La creación de puestos de trabajo y el desajuste entre lo que buscan las empresas y las habilidades que tienen quienes buscan empleo son dos fenómenos que miran con especial preocupación los head hunters locales.
¿La razón? Está siendo recurrente ver vacantes sin cubrir al interior de las empresas, un fenómeno que toma fuerza en un contexto en el que la tasa de desocupación se ubica en 8,6% y la generación de empleo parece no terminar de despegar.
El sondeo, en el que participaron 30 reclutadores, consultó por las acciones que son más eficaces para incrementar el empleo formal. En este ámbito, un 75% eligió la opción de acelerar los proyectos de inversión.
Un tema en el que el Panel Laboral de la Universidad Andrés Bello -instancia liderada por el Instituto de Políticas Públicas y la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y Alumni de la casa de estudios- buscó profundizar para conocer la percepción de los reclutadores sobre las medidas más eficaces para activar el empleo formal a un año plazo y, al mismo tiempo, conocer más detalles del desajuste.
El sondeo, en el que participaron 30 firmas de head hunters, primero consultó por las acciones más eficaces para incrementar el empleo formal. En este ámbito, un 75% eligió la opción de acelerar los proyectos de inversión, seguido de lejos por los subsidios focalizados a nuevas contrataciones (13%).
Un resultado que, para Bernardita Mena, managing director de Stanton Chase Chile, refuerza la directa vinculación con el desempeño de la economía y las proyecciones de inversión.
En cambio, para Ariela Dymensztain, directora de AD Consulting, la medida más eficaz para aumentar el empleo “es el fortalecimiento de los subsidios e incentivos a la contratación, especialmente en PYME y sectores estratégicos. Esta acción tiene un efecto inmediato en la creación de puestos de trabajo, fomenta la formalización laboral y dinamiza la economía local”.
Con relación a los factores que más impactarían en la confianza de las empresas y, al mismo tiempo, en la generación de plazas laborales, el sondeo lo lideró la disminución de la tasa de impuesto corporativo (35%), una mayor eficiencia del gasto público (24%) y la reducción del gasto del Estado (19%).
“El aumento de la inversión pública impacta directamente en la creación de empleo formal al generar demanda de proveedores, contratistas y trabajadores en múltiples sectores. Además, proyecta estabilidad y previsibilidad para las empresas, fortaleciendo su confianza para planificar inversiones y contratar personas de manera formal”, dijo Patricia Codecido, de Global Jobs.
¿Desajuste?
En esta edición, se le consultó directamente a los reclutadores si creen que “la escasez de candidatos con capacitación idónea ha incrementado los costos de reclutamiento y extendido los tiempos de cobertura de vacantes”.
Y si bien un 71% dijo estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación, un grupo importante planteó que se están observando otros problemas.
“El costo del proceso de reclutamiento se mantiene, pero el costo de la contratación aumenta, ya que los salarios son más altos para quienes dominan capacidades escasas”, afirmó Franco Toselli, de IT Hunters.
Pamela Jiménez, de Equation Partners, agregó que desde su experiencia han observado que “nuestros clientes reportan escasez de candidatos idóneos en niveles intermedios y técnicos especializados. Este desajuste ha elevado significativamente los tiempos y costos de cobertura, obligando a procesos de búsqueda más extensos y personalizados, con filtros de validación más rigurosos y, en muchos casos, a reforzar la capacitación post-ingreso para asegurar el encaje con los requerimientos del cargo y del sector”.
Con respecto a las razones tras el desbalance entre las ofertas de empleo y la cantidad de personas que busca un trabajo, el estudio constató que para el 41,7% de los consultados se debe principalmente a poca oferta de trabajo, seguido del desajuste de habilidades (25%).
Este resultado, según el sondeo, evidencia que persiste un déficit de talento en ciertos perfiles.
El estudio mostró, además, que un 58% de los head hunters está de acuerdo o muy de acuerdo con que “las empresas están cada vez más dispuestas a invertir en capacitación para alinear competencias y elevar la productividad”.
Al preguntar por los instrumentos de política pública más eficaces para escalar la capacitación con compromiso de contratación, los modelos duales con currículum acordado entre empresa y centro formativo fue la opción predominante (37,5%).
Más atrás le siguió la franquicia Sence/OTIC (29,8%), el subsidio a la contratación con formación (16,7%) y el crédito tributario por gasto efectivo en formación vinculada a nuevas contrataciones (16,7%).
En esta oportunidad, también se les preguntó a los especialistas sobre los perfiles y competencias que deben priorizarse en programas de reconversión laboral. Aquí los más mencionados fueron: tecnologías de la información y datos (35%), logística (16,7%) y oficios especializados vinculados a industria y construcción (13,3%). Más atrás, pero en ascenso, se ubicaron energía (10%) y salud y cuidados (8,3%), temas que responden a la transición energética y al envejecimiento poblacional.
Para Sandra Bravo, economista e investigadora del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, los resultados del Panel Laboral UNAB “confirman que la reactivación del empleo formal depende tanto de la inversión como de la formación de capital humano. Acelerar proyectos, fortalecer la confianza empresarial y cerrar las brechas de habilidades son fundamentales para impulsar una recuperación sostenible del mercado laboral chileno”.