la ciudadanía; tener el coraje que el país necesita para retomar el tema de la seguridad, devolver la seguridad a las calles de Chile, que es lejos el mayor problema y hay que ser creíble en la materia. Y cuesta mucho creer que los mismos que estuvieron hace cinco años valorando el matapacos sean los guaripola de la seguridad en Chile. Yo miro harto los números, porque además estoy harto en terreno y si pudiera definir el estado actual con el que la mayoría de los chilenos se identifica es con la desesperanza. Entonces uno tiene que pensar cómo se recupera la esperanza…
-¿Y cómo se hace eso?
-A mi juicio, Evelyn Matthei tiene una identificación con esa esperanza, porque tiene claro cuáles son los problemas que generan la desesperanza, y creo que es una cosa bien notable, ya que van 18 meses consecutivos en que todos los números de Evelyn Matthei la llevan en el primer lugar. Entonces, siento que hay una madurez importante y una adhesión que nos augura un buen pronóstico respecto a esta elección presidencial que viene.
-¿No será un riesgo hacer un compromiso tan fuerte respecto del tema de la seguridad, por ejemplo, de que se puede resolver este tema y, finalmente, a lo mejor, llegado el minuto, se dan cuenta de que es mucho más complejo de lo que se hubiera esperado? Porque el actual Gobierno no tenía contemplado el tema de la seguridad, pero instalado en La Moneda se dieron cuenta que es un problema grave para Chile y tuvieron que enfrentarlo.
-Es que esa es la gran diferencia. Ellos nunca pensaron que esto iba a ser un problema; entonces, cuando están en el gobierno es muy distinto improvisar una respuesta, actuar porque no me queda otra. Para nosotros es algo que es esperable, por tanto, uno tiene la capacidad de entender y asumir una gestión mucho más completa. Porque es verdad, el tema de devolver la seguridad no es un tema simplemente de voluntad, es un problema de credibilidad, de coraje, de normas, de gestión de un espíritu en donde realmente uno pueda ver que las cosas se hacen de mejor forma.
“El relato de fondo lo ha planteado esto de devolver la esperanza a Chile”
-En su propio sector existe cierta preocupación sobre la falta de relato de la candidatura de Matthei, ¿comparte esa preocupación por las salidas de libreto, que ha habido en algunos temas?
-El relato de fondo lo ha planteado esto de devolver la esperanza a Chile. Y eso tiene que ver con recuperar la seguridad, que es lejos el tema más importante, en materia migratoria, recuperar la capacidad de Chile de crecer. Para mí, ahí está el relato. Habrá que ver cómo frasearlo; pero recuperar la esperanza en este escenario me parece que es lejos lo más importante y, objetivamente, sé que alguien podrá discutirlo, pero quien tiene las mayores condiciones para recuperar esa esperanza es Evelyn Matthei. Y, hoy día, con la inexperiencia que uno ve, el valor de la experiencia es muy importante, haber mostrado eficiencia. O sea, hemos vivido como cinco años en peligro, por así decir, bueno, hay que volver a creer y creo que en esa esperanza hay un gran activo en lo que pueden ser los próximos meses en Chile.
-Además de la seguridad y el crecimiento económico, ¿cuáles serían los otros desafíos importantes para el próximo gobierno?
-Una cosa que me angustia mucho es tratar dos temas. Me preocupa mucho lo que está pasando en materia hospitalaria con las listas de espera. Hay una cuestión demasiado dramática, porque aquí además Chile es un poquito rehén de un éxito que tenemos que es la mayor tasa de longevidad de Latinoamérica y eso hace que, obviamente, cuando uno es más longevo requiere más servicios de salud. Ahí hay un tema de gestión absolutamente esencial. El otro problema que hay que asumir, pero eso es más de largo tiempo, es cómo lo hace un país al que se le juntan dos elementos objetivos muy complejos: el país con más baja tasa de natalidad o uno de los dos países con más baja natalidad en América Latina y el país con más tasa de longevidad en América Latina. Ahí hay una ecuación de la que hay que hacerse cargo y cómo nos hacemos cargo de la baja natalidad, que es un tema de alta complejidad de toda perspectiva. Yo enfocaría el grueso hacia eso y, adicionalmente, ir sumando la capacidad de crecer, de producir, de que haya más condiciones económicas favorables a la familia y asumir estos casos.
-Como militante de la UDI, ¿qué sensación le genera la posibilidad de llegar a La Moneda con una militante del partido?
-Es una gran responsabilidad, porque obviamente uno está en la vida pública para tratar de hacer un país mejor. Entonces, cuando se da esa oportunidad, respecto a alguien que comparte valores, es una tremenda fuerza. Pero, debo decirlo, esto va más allá de un partido, lo asumimos también cuando fue el presidente Piñera, porque los países se construyen entre todos.
-Está siendo bien diplomático, porque en la UDI había hartos que siempre aspiraban a tener uno de los suyos en La Moneda y pareciera que finalmente va a pasar.
-Lo valoro mucho. Estuvimos muy cerca en otras ocasiones, pero esto es una coalición, es interpretar ideas. A esta altura de la vida es un desafío enorme y espero que termine de buena manera.
-Si se produjera un vuelco, ¿le costaría mucho votar por José Antonio Kast?
-Espero que no, aunque lo hice en la elección anterior, por sentido de responsabilidad. Y espero que sea a la inversa, uno no puede equivocarse en esa materia.
-A su juicio, ¿hay algo que este Gobierno haya hecho bien o que valore?
-Valoro la forma en que el Presidente, no su equipo, ha enfrentado el tema de Venezuela, que no ha tenido duda de enfrentar, plantear que no es una democracia y la condena que se ha hecho siempre a Maduro. Eso me parece que apunta en un sentido correcto y un sentido de buena política, que para mí es muy importante. Y lo digo no porque considere que sea un tema menor, es un tema muy mayor y creo que eso es positivo, es una perspectiva de respetar esa democracia grande. Eso no obsta que creo que este ha sido un mal Gobierno. Pero esto lo valoro y no tengo ningún drama en decirlo ahora.