Baker & Mckenzie busca adelantar tendencias en materia legal
La oficina de Santiago es liderada por Antonio Ortúzar y León Larraín y cuenta, en total, con 50 abogados en sus filas.
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La oficina de Santiago de Baker & Mckenzie está compuesta por 50 abogados. Y a nivel mundial, la firma cuenta con cerca de cuatro mil abogados y 600 socios.
Un dato no menor, dice León Larraín, socio del estudio, quien señala que la naturaleza multinacional de la oficina de abogados les permite, entre otras cosas, estar siempre al tanto de lo que ocurre en materia legal a nivel internacional y además “ir adelantando las tendencias que se van presentando a nivel global”, sostiene.
Baker & Mckenzie en Chile cuenta con siete socios internacionales Antonio Ortúzar, Antonio Ortúzar Vicuña, León Larraín, Rodrigo Díaz de Valdés, Andrés Wagner y Jaime Munro.
El estudio ha participado en un sinnúmero de casos relevantes en el país, por ejemplo: representando a Codelco, en la pugna de la minera estatal con Anglo American; en los litigos de Bocamina; Campinche; en el caso La Polar, representando a dos AFP, entre otros.
Compliance
Para León Larraín el rol de los estudios de abogados ha cambiado radicalmente de un tiempo a esta parte. Si hace años eran reactivos, y asesoraban a una empresa cuando ya estaba en medio de un problema judicial, por ejemplo, hoy el rol de una oficina de abogados es asesorar a las empresas antes de que ello ocurra. “En Baker & Mckenzie acompañamos a los clientes (...) Hoy los estudios modernos asesoran de manera preventiva y además entienden muy bien el negocio de sus clientes”, explica. Todo esto además, de la mano de la tendencia cada vez mayor de aplicar compliance, que no son otra cosa que programas o mecanismos de prevención, de detección y de control de daños, que brindan pautas internas acerca de las correctas formas de reacción ante diversas materias.
“Los entrenamos cómo actuar dentro del marco legal con buenas prácticas de manera de no afectar el resto del mercado, de los competidores, en el caso de libre competencia, por ejemplo. Es un tema muy complejo, hoy para una compañía perder su prestigio es perder su nombre y perder valor y hoy el compliance es una de las principales preocupaciónes de las compañías”, dice Larraín