Crece apoyo a idea de aumentar el cupo para trabajadores extranjeros en el país
Entre los encuestados se valoró la alta preparación de los migrantes y los efectos que producen en la contraparte chilena. Hoy el tema se debate en el Congreso.
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Más ejecutivos se comienzan a hacer eco de la posibilidad de que aumente la presencia extranjera en la planilla de trabajadores de las empresas locales. De hecho, según reveló un estudio realizado por la consultora Randstad sobre tendencias del mercado laboral, el 68% de los más de 700 consultados se inclinó a favor de que aumente el cupo para los migrantes.
Dicho porcentaje representa un alza de seis puntos porcentuales respecto al mismo ejercicio año anterior.
¿Qué se valora? En el grupo de características que rescataron los ejecutivos de recursos humanos se cuentan el manejo de inglés, alto nivel de educación y positivos efectos que generan en su contraparte en Chile.
“La llegada de migrantes ha sido positiva, considerando también el alto nivel de preparación que tienen”, sostuvo el director de Randstad Professionals, Gonzalo Casanova.
El representante de la firma especializada en temas laborales destacó a los venezolanos, pues según comentó, cuentan en promedio con cinco años más de estudios que los chilenos y la mayoría habla inglés, lo que no es tan frecuente en los colaboradores nacionales.
A principios de año, el gobierno calculó que la cantidad de migrantes en el país era de 1,2 millones, de los cuales un 23% corresponde a personas procedentes de Venezuela. Desde ese cálculo hasta mayo, la proporción de ha subido a 30%.
La alta presencia de extranjeros ha provocado, según Casanova, “que los empleados chilenos busquen perfeccionarse y actualizar sus conocimientos”, ya que desde su experiencia, en todos los mercados “la presencia de mayor competencia impacta de manera positiva, permitiendo mejorar el servicio entregado”.
Según el Workmonitor de Randstad, Chile lidera en Latinoamérica la percepción de que la presencia de extranjeros en la oficina mejora el clima laboral.
Además, el 64% de los chilenos considera que compartir funciones con foráneos agrega valor a su trabajo, lo que lo instala en uno de los primeros lugares a nivel mundial.
De 15% a 30%
Actualmente, el Código del Trabajo establece que un empleador debe contar mínimo con un 85% de trabajadores chilenos, lo que significa que el límite de extranjeros es de 15% en empresas de más de 25 colaboradores.
Sobre esto, Casanova recordó el proyecto de ley hoy en el Congreso que busca aumentar la cuota actual hasta 30%, considerando que la fuerza de trabajo ha aumentado en más de un millón de personas debido a la migración.
El ejecutivo afirmó que “de aquí a diciembre se espera que continúe el fuerte ritmo inmigratorio, especialmente de profesionales venezolanos”, y agregó que la situación “evidentemente genera presión en la velocidad y capacidad que tenga la economía chilena en la generación de nuevos puestos de empleo”.
Respecto a cómo enfrentar esta realidad, el representante de la consultora planteó que es fundamental que el país “se suba al carro de la transformación digital”, explicando que considera clave optar por el camino de la innovación.
Crece el número de argentinos que busca trabajo en Chile
Lentamente la presencia de los argentinos se empieza a notar. De hecho, Randstad ha observado un salto importante de postulaciones de trabajadores a ofertas de empleo, los que bordearon la centena en mayo-agosto.
El director de Staffing & Outsourcing de la compañía multinacional de recursos humanos, Francisco Torres, explica que "con la inflación, el poder adquisitivo de los salarios se ha desplomado y muchas personas han caído en la pobreza".
Sumado a eso, repara en que el Workmonitor de Randstad, estudio de tendencias laborales realizado en 34 países, muestra que el miedo a perder el empleo en Argentina subió 4,6 puntos porcentuales (pp) entre 2015 y 2019, llegando a 8,4% en el segundo trimestre del año. Una cifra que en Chile alcanza a 5,7%.
En los últimos cuatros años dejaron de funcionar en Argentina casi 20 mil compañías, la peor cifra desde 2001, lo que se debe principalmente a la menor demanda interna, al aumento del costo financiero (del capital de trabajo) y a la falta de previsibilidad para hacer negocios. "La recesión económica está generando un impacto a nivel generalizado en cuanto a los perfiles afectados, ya que personas con diferentes niveles educativos y jerárquicos han quedado sin empleo", dice Torres.