Pablo Sepúlveda, jefe de asesores de campaña de Jaime Mulet: “El concepto base es que el Estado intervenga cuando los privados no puedan desarrollar ciertas actividades”
El ingeniero industrial, con experiencia en proyectos y centros de investigación, profundiza en las líneas principales del programa de la carta a La Moneda de la Federación Regionalista Verde Social.
Fiel a su nombre, el programa de Gobierno de la Federación Regionalista Verde Social, que está detrás de la candidatura presidencial del diputado Jaime Mulet, buscó impregnarse -a través de una consulta participativa- de las voces a lo largo del país y con un foco medioambiental sobre las transformaciones que desde la centroizquierda esperan implementar de llegar a La Moneda.
¿Qué significa eso? La respuesta viene del jefe de asesores del comando del parlamentario, Pablo Sepúlveda, quien explica que se trata de comprometerse con el desarrollo económico no tan solo desde la perspectiva central o de solo los grandes capitales, sino que desde el plano local y regional.
“Creemos fuertemente en una comunión entre la labor del Estado central, la labor de los gobiernos regionales y la labor de las empresas privadas y públicas”, dice el ingeniero industrial de la Universidad de Santiago en el podcast Contrafactual, conducido por Jorge Fantuzzi, en alianza con Diario Financiero.
“Creemos fuertemente en una comunión entre la labor del Estado central, de los gobiernos regionales y de las empresas privadas”.
“El concepto base es que el Estado intervenga únicamente cuando los privados no puedan desarrollar ciertas actividades económicas”, añade, con una experiencia que lo ha llevado a gestionar la creación de proyectos y centros de investigación y desarrollo. En la misma Usach fue gerente del Centro de Excelencia en Nanociencia y Nanotecnología; después en la Universidad Católica fue subdirector del Centro de Innovación Angelini y en la Universidad Chile fue subdirector de relaciones con la Industria en la vicerrectoría de Investigación.
“Siempre he sido ecologista. Pertenecí a un movimiento ecologista que participó en la campaña para la elección del Presidente Boric. Y ahí fuimos invitados como movimiento a integrarnos a la Federación Regionalista Verde. Ahí, a través de su presidenta, Flavia Torrealba, nos integramos, como movimiento al partido. Desde esa época milito en la FRSV”, relata sobre su acercamiento con Mulet.
- ¿Lo que a ustedes les interesa es potenciar el principio de subsidiariedad?
- Claro, pero con énfasis regional y verde. En este momento, tenemos gobiernos regionales, universidades regionales, que aún no forman la cantidad de personas requeridas en las regiones y ciencia y tecnología para un desarrollo económico basado en conocimiento. Tenemos una concentración de las capacidades a nivel central y en dos regiones adicionales; y, luego, tenemos una disparidad en el desarrollo económico, donde por ejemplo, en Antofagasta tenemos un ingreso per cápita de US$ 50.000 y en La Araucanía menos de US$ 10.000.
Un elemento esencial es que las capacidades para el desarrollo económico, tanto privado como público, sean desarrolladas en las regiones.
“La estructura tributaria actual no es algo que pretendamos cambiar”.
- ¿Y qué propuestas tienen en materia de desarrollo de la región?
- La transferencia de capacidades desde el nivel central al regional, partiendo por la capacidad de implementación de la política pública por medio de los gobiernos regionales (...) El proceso de transformación, de transferencia de capacidades, ya empezó, pero tiene que continuar.
- O sea, con las actuales capacidades del Estado y de políticas públicas, ¿la idea es poner un especial énfasis en el desarrollo regional? Que si la Corfo hoy tiene capitales semilla, ojalá que esos capitales estén distribuidos en empresas de regiones...
- Es eso y más. Si bien el diagnóstico no es compartido por el común de las personas, el Estado tiene un nivel de eficiencia alto en su intervención. Por ejemplo, en la promoción de emprendimiento, el nivel de injerencia sobre los distintos procesos que tienen que ver con la sofisticación de la economía. Corfo, por ejemplo, desarrolla un rol fundamental y también distintas otras entidades que fomentan la creación de nuevas empresas.
Entonces, se tiene que no solamente promover aún más lo que existe, sino que crear entidades de interfase, políticas específicamente dedicada a la regionalización y al ingreso en el mundo verde y en la nueva tendencia de transformación del trabajo, que es la Inteligencia Artificial con medidas adicionales a las existentes (...).
Por ejemplo, algo que partió en este Gobierno, pero que debe ser implementado en el siguiente es la Banca Nacional del Desarrollo, que es un proyecto esencialmente de la disponibilización de capitales en donde en este momento ni lo privado ni lo público invierte, pero que son requeridos para sofisticar la matriz productiva.
Ya tenemos una Ley de Royalty, pero tiene que existir no solo la disponibilidad presupuestaria, sino que la capacidad de implementación de esos presupuestos, así como las políticas que definen los usos locales pertinentes regionalmente.
- ¿Cuáles son esas ideas en la línea de fomento productivo?
- Lo primero es tener claro que la Productividad Total de Factores (PTF) está estancada hace más de dos décadas y la mejora de los elementos habilitantes para el desarrollo estructural del país en el largo plazo tiene que ver con las capacidades basales y estas tienen que ver con una inversión en el desarrollo de ciencia y tecnología y de capital humano.
Entonces, lo primero que hay que plantearse es un acuerdo que se propone transversal a todos los sectores políticos, en que todos pensemos que vamos a gastar más en resarcir este déficit estructural que nos limita en nuestro PIB, en nuestro desarrollo de mediano y largo plazo.
Una medida concreta es una inversión en una agenda de mediano plazo para la formación de profesionales especialistas y capital humano avanzado. Lo segundo, es una inversión en toda la red de soporte a la creación de valor a partir del conocimiento. Y, finalmente, es un financiamiento aún mayor de iniciativas que transformen la matriz productiva, porque existe un financiamiento actual, pero es muy bajo comparativamente a nuestro nivel de ingreso.
- ¿Y qué implica el pilar verde?
- Antes se podía considerar un proyecto desde el punto de vista económico, luego ver su impacto en la sociedad y, finalmente, en el ecosistema ecológico. Todo eso, que era un diagrama que tenía un punto en común y eso se llama sustentabilidad, ahora es concéntrico. La limitación al extractivismo que implica la perspectiva ecológica, la sustentabilidad, es algo que es transversal y, aunque existe una impresión por parte de algunas personas de que eso limita el desarrollo económico, en realidad potencia el desarrollo económico el tener una perspectiva verde. Por ejemplo, el desarrollo de la energía solar, de la eólica, son elementos relevantes, porque son habilitantes al desarrollo de otras industrias con energía más barata y sustentable.
Otra de las medidas es la promoción efectiva de un polo de hidrógeno verde. Ya existe un nivel de avance, pero que para que sea capitalizado en valor para la sociedad, tiene que avanzar mucho más sustantivamente.
Por otra parte, tenemos un déficit de vivienda en el país, y eso que tiene un alto costo también es una oportunidad para la transformación de esta industria que es particularmente adversa a la inclusión de estos conceptos por considerarlos caros. Sin embargo, si esto es una política de Estado en lo que lo que se puede hacer es que las nuevas casas estén en estándar verde ya. Eso es algo realmente relevante.
- ¿Cuál es su visión respecto a cómo se debería desarrollar la industria de los minerales críticos?
- Una visión pública y privada y fortalecer el avance de la industria, continuar explotando los minerales que tenemos por nuestras ventajas comparativas, pero avanzar en el valor agregado. Nosotros proponemos explícitamente la creación de dos fundiciones de la más alta tecnología. Eso tiene un costo de alrededor de US$ 1.700 millones si quisiéramos ambas. Sin embargo, existen formas de ingreso de interesados en esta lógica público-privada que podrían hacer que el costo para el Estado sea mucho muy inferior. Lo otro, es aumentar la explotación, pero siempre en consonancia con nuestra visión ecosistémica, sin afectar negativamente los ecosistemas locales para la explotación.
- ¿Por qué habría que votar por Jaime Mulet?
- Es bonita esa pregunta. Nosotros somos regionalistas y verdes y la única propuesta que pone énfasis en estos dos elementos, que puede que no sean los más populares en este momento. Pero que, desde mi punto de vista, implica la subsistencia no solamente de la sociedad como la conocemos, sino que del ser humano en el largo plazo. Puede que mucha gente no se haya dado cuenta, pero incluso algunas de nuestras candidaturas en que estamos en competencia, que no se hayan dado cuenta aún que toda decisión económica social, tiene que ver con la interacción con el ecosistema.
“Una inyección de tecnologías de información tipo IA implica un aumento del PIB potencial en punto y medio”
Aunque el tema tributario no es parte del foco del programa, sí plantea la importancia de pensar en algún rédito de actividades en regiones.
A la hora de profundizar en las inversiones necesarias para que el país continúe una tendencia de crecimiento y, además, se haga cargo del estancamiento de la Productividad Total de Factores, Sepúlveda destaca el plan de construcción de viviendas para enfrentar el déficit de stock de vivienda particularmente en los sectores medios y sectores bajos.
Y agrega que otro de los elementos relevantes es la sistematización de información y de las tecnologías de información, incluyendo particularmente la Inteligencia Artificial en los procesos de administración del Estado. “Con una inyección de tecnologías de información tipo inteligencia artificial implica un aumento del PIB potencial en un punto y medio”, dice.
- ¿Tienen alguna estimación del costo del programa de gobierno más allá del plan incentivo de viviendas que quieren impulsar?
- El plan de vivienda está en torno a los US$ 2.500 millones en los próximos cuatro años.
- En materia de impuestos, ¿cuál es la propuesta o está bien la carga tributaria actual?
- La estructura tributaria actual no es algo que pretendamos cambiar. Existe un respeto por las condiciones actualmente determinadas y que son un equilibrio en el país que ha permitido el desarrollo y la inversión. Por lo tanto, no es el foco de nuestro programa económico.
Lo segundo, es que si es que existen industrias que desarrollan su actividad sin dejar localmente los réditos que desde nuestro punto de vista les correspondería a dejar, ahí se podría intervenir, pero siempre desde una perspectiva en comunión con todos los incumbentes.
- ¿Se han fijado alguna meta de crecimiento anual o para el periodo en el caso de ser elegido Presidente?
- Entendemos que el fenómeno económico difícilmente es controlable desde una propuesta de expectativa y que mayormente tiene que ver con elementos que están fuera del control, que tienen que ver con el movimiento económico a nivel internacional. Por lo tanto, en ese supuesto es que no hemos definido un número, un guarismo como meta propia, porque sería muy aventurado decirlo. No creo que desde supuestos científicos racionales podamos llegar a una propuesta distinta a la que los organismos internacionales expertos entregan. Entonces, en ese sentido tomamos los valores que nos dan las entidades expertas que siempre son en torno al 3%.