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Andina y Embonor enfrentan nueva demanda y arriesgan multa de hasta US$ 40 millones

Proceso ante el TDLC se suma al requerimiento que presentó hace unas semanas la Fiscalía Nacional Económica.

Por: | Publicado: Jueves 2 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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J.C.Prado / S.Burgos


Un nuevo proceso deberán enfrentar dos de las embotelladoras que tienen la franquicia de Coca–Cola en Chile: Andina y Embonor. Esto, tras la presentación de una demanda ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, donde la Embotelladora Latinoamericana S.A. (ELSA), que comercializa las marcas Ship y RC Cola, pide que se les aplique a cada una la multa aproximada de US$ 20 millones por excluir sus productos del mercado.

La acción de ELSA se suma al requerimiento presentado hace poco más de un mes por la propia Fiscalía Nacional Económica (FNE), documento en el que acusa a ambas compañías de abuso de posición dominante frente a las llamadas “Marcas B”. De hecho, la propia empresa ELSA es mencionada en este requerimiento. 


Incentivos anticompetitivos 


La demanda que redactó en representación de ELSA el abogado Julio Pellegrini, del estudio Pellegrini & Urrutia, acusa uso de incentivos anticompetitivos desplegados por las embotelladoras. Según detallan, estas conductas implican el pago de premios y el condicionamiento de diversos beneficios a la no venta, exhibición y/o publicidad de las “Marcas B” y entregar coolers o refrigeradores a cambio de su uso exclusivo con marcas del sistema Coca-Cola, e incluso, de la exclusión de las “Marcas B” del establecimiento de venta.

“El obstáculo estratégico desplegado por las demandadas es tan reprochable como efectivo. Esto pues no sólo ha logrado cerrar o restringir el acceso a numerosos puntos de venta, sino que asimismo impide contar con una estructura de costos competitiva en aquellos casos a los que sí logra entrar”, recalca la presentación.

Además, se señala el uso de la bebida “Taí” como herramienta de exclusión a través de diversas estrategias, como la reducción artificial de precios, la venta atada y la discriminación arbitraria de precios. Para graficar esto, la demanda muestra que mientras el precio de la bebida marca Coca-Cola ha subido un 25% los últimos cinco años, el precio de “Taí” ha bajado un 3%.

Según destaca que el gerente comercial de ELSA, Mario Sales, “las conductas de las embotelladoras de Coca-Cola han causado un grave perjuicio a la empresa. A causa de ellas, hemos dejado de vender cada año más de 25 millones de litros de nuestras bebidas”.



Efectos


Las consecuencias de estas conductas sobre las empresas, en este caso ELSA, es que su participación de mercado “no sólo es significativamente menor, sino que ha decrecido en los últimos años”.

De acuerdo a datos entregados por la compañía, pasaron de tener una participación de mercado de 4,8% en 2005 a 2% durante el año pasado.

La demanda, sostienen en el texto, se sustenta en que las estrategias anticompetitivas de las demandadas son particularmente graves, si se considera que “han lesionado a todos los agentes que participan en el mercado de las bebidas carbonatadas. Asimismo, incrementa su gravedad la forma abusiva e intimidatoria con que las demandadas han implementado tales prácticas en el canal tradicional”.

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