El fundador, presidente y consejero delegado de Starbucks, Howard Schultz, respaldó ayer en Madrid un nuevo impuesto para las grandes fortunas de Estados Unidos, pero defendió la necesidad de establecer al mismo tiempo un “enfoque equilibrado” para aumentar los ingresos y reducir el déficit. “Los políticos de Washington tendrán que estudiar otras muchas alternativas para recuperar la confianza”, dijo Schultz durante la presentación de su libro, El desafío Starbucks.
Una de esas medidas, apuntó, puede ser que los más ricos aporten más, pero, en su opinión, “no se pueden quedar ahí” y tiene que haber un “enfoque equilibrado”.
Con respecto a establecer nuevos negocios, Schultz afirmó que contempla adquisiciones de empresas del sector de alimentación y bebidas para “añadir valor” al grupo, y subrayó las perspectivas de crecimiento en China, donde la empresa prevé aumentar de 700 tiendas actuales hasta “miles”.
“Si Starbucks fuera un libro, estaría en los primeros capítulos de desarrollo y de crecimiento”, apuntó, tras resaltar que el grupo cuenta con US$ 2.000 millones en su caja.
El veterano directivo también aludió al potencial de nuevos productos, como el café soluble Via y las cápsulas de café que, según estimó, serán negocios de US$1.000 millones, “en un período muy corto de tiempo”, así como a las oportunidades que plantea la cadena de cafeterías Seattle Best Coffee, adquirida por Starbucks en 2003.
Schultz destacó la importancia de mantener el equilibrio entre “beneficio y conciencia social” y, como consejo a otros empresarios en el actual contexto económico, sostuvo que “abrazar el status quo no es una receta para el éxito, porque uno tiene que reinventarse”, apuntó.
Con más de 17.000 tiendas en 57 países, entre los que se incluye Chile, Starbucks ganó US$ 887,4 millones en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, un 33% más, y elevó sus ventas un 10,2%, hasta US$ 8.680 millones.