El avance del proyecto "No + TAG" activó las alertas en las concesionarias de infraestructura vial. La presidenta del gremio y exministra de Transportes, Gloria Hutt, fue clara: "Eliminar la multa del TAG pone en riesgo el sistema de concesiones. Es un cambio en las reglas que afecta a toda la asociación público-privada, no solo a las carreteras".
"Si no hay multa, el mensaje es "pase no más" y tiene varios impactos, no sólo que la gente no pague", explicó. Por de pronto, esta medida "puede aumentar la congestión y afectar la calidad de servicio para el resto de los usuarios que sí pagan", alertó en entrevista con Radio Pauta.
La dirigenta precisó que la medida no solo genera un incentivo a dejar de pagar, sino que transmite al sistema financiero un mensaje de incertidumbre respecto de contratos vigentes.
La exministra explicó que más del 95% a 97% de los usuarios paga sus cuentas por transitar en carreteras y autopistas, mientras que menos del 5% sería beneficiado con la medida. Por lo mismo, estima desproporcionado generar un impacto estructural para resolver una situación minoritaria.
Planteó que la multa -que no va a las arcas de las empresas, sino a los municipios- es una herramienta para garantizar el pago dado que las compañías no pueden interrumpir el servicio, en este sentido, el tránsito por la infraestructura vial. En otras prestaciones
Hutt planteó que, si el objetivo político es reducir el monto de la multa, esa discusión debe darse dentro del sistema de infracciones del tránsito y no alterando un contrato público.
La presidenta de Copsa insistió en que el modelo chileno de concesiones es considerado un referente internacional gracias a su estabilidad. Por lo mismo, hizo ver en que cualquier ajuste debe hacerse con responsabilidad jurídica y técnica, sin modificar de manera repentina las reglas del juego.