Pasado el mediodía de este jueves en que se conmemora el Día del Trabajador, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), David Acuña, subió al escenario en el que estaba previsto que diera el tradicional discurso al concluir una nueva marcha.
Desde dicha tribuna, el líder sindical emplazó a las autoridades a avanzar en materia de derechos laborales.
El dirigente manifestó que “nuestra agenda futura es clara: salario vital, negociación ramal, pensiones dignas y sala cuna con perspectiva educativa”. Precisó que tales demandas no son aisladas, sino que “son parte de una visión del país que queremos construir colectivamente: un país justo, solidario, con derechos garantizados y con un Estado que esté al servicio de la gente y no del gran empresariado”.
Particularmente, Acuña puso énfasis en el aumento del sueldo mínimo y su importancia para superar la línea de la pobreza en Chile. “En estos últimos años logramos el mayor avance del salario mínimo en las últimas dos décadas: llegamos a los $ 500 mil, hoy tenemos $ 529 mil y llegaremos a los $ 539 mil pesos, superando los $ 500 mil del programa del actual Gobierno”, señaló, refiriéndose al acuerdo que logró la asociación gremial con el Ejecutivo el pasado miércoles.
No obstante, pese a reconocer el avance, señaló: "Sabemos y estamos conscientes que no es suficiente" y apuntó a la medida de salario vital. “Cuando hablamos de salario vital hablamos de dignidad (...), porque es fundamental abordar la discusión de un salario, que crezca al mismo nivel del alza del costo de la vida”, agregó.
En todo caso, a juicio de Acuña, la transformación más importante y que "aún sigue pendiente" es la negociación ramal. "Se han forzado en nombrarla como multinivel, para esconder los derechos arrebatados por el plan laboral de la dictadura”, expresó.
“No es solo un acto reivindicatorio, sino es un bien superior que fortalece el diálogo social. Busca crear garantías mínimas que respondan a las nuevas relaciones laborales y necesidades de cada sector, fortaleciendo la negociación colectiva (...). Busca generar equidad entre los trabajadores y trabajadoras de un mismo sector productivo, busca responder a las necesidades de una misma realidad”, enfatizó.
Al respecto, el líder gremial destacó que lograron establecer un cronograma con el Gobierno para discutir los distintos puntos y poder avanzar en el proyecto.
Respecto a la nueva ley del sistema de pensiones y que fue fruto de un acuerdo tras varios años de intentos sin éxito para aprobar una reforma, aseguró que "señalamos la urgencia de una reforma previsional profunda, que deje atrás, de una vez por todas, el fracasado modelo de las AFP". Acuña aclaró que "no hemos abandonado la lucha por las pensiones dignas".
Emplazamiento a autoridades políticas
Junto con las demandas que desde el gremio aún estiman que siguen pendientes, el presidente de la CUT también valoró los avances en materia laboral que se han conseguido en los últimos años, como la Ley de 40 horas, la Ley Karin, el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el reciente aumento del salario mínimo, entre otros.
“Fuimos nosotros los que hemos impulsados las grandes transformaciones laborales (...). No son logros del Gobierno o un slogan para campañas políticas, son demandas justas, que desde el trabajo y el diálogo constante hemos alcanzado”, remarcó.
Acuña también dedicó parte de su discurso para emplazar a las autoridades y específicamente a los candidatos presidenciales de cara a las próximas elecciones de este año. “Exigimos a los candidatos y candidatas presidenciales del progresismo que incluyan el trabajo decente, la negociación ramal y salario vital en sus programas de gobierno, y que escuchen la voz de las y los trabajadores organizados”, manifestó.
El dirigente también arremetió contra la derecha y apuntó a los candidatos del sector que están compitiendo en la carrera a La Moneda. “Lo único que esperamos es violencia y represión de un gobierno de derecha, de todas las derechas”, dijo, y agregó que “el candidato libertario y el republicano —refiriéndose a Johannes Kaiser del Partido Nacional Libertario y José Antonio Kast del Partido Republicano, respectivamente— no creen (...) en que los trabajadores tengamos condiciones laborales decentes”.
“No da lo mismo quien nos gobierne. No da lo mismo quien legisle nuestras leyes. No da lo mismo quien guíe nuestros destinos”, sentenció.