Tras la polémica que se generó en torno al posible uso de máquinas o servicios automatizados para reemplazar a trabajadores en huelga, la Dirección del Trabajo finalmente emitió su pronunciamiento.
La DT señaló que la nueva legislación prohíbe el reemplazo en huelga y concede la posibilidad de hacer funcionar "restrictivamente" servicios mínimos y equipos de emergencia para proteger los bienes de la empresa, impedir emergencias ambientales o asegurar la continuidad de servicios de utilidad pública.
Respecto al uso de máquinas o sistemas automatizados en caso de huelga, la DT fue clara en señalar que "la utilización por parte de la empresa de un sistema automatizado, con ocasión y como respuesta a la huelga, cuyo resultado es eludir o mitigar sus naturales efectos, determinaría un ejercicio abusivo de las potestades empresariales y una conducta contraria a derecho, desde que tal medida empresarial incumple las condiciones que impone la ley al regular las atribuciones funcionales del empleador durante la huelga, provocando la consiguiente afectación ilícita de este derecho fundamental".
Sobre esta materia, el director del Trabajo, Christian Melis, precisó que la figura ilícita "se delimita en función de la acción de sustituir (reemplazar) y no en base al medio (personas o medios tecnológicos) a través del cual se materializa la conducta. Los medios corresponden a circunstancias que rodean la conducta infractora y la norma, en este caso, lo deja abierto, no lo limita a uno u otro".
Sin embargo, la DT fue clara en recalcar que la inclusión de nuevas tecnologías "supone para el Derecho del Trabajo un desafío permanente, la necesidad de adaptación de las fórmulas tradicionales a partir de las cuales se estructura el trabajo y se configuran las reglas protectoras".
En esa línea, el documento oficial añade que "en la actualidad el advenimiento vertiginoso de la inteligencia artificial y la robótica facilita que unos pocos reemplacen a muchos en el desarrollo de la actividad productiva, planteando con ello nuevas problemáticas en relación al ejercicio de los derechos fundamentales de los trabajadores", subrayando que "este es el caso del derecho a huelga y su ejercicio, pues qué duda cabe que las posibilidades de sustitución ya no simplemente se radican en personas sino crecientemente por medios automatizados".
En resumen, el dictamen señala que el reemplazo de los trabajadores en huelga puede ser realizado materialmente por personas o a través de máquinas, dispositivos o medios tecnológicos, en tanto, lo que interesa a estos efectos es la sustitución de las funciones o labores del trabajador en huelga y el resultado lesivo de la actuación empresarial, siendo indiferente el medio utilizado.
Reacciones
El ex subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, señaló sobre el documento que "lo que la DT está prohibiendo a través de este dictamen es el uso inusual o extraordinario que el empleador hace de los medios tecnológicos durante un proceso de huelga legal, por lo que se valida el uso habitual que exista de la automatización en una empresa, aún durante de huelga".
En esa línea, Arab precisó que "lo anterior, sin perjuicio de que igualmente pueda resultar discutible que el ilícito de reemplazo pueda ser realizado por máquinas, pues el tenor literal de la norma da a entender que el reemplazo ilegal debe ser ejercido solo por personas, al hablar el Código de "trabajadores reemplazantes".
Una opinión similar entregó Marcelo Albornoz, ex director del Trabajo, quien agregó que "este tipo de pronunciamiento finaliza un intento de parte de las autoridades de gobierno de tratar de reescribir un poco la reforma laboral, en términos de establecer una restricción absoluta más allá del texto de la ley".
Albornoz recalcó que este documento refuerza la necesidad de que el futuro ministro del Trabajo, Nicolas Monckeberg, en su gestión deberá afinar algunos pronunciamientos de la DT.
"Con este dictamen me termino por convencer de que una de las principales tareas que va a tener el próximo ministro del Trabajo será realizar una profunda revisión de las interpretaciones que ha hecho en el último tiempo la Dirección del Trabajo en materia de reforma laboral, no para que se reescriba la ley, sino que para que aquellos dictámenes que han tratado de reescribir la ley laboral puedan ser afinados".