Desde hace algún tiempo que ya es un fenómeno generalizado. Cada vez es más difícil encontrar cajeros automáticos operativos, que no tengan lo que a estas alturas se podría considerar como el tradicional cartel "Fuera de Servicio", "En Mantención" o "Sin Dinero" pegado con cinta adhesiva.
Esto se suma a que la disponibilidad de los dispensadores continúa cayendo sostenidamente, ubicándose por debajo de los 8.000 a septiembre pasado.
Desde la banca, reconocen que un gran número de dispensadores se encuentra actualmente en proceso de renovación para cumplir con standards más estrictos de seguridad, los que están contemplados en las medidas que exige el decreto 222 del Ministerio del Interior.
Sin embargo, señalaron que en distintos tipos de comercio (independiente de su facturación y puntos de atención), la administración opta por evitar que éstos sean usados con los citados avisos, bajando así las probabilidades de que sean víctimas de un asalto. Esta situación, según comentaron los mismos ejecutivos, no ha hecho más que acentuar la molestia de los clientes.
Y esa sensación se ha centrado, principalmente, en los bancos, a pesar de que según comentaron fuentes del sector, el retail tendría una cuota de responsabilidad al estar los cajeros emplazados dentro de sus instalaciones. Además, enfatizaron que esta situación es sumamente relevante, dado que más de la mitad de las máquinas expendedoras de dinero que se encuentran disponibles a lo largo del país se ubican al interior de los comercios.
Pocas facilidades
Pese a que el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Jorge Awad, aclaró que no han realizado ningún reclamo formal por el tema -ya que están enfocados en el cumplimiento de las medidas que impone la autoridad-, varias entidades financieras confirman que la molestia existe, y que el comercio se mantiene inflexible en su postura.
De hecho, entre las condiciones que reclaman se encuentran el que los dispensadores sean instalados y repuestos fuera del horario de atención al público –es decir, cuando los camiones de valores no pueden circular-, las cuales consideran que son muy rígidas y dificultan que puedan desempeñar de buena forma su labor.
En este sentido, ejemplifican que desde que se emitió el decreto 222, varias entidades financieras le han enviado cartas a los retailers pidiendo que les bajen el precio de arriendo –debido al alto incremento en los costos de instalación-, los cuales se negaron rotundamente. Por su parte, desde el retail dijeron que las entidades bancarias están buscando eludir su exclusiva responsabilidad frente a la materia y que las condiciones que les exigen para operar (horarios, precios de arriendo, etc.) son las mismas desde hace varios años.
Reclamo formal
Según trascendió, la única razón por la que todavía la banca no ha establecido una postura consensuada oficial frente al comercio en este tema es, justamente, la preocupación por dar cumplimiento a las medidas fijadas por las autoridades (Ministerio del Interior, Sernac, etc.)
Sin embargo, fuentes de la industria adelantaron que una vez que comience a despejarse
dicho escenario, las entidades financieras podrían presentar un reclamo formal, solicitando que se flexibilicen algunas condiciones de operación, a la vez que solicitarían más colaboración de parte del comercio para entregar una solución a esta problemática.
Chile es único país en la región que ha disminuido cajeros
Un informe de la consultora inglesa RBR (Retail Banking Research) indica que Chile es el único país, entre las principales economías de la región, que ha disminuido el número de cajeros automáticos.
Esto se explicaría, en gran parte, por el incremento en los costos asociados a la seguridad requerida tras la aprobación del decreto 222, en 2013.
La norma estipuló nuevos requerimientos que deben cumplir los cajeros hacia el 2018 entre los cuales se cuentan el anclaje obligatorio al suelo o pared, alarmas conectadas a Carabineros y cámaras HD.
Según la consultora británica "esas modificaciones son excepcionalmente costosas para los bancos, y significan que, generalmente, un cajero automático que generaba ganancias antes de esas modificaciones, tendrá pérdidas tras éstas. En ese sentido, desde un punto de vista de negocios, muchos bancos están optando por disminuir las maquinas".
En este contexto, RBR proyecta que la oferta de dispensadores de dinero en Chile caerá en cerca de 10% hacia 2019, y llama a adoptar soluciones financieras alternativas, como pagos vía celular.
