Esta mañana la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer la Segunda Evaluación de Desempeño Ambiental (EDA) realizada a Chile, tras una primer informe de este tipo realizado en 2005, el que entrega 54 recomendaciones para avanzar durante los próximos diez años hacia un desarrollo económico más sustentable.
En cuanto a la gestión de los residuos, la OCDE indica que la generación de desechos aumentó en un 30% en la década del 2000, y que nuestro país aún no cuenta con una industria del reciclaje, por lo que recomienda aprobar la ley marco de gestión de residuos, así como fomentar la disminución de la producción de desechos, el reciclaje y la reutilización.
En cuanto a la calidad del aire, el informe indica que a la par con el crecimiento del país se han incrementando los contaminantes del aire, al tiempo que destaca la disminución de las emisiones de óxido de azufre, nuevas normas de emisiones para centrales termoeléctricas y fundiciones, así como el refuerzo de las normas sobre emisiones vehiculares.
Junto con ello indica que, pese a que se están aplicando normas ambientales sobre los principales contaminantes, incluido el material particulado fino, aún cada año el 15% de la población se ve expuesta a altas concentraciones de este contaminante.
Respecto de la gestión del agua, la evaluación de la OCDE indica que el crecimiento económico, el mayor consumo de agua y el cambio climático agravaran el déficit estructural de este recurso, al tiempo que señala que desde la adopción del Código de Aguas en 1981 la asignación y el uso de los recursos hídricos se basan en un sistema de derechos negociables donde una reglamentación y transparencia insuficientes se han traducido en asignaciones excesivas y una extrema concentración de los derechos, la sobreexplotación de algunos acuíferos, escasez de agua potable en zonas rurales t conflictos entre los usuarios.
Por ello, la OCDE propone adoptar un enfoque basado en riesgos para la gestión de los recursos hídricos, concebir e implementar un nuevo régimen de asignación de aguas, desarrollar una estrategia para evitar la asignación excesiva en cuencas y acuíferos donde asignaciones de derechos excedan su capacidad sostenible, y seguir expandiendo la cobertura de las normas sobre calidad del agua.
Al respecto, el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, explicó que "en muchas de esas recomendaciones ya registramos avances importantes, con en el caso de la gestión de residuos y los instrumentos para disminuir la contaminación del aire, y ciertamente en otros requerimos de mayores esfuerzos. Son propuestas que, además, apuntan a avanzar hacia un modelo de desarrollo distinto, más verde y sustentable, y recogemos con gusto ese desafío".
Institucionalidad ambiental
Esta segunda Evaluación de Desempeño Ambiental aplicada a Chile se centra en el período 2005-2015, y en ella se valoran los progresos realizados en el país en cuanto al fortalecimiento de las instituciones ambientales y el marco normativo, con la creación en 2010 del Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia del Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y los Tribunales Ambientales.
Esto, junto al establecimiento de un Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, ha ayudado a elevar el perfil de la política ambiental, al tiempo que ha contribuido a aclarar las responsabilidades de la gestión ambiental y el desarrollo sostenible dentro del gobierno.
Sin embargo, señala la evaluación de la OCDE, si bien el importante crecimiento económico de Chile en los últimos 15 años ha ayudado a mejorar el bienestar de la población, el modelo económico basado en los recursos naturales ha empezado a mostrar sus límites con un incremento de las presiones ambientales. Por ello, agrega, las políticas en esta materia deben ser aplicados rigurosamente en la próxima década para mostrar los efectos positivos y deseados sobre el medio ambiente.