Hay situaciones excepcionales. Y una de ellas en el mundo económico es escuchar un discurso más bien de carácter político de parte del presidente del Banco Central. Es algo que, después de años, volvió a suceder el miércoles en la presentación del Informe de Política Monetaria (IPoM) que elabora la entidad encabezada por Rodrigo Vergara.
El economista advirtió que si bien el escenario interno no era el más óptimo, había que “tener cuidado” con las expectativas muy pesimistas e hizo un llamado “a todos los actores” para trabajar mancomunados para revertir la desaceleración del país.
El discurso no pasó inadvertido en el mercado y Vergara lo reforzó ayer ante los empresarios en Icare (ver nota relacionada), lo que fue interpretado entre los economistas como un cambio en el tono de parte del ente autónomo respecto de los acontecimientos que han marcado la economía en el último tiempo.
Es que si bien el emisor había puesto temas sobre la mesa desde el punto de vista técnico en los últimos informes -como el debate sobre la burbuja inmobiliaria, los altos precios de la energía y el proyecto de ley de deuda consolidada-, pocas veces el consejo había entrado tan de lleno en la coyuntura.
Las declaraciones de Rodrigo Vergara del miércoles fueron el punto cúspide de un análisis dentro del consejo del instituto emisor que comenzó a fines del mes pasado, con un hecho que marcó la pauta: el Indice de Actividad Económica (Imacec) de junio.
El sexto mes del año estuvo bajo las expectativas más pesimistas y creció apenas un 0,8% anual. De ahí en adelante, comenzó el trabajo del consejo de la entidad monetaria para preparar el informe de septiembre, pero con el ingrediente adicional de que debía enviarse un mensaje de alerta al sector privado y al mundo político: la situación es mala, pero no de recesión y requiere el esfuerzo de todos para revertirla.
El tema fue materia de análisis en varias reuniones y en los preconsejos de los martes y jueves en los que se preparó la exposición del miércoles.
Cerrando filas
Si bien las minutas de las recientes reuniones de política monetaria revelaban diferencias dentro del consejo sobre el énfasis expansivo de la política monetaria, dichas discrepancias no se habrían manifestado en la redacción del discurso con el que Vergara daría cuenta de la situación económica al país ante el Senado.
Este punto fue aplaudido por el mercado. Es que el hecho de que surgieran diferencias de opinión sobre la conducción de la política monetaria en el seno del consejo generó algo de ruido entre los agentes, por lo que un mensaje más consensuado en un tema tan importante como la señal política que se buscó dar en el IPoM fue agradecida por los privados. “No hay que dramatizar las últimas divergencias en el consejo. Es natural en una instancia con personeros de distintas sensibilidades políticas”, dicen en el mercado, donde varios recuerdan que en los últimos 14 años, ha habido 15 votos disidentes en las reuniones del consejo.
El mercado aplaude
Para los economistas, las advertencias y los llamados realizados en Valparaíso tienen una razón fundamental: dar cuenta de que si bien la política monetaria es necesaria y una herramienta útil, el ciclo bajista de la tasa no estaba teniendo los efectos esperados.
Para el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, lo que el Banco Central asume en su discurso es que deben cambiar las expectativas sobre la economía, antes que dar una mayor expansión a la política monetaria. “El Central reconoce que hay algunos elementos de la desaceleración que no puede controlar. Dice que controlar la incertidumbre y las expectativas no es sólo labor mía”.
Similar opinión tiene el economista de Scotiabank, Benjamín Sierra. “El Central recoge lo que se estaba viendo en las encuestas: que las expectativas están cayendo. Y lo que dice es que hay que trabajar todos para recuperar esas confianzas”.
Mientras para el subgerente de Estudios de Santander, Felipe Bravo, el emisor reconoció una realidad “que ya era evidente” en el mercado. “El gobierno está tomando una serie de medidas reactivadoras que son bienvenidas pero insuficientes. En ese contexto el Central, como cualquier agente racional, hace este llamado a cambiar las expectativas”.
El economista de Quiroz & Asociados, Jorge Quiroz, destaca que el instituto emisor se “da cuenta” de la complejidad real del panorama económico chileno. “El escenario sugiere que el Central debiera bajar las tasas, pero tiene el problema de que la caída en consumo e inversión hacen difícil revertir esa situación. A eso responde su discurso más político”.
En tanto, el economista jefe para Latinoamérica de Principal Asset Management, Valentín Carril, atribuye el tono más político al reconocimiento del emisor de un “shock de expectativas” en el mercado local.
“Vergara está buscando revertir ese shock de expectativas. La formá más rápida es retomando las confianzas, no haciendo otras políticas como bajar la tasa de interés o aumentar el gasto fiscal”, dice.
El factor Zahler
El tono del discurso de Vergara, particularmente la parte donde llamaba a los agentes a no “sobreexagerar” el ciclo de desaceleración de la economía, hizo recordar una célebre intervención pública del ex titular del emisor, Roberto Zahler (1991-1996).
Durante su presidencia en el instituto emisor, Zahler pronunció un discurso que hizo época, al tildar a los agentes del mercado de “maníaco-depresivos”, al sobreestimar los ciclos tanto alcistas como bajistas de la economía chilena.
La idea de enviar un mensaje similar -aunque en un contexto económico radicalmente distinto al de los `90- rondó en la sede del Banco Central durante la preparación de este IPoM, en parte debido a cierta exacerbación del escenario económico vigente de parte de algunos analistas.
“Los discursos son bien distintos en cuanto al contexto, pero no en cuanto al fondo: tendemos a creer que nos seguira yendo bien siempre y cuando se ve algo de incertidumbre, se comienza inexplicablemente a hablar de recesión”, grafica un economista.
Vergara descarta recesión e Imacec negativos en los próximos meses
Hasta el XX Congreso de Finanzas y Negocios de Icare llegó el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, para exponer el Informe de Política Monetaria (IPoM) ante el empresariado. Y en la ocasión, reiteró el mensaje más político con que se presentó ante el Senado el miércoles en Valparaíso.
"Somos una institución técnica, pero no implica que no podamos hacer ciertos llamados cuando hay una situación que lo amerita. Alguna gente consideró que el mensaje en el Senado tiene algunos elementos más políticos, pero no es primera vez que el Banco Central hace esto y tampoco creo que sea la última" dijo Vergara.
Asimismo, el personero puso paños fríos a algunas estimaciones que han surgido desde el sector privado respecto a que la economía entraría en recesión en el corto plazo, señalando que no es parte del escenario base tanto trimestres como meses puntuales de contracción.
"En nuestro escenario base no está presente una recesión. No sólo eso, no están presentes trimestres con crecimiento negativo. Hacer estimaciones de meses en particular es más complejo, pero no están presentes crecimientos negativos hacia adelante", sostuvo el titular de la política monetaria.
Asimismo, el economista señaló que la estimación de PIB potencial que realizó el consejo en el IPoM (entre 4% y 4,5%) debiera estar en línea con lo que el comité de expertos convocado por Hacienda presentará en los próximos días.
Respecto al ejercicio 2015, Vergara reiteró que será un año de una leve recuperación de la economía, aunque fue claro en que "hay que tener ojo", ya que el rango entre 3% y 4% que espera el emisor "sigue siendo un crecimiento bajo el PIB potencial".
El debut de Naudon
En el mismo contexto de Icare, hizo su debut en sociedad el nuevo gerente de Estudios del Banco Central, Alberto Naudon.
El economista, recién llegado desde el BCI -donde se desempeñó como economista jefe- reiteró el diagnóstico del instituto emisor de que las expectativas de inflación se mantendrán ancladas en torno a la parte media del rango meta. Es decir, 3%.
"No vemos ningún riesgo serio de desanclaje de la inflación", señaló el experto.
Asimismo, reconoció que el Central incluyó en sus modelos de IPC las alzas de precios derivadas de la reforma tributaria.