La reducción de 3,1% en los recursos de la Agencia de Calidad de la Educación (de $ 35.012 mil millones en 2016 a $ 33.954 mil millones el próximo año) despertó críticas de los parlamentarios oficialistas y de oposición que integran la cuarta subcomisión mixta de Presupuestos, quienes rechazaron la semana pasada los montos variables del capítulo, reduciendo $ 33.462 mil millones a sólo $ 1.000.
“El compromiso de este gobierno es poner el foco en la calidad de la enseñanza y eso no está”, sostuvo el jefe de la bancada de diputados de la DC, Fuad Chahín, quien aprobó el fuerte recorte.
El cuestionamiento es compartido por parlamentarios de todos los sectores políticos, no sólo en la Cámara, también en el Senado. “Tenemos que priorizar las reformas, como la nueva educación pública y la enseñanza superior; y dejar pendientes algunas cosas para el debate de la nueva Constitución, como la elección de intendentes”, solicitó el jefe de los senadores socialistas, Carlos Montes.
En los pasillos del Parlamento el diagnóstico es compartido: “Las prioridades del Ejecutivo no sintonizan con las prioridades de la ciudadanía”. No sólo en educación, aseguran, donde se podrían rechazar los recursos del programa de Apoyo a la Educación Intercultural Bilingüe (-10%), de las Becas de Mantención de la Junaeb (-2,4%) y de la Conicyt (-0,1%); sino que también en salud, por la ausencia de detalles sobre el plan nacional del cáncer y de la construcción de hospitales, además del bajo aumento (7%) del per cápita basal para atención primaria.
Así, dos de los tres ejes (el tercero es seguridad ciudadana) que el gobierno definió como prioritarios en el proyecto de ley de Presupuestos 2017 tienen, según legisladores de ambos bloques políticos, “una expresión muy débil en materia de recursos”.
El factor Sename
Otro elemento que podría profundizar la tensión entre el Congreso y Hacienda es la extrema situación que vive el Servicio Nacional de Menores (Sename), cuyo presupuesto crece sólo 3,6%. “Algunos temas deben tener una mayor expresión presupuestaria y los recursos comprometidos al Sename no sintonizan con la profunda crisis que atraviesa”, señaló el presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara, el diputado socialista Manuel Monsalve, quien advirtió que la bancada del partido podría rechazar este capítulo del Ministerio de Justicia, reduciendo el gasto de $ 180.991 millones a la simbólica cifra de $ 1.000.
Y los diputados socialistas no estarían solos. Podrían tener el inusual y oportuno apoyo de un grupo de parlamentarios de la UDI, que votarían en contra -y en general- el proyecto de ley de Presupuestos 2017, si el Ejecutivo no aumenta los recursos del Sename y no incrementa en más de un 10% la pensión y el aporte previsional solidario, como lo establece el proyecto de ley que esta semana debería despachar el Parlamento. Así lo manifestó el diputado gremialista que preside la primera subcomisión mixta, Felipe de Mussy, quien dijo que “ambos temas, pensiones y Sename, no se están viendo reflejados en el Presupuesto del próximo año”.
Incluso, la posibilidad de votar en contra del Presupuesto fue analizada por la directiva de la UDI junto a sus diputados y senadores, aunque se desechó por “falta de piso político”, según comentan desde la colectividad.
De todas formas, un número importante de parlamentarios mantendría esa postura, en un debate donde el gobierno no tiene asegurado los votos, como lo han demostrado los debates sobre el reajuste del sueldo mínimo y el incremento de las remuneraciones de los trabajadores del sector público (en pleno desarrollo) y las reformas educacional y laboral.
Cambio de rumbo
“Hay una condición novedosa que es el resultado electoral y eso implica que hay que hacer una reflexión más amplia sobre estos temas (salud, educación, seguridad ciudadana y pensiones). Probablemente el enfoque que teníamos hace unos días atrás hoy esté en la obsolescencia”, advirtió el presidente de la Cámara, el diputado socialista Osvaldo Andrade.
Al interior del oficialismo concuerdan en que la elección municipal debe ser una variable a considerar en el debate presupuestario. Si bien no modificando la base del proyecto, sí redefiniendo algunas prioridades y reasignando recursos a temas de alto interés, tanto en la dimensión política y social, como económica. Por ejemplo, fomentando la inversión para crear empleos y evitar que la desocupación aumente.
“Lo importante es cómo reactivar la economía, con inversión pública que movilice la inversión privada”, expuso el senador Montes.
El presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, complementó: “Hay que atraer inversión, especialmente de carácter social, en educación, salud y seguridad ciudadana, con programas que tengan resultados en el corto plazo. En vivienda, construir; en salud, reducir las listas de espera y atención primaria; y en educación, sacar la reforma a la enseñanza superior e implementar la nueva educación pública”.
En la misma línea, el diputado Chahín consideró que si bien “se realizó un esfuerzo en el proyecto de Presupuestos 2017, eso se debe profundizar aún más, aumentando la inversión para generar reactivación y mayor dinamismo en la economía”, ya que, a su juicio, “la gente le tiene temor a que se incremente el desempleo”.
En la vereda opuesta, donde piden hace meses al gobierno “corregir el rumbo”, ahora llaman a la cautela y a mantener sin grandes modificaciones el Presupuesto 2017, pese a tener varias discrepancias. El diputado de la UDI que integra la tercera subcomisión mixta, Patricio Melero, sostuvo que “el Ejecutivo ya señaló sus prioridades en el proyecto y debe ser coherente. No lo puede cambiar por el resultado de una elección”.
Aún así, en el oficialismo concuerdan en que las elecciones “inevitablemente se tienen que considerar en el debate presupuestario”.