El nuevo discurso ya está instalado: el programa de Michelle Bachelet se cumplirá, aunque ajustándose “responsablemente” al débil crecimiento de la economía. Durante las últimas dos semanas el gobierno ha insistido en dicha idea, marcando así, el nuevo equipo ministerial, cierta distancia de la gestión del antiguo gabinete. El tema se tomó el consejo de ministros convocado en la mañana ayer por la Presidenta, instancia que se inició con una pública intervención de la propia Bachelet.
“Tenemos un compromiso irrenunciable con las tareas que nos planteamos al iniciar el gobierno, más allá de que obviamente vamos a discutir la mirada de los recursos con que contamos y cómo priorizamos”, manifestó en medio de la inquietud instalada en el oficialismo respecto de si los recursos a recaudar alcanzarán a cubrir todo lo comprometido en el programa.
“Hay una enorme cantidad de proyectos de ley. Hay que ver cómo priorizamos aquello, pero siempre pensando en los proyectos que a la gente le lleguen y le importen, ya que para eso estamos acá gobernando”, prosiguió la mandataria.
Esto en un contexto en que en julio se inician los primeros acercamientos con miras a la estructuración del presupuesto para 2016, ante lo cual las carteras enfrentan el desafío de ordenar sus tareas y necesidades.
La presentación de Valdés
Todos los secretarios de Estado habrían intervenido en el encuentro de ayer, aunque la exposición del titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, fue algo más extensa que la de sus pares y marcó del debate.
El jefe de la billetera estatal habría precisado las condiciones que afectan actualmente al panorama económico, como la desaceleración global y la baja en el precio del cobre. Así también, en una especie de sinceramiento fiscal, habría mostrado su preocupación ante las amplias expectativas que tiene la ciudadanía sobre los cambios que se estima que el gobierno podría lograr en el transcurso de este período presidencial -algo que ya había expresado el día lunes en el comité político a los presidentes de partido de la Nueva Mayoría. En este contexto, según definió Valdés, atraer una mayor inversión privada -brindando las condiciones para que ello ocurra- y abultar la capacidad de crecimiento de la economía, serán una tarea prioritaria para La Moneda.
El límite de las reformas
La cita se prolongó durante dos horas. Al finalizar la reunión el ministro vocero, Marcelo Díaz, precisó que el ritmo de crecimiento de la economía “nos obliga a hacer un ejercicio de priorización para poder cumplir con el compromiso que hicimos con los chilenos”. Según el secretario de Estado, “vamos a mirar el panorama económico para, a partir de ahí, tomar las decisiones sobre las prioridades fundamentales y también respecto a cosas que surgen como nuevas expectativas que, por cierto, es muy probable que no estemos en condiciones de abordarlas todas”.
La declaración de Díaz apunta precisamente a que las reformas no serán desplazadas del primer lugar en la lista de tareas del gobierno, aunque se hace un público reconocimiento de que la actual situación fiscal no permitiría posicionar nuevos compromisos y medidas en el discurso de La Moneda. De hecho, del encuentro de ministros trascendió que el mandato habría sido el de legislar e implementar exclusivamente lo que el programa de gobierno estipula, sin extender dichas promesas generando expectativas que en la práctica no podrán satisfacerse por un tema de presupuesto.
En esa línea, los ministros tienen poco margen para negociar con los actores que serán afectados con las reformas que llevan sus respectivos sectores. Se vio la semana pasada en el caso de Educación, cuando el titular del área, Nicolás Eyzaguirre, explicitó que “no hay más plata” para el proyecto de Carrera Docente. Ello, pese a que los profesores llevan casi un mes de paro exigiendo, entre otros puntos, un aumento en sus remuneraciones.
En tanto, pese a que Bachelet habría dejado en claro ayer que la “priorización” no tiene repercusiones en las reformas que ya están en curso, sí tendrá efectos sobre las promesas que están pendientes.
VALDÉS: "NO ESTOY HABLANDO DE UN AJUSTE"
Tras participar en el consejo de gabinete, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reafirmó las palabras del vocero de gobierno, Marcelo Díaz, en torno a una priorización de la agenda en el marco del contexto económico que enfrenta el país. Así el jefe de las finanzas públicas indicó que en el encuentro se trató especialmente la sana economía que tiene el país, pero reconociendo la desaceleración que enfrenta. Por esto, se apuntó a que el gobierno avanzará en las reformas comprometidas, pero a un ritmo coherente y responsable.
"Manteniendo nuestro foco claro hacia dónde vamos es responsable también avanzar a una velocidad coherente con los recursos existentes", explicó. Eso sí, aseguró que esto no significa descuidar en nada los "cambios principales" que están comprometidos, pero sí que se debe avanzar a un ritmo coherente para contener expectativas que están fuera de lo alcanzable. "No estoy hablando de un ajuste. Estoy hablando simplemente que el crecimiento del gasto tiene que ser a un ritmo menos rápido de lo que estábamos acostumbrados", puntualizó. Valdés enfatizó que "países responsables hacen política pública de manera que sea sostenible en el tiempo. No estamos para entrar en aventuras que después no sean posibles de mantener".
Sobre esta priorización que se comenzará a discutir, indicó que no hay plazos contemplados; que esto se debe mirar como un "proceso habitual" de cara a la discusión de Presupuesto y que, además, realiza un gobierno que mira el futuro para definir sus prioridades.
NM respalda revisión del gasto fiscal y apuntan a reducir costos mejorando la gestión sectorial
Además, piden a Hacienda sincerar si hay o no déficit estructural y cuánto dinero falta.
POR VÍCTOR HUGO MORENO
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha hecho un diagnóstico y ahora hay que ver el detalle de los exámenes, para comenzar el tratamiento. Esa es la principal conclusión que se extrae de los partidos de la Nueva Mayoría, al momento de evaluar el escenario económico que sinceró ayer el gobierno en el Consejo de Gabinete.
Para lo primero -el diagnósticovarios piden que Hacienda aclare el real estado de la hacienda pública y si nos encontramos o no en un estado de déficit estructural, rompiendo la regla fiscal que ha regido nuestro país desde el gobierno de Ricardo Lagos, o bien se trata de un mal cálculo en cuanto al verdadero costo que tendrían las reformas: "No es lo mismo cumplir expectativas y decir voy a recaudar tanto y no lo logro, pero en realidad lo logro pero quiero tener cero déficit estructural; o no se trata de déficit estructural, ni tampoco de expectativas, sino derechamente de que calculé mal los costos del programa", señala el jefe de bancada de diputados DC, Ricardo Rincón. En esa línea el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco, también apunta a que se debe analizar "si se está o no en una situación de déficit estructural". Ahora en cuanto al tratamiento y el ahorro de costos fiscales, varios miembros oficialistas coinciden en que el tema pasa por mejorar la gestión del Estado. "En temas como la salud y la educación, que son de alto impacto social, el debate sin duda pasa por la eficiencia en la gestión", señala el jefe de bancada de diputados PC, Daniel Nuñez. Velasco refuerza esa idea y alega que para ello es necesario nombrar luego a nuevas autoridades: "Hay que poner el acento en la gestión en ministerios sectoriales, como salud, redes asistenciales, obras públicas y tratar ahí de realizar un esfuerzo para reducir gastos. Y para ello es necesario hacer luego los nombramientos que faltan para que, sobre todo los gobiernos regionales, trabajen con normalidad"
Por su parte el jefe de bancada del PPD, diputado Jorge Tarud, celebra el sinceramiento del gobierno, y advierte que se debe volver a un "escenario de responsabilidad fiscal" mandando un mensaje al respecto: "los talibanes que tiene la Nueva Mayoría no nos van a ganar, los irresponsables que no se dan cuenta de la realidad". El parlamentario también espera que las nuevas prioridades sean debatidas entre el gobierno y los partidos políticos.
Daniel Nuñez, eso sí, advierte que cualquier giro que signifique volver a políticas neoliberales de ahorro fiscal, no contará con en el apoyo de su bancada.