La legislación es clara: el empleador debe cumplir con el principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres que presten un mismo trabajo. Así lo establece el artículo 62 bis del Código del Trabajo, que agrega que no son consideradas arbitrarias “las diferencias objetivas que se funden en las capacidades, calificaciones, idoneidad, responsabilidad o productividad”.
Sin embargo, la normativa es cuestionable desde el punto de vista de la “eficacia práctica”, según lo señala un proyecto de ley presentado en 2014 por senadoras del oficialismo y la oposición, que busca añadir al principio de igualdad a los conceptos “para un mismo trabajo o para un trabajo de igual valor” y garantizar la equidad “en cada elemento de la remuneración”, además de considerar discriminatorias “las distinciones retributivas basadas en el sexo”.
Según las últimas cifras del INE, los hombres perciben en promedio $ 587.807 y las mujeres $ 402.212, es decir, existe una brecha de ingresos por sexo de un 31,6%.
Pero quizá la conclusión más contundente es la que entrega el estudio ‘Mujeres trabajando’ de la Fundación Sol, donde ponderando condiciones similares para hombres y mujeres, tales como mismo sector económico, categoría de ocupación, igual oficio, escolaridad y experiencia, y mismo tamaño de empresa, la mujer gana entre un 20% y un 22% menos que los hombres. Es decir, afirma el investigador Gonzalo Durán, “existe una brecha de ingresos en desmedro de la mujer cercana a un 20% sólo por el hecho de ser mujer”.
No es prioridad
Pese a que el fenómeno preocupa, reducir la brecha salarial no es prioridad para el Ejecutivo. Así lo aclaró la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, cuando expuso la agenda laboral del gobierno en el Congreso.
Sí lo es, sin embargo, para la senadora y próxima presidenta de la comisión de Trabajo, Carolina Goic (DC), y para el actual titular de la misma instancia en la Cámara, Patricio Vallespín (DC).
“Para mí es importante sacar algunos proyectos que están en tabla, adicional a lo que ha planteado la ministra, como una ley para disminuir la brecha salarial entre hombres y mujeres”, señaló Goic, quien sostendrá una reunión con la ministra para abordar la “agenda laboral paralela” del Parlamento, donde también están la negociación del sector público y la subcontratación impropia.
Vallespín también consultará a Krauss su disposición a calificar con urgencia un proyecto de igualdad salarial presentado por diputados del PC, “para mejorar la moción y ver si ésta puede avanzar más rápido”, según expresó.
Otro legislador que está en la misma sintonía es el actual presidente de la Cámara, Osvaldo Andrade (PS), quien podría presidir la comisión de Trabajo a contar de marzo.
“Sería interesante que este gobierno, con las definiciones de la presidenta Bachelet, hiciera un esfuerzo más sustantivo en enfrentar la brecha salarial entre hombres y mujeres”, expuso el legislador cuando Krauss detalló la agenda laboral del gobierno.