Bernardo Matte es de aquellos empresarios que prefiere mantener un perfil reservado, evitando las portadas y entrevistas con los medios de comunicación.
Sin embargo, durante esta semana hizo dos excepciones. La primera, para apoyar la crítica visión que entregó el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, respecto al creciente "clima antiempresarial" que se está generando en el país.
Y la segunda, fue para abordar una problemática que afecta a gran parte de la población: la falta de disponibilidad de cajeros automáticos por los repetidos intentos -varios exitosos- de abrir los dispensadores de efectivo con el uso de artefactos explosivos.
Este tema es especialmente sensible para el empresario, quien además de liderar el brazo financiero del grupo Matte -Bicecorp-, es vicepresidente de la fundación Paz Ciudadana, en cuyo último consejo consultivo se planteó la necesidad de repensar la forma en la que se combate la delincuencia.
A la salida del encuentro, conversó en exclusiva con Diario Financiero sobre esta situación, que ya se ha convertido en el gran dolor de cabeza del sector financiero.
-¿Cuál es su opinión sobre el reglamento 222, que trata las medidas de seguridad para los dispensadores?
-En el tema de cajeros, el gobierno anterior estableció una reglamentación que poco a poco se ha ido cumpliendo. Eso sí, no es trivial, fácil ni rápido, reemplazar todos los cajeros automáticos que hay en el país, y eso se está haciendo, con un plan entre la Asociación de Bancos, los mismos bancos y el Ministerio del Interior, para ir mejorando la seguridad. Es imposible llegar a un punto en el que no haya nunca un robo de cajero, porque eso no existe, pero sin duda que las nuevas formas de anclaje y obligaciones, van a ayudar sustancialmente a disminuir este tipo de delitos.
-¿Le parece preocupante la baja en la disponibilidad de casi mil cajeros en un año?
-Justamente, no se puede cumplir con los reglamentos del año pasado con los cajeros funcionando. Va a haber, por un período largo, un menor número, porque se están cambiando las tecnologías.
Pero es cosa de tiempo para que se normalice la situación de los cajeros automáticos.
-¿Cuáles son las principales dificultades?
-Básicamente el empotramiento, que consiste en una tarea no menor. Hay lugares donde no se puede; muchas veces los dispensadores están ubicados en supermercados, en bombas de bencinas, donde no es llegar e instalar los cajeros en 24 horas o pocos días.
-¿Considera que es cosa de tiempo para que se vayan cumpliendo las medidas?
-Creo que es un tema de tiempo y de inversión. Los bancos ya están haciendo la inversión, y el tiempo es necesario para que se vayan cumpliendo las medidas. Comprendo también al gobierno, que está apurando el tema.
-¿Cree que a medida que se avance en el cumplimiento de las medidas se podrían reponer la mayoría de los cajeros?
-Yo creo que, en general, se van a reponer la mayoría de los cajeros. Para los bancos, los dispensadores son parte fundamental de su servicio y, por lo tanto, no veo motivos para que no repongan los cajeros.
-¿Qué opina respecto a que Jorge Awad, presidente de la Abif, haya pedido disculpas por esta situación?
-Me parece muy bien. Es lo que hay que hacer. Actualmente, como en cualquier construcción, o cuando se remodela una obra, se producen problemas, y muchas veces se piden disculpas porque va a haber este tipo de situaciones. Y van a seguir habiéndolas. No es una cosa que se vaya a terminar en 24 horas, dado que hay que remodelar los cajeros.
-¿Cree que las medidas que contempla el Decreto 222 del Ministerio del Interior son suficientes o se requieren algunas adicionales?
-No soy un especialista, pero entiendo que las medidas que se aprobaron el año pasado son suficientes. Se hizo un estudio muy profundo sobre el tema y entiendo que va a cambiar, pero va a tomar un tiempo llegar a ello.
-¿De quién sería la responsabilidad de esta situación?, ¿de la banca? ¿de Carabineros...?
-Sería muy difícil achacarle la responsabilidad a una sola institución. Aquí lo que pasó es que el país, en los últimos 15 años, se bancarizó; es decir, la cantidad de personas que tuvo acceso a la banca -y que antes no lo tenía-, creció exponencialmente con los bancos y las tiendas de retail. Junto con ese crecimiento explosivo de la bancarización, se produjo un crecimiento igual de los cajeros automáticos. Y se fueron instalando como un servicio de forma rápida, para poder atender a la gente, para dar un buen servicio, que es nuestra obligación como bancos. Se colocaron, probablemente, sin las medidas de seguridad extremas que se requieren frente al nivel de delincuencia que hay actualmente en el país.
-¿Habría entonces que revisarlas cada cierto tiempo?
-Como en todas las cosas, esto hay que ir adaptándolo a las circunstancias. Los delincuentes son muy astutos. Lo que va a pasar probablemente es que si el reforzamiento de seguridad de los cajeros culmina bien y se produce una baja en ese tipo de delitos, los delincuentes se van a desplazar a otros delitos. Desgraciadamente así funciona esto y por eso es fundamental que las instituciones encargadas de combatir el delito estén constantemente mejorando y cambiando sus procedimientos, adaptándose ojalá antes que los delincuentes. Y ese es nuestro gran deseo: prevenir cuáles serán aquellos nichos que hay que mejorar para ir haciéndole la vida difícil a los delincuentes.
Resultados de la banca suben 42,92% en el año
Un alza de 42,92% registró la utilidad de la banca chilena durante los primeros nueve meses del año. Según cifras de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), las entidades ganaron US$ 3.217 millones a septiembre. A su vez, las utilidades representan un aumento de 75,56% comparado con agosto de este año.
De acuerdo al regulador, el resultado del mes se vio influenciado por el reconocimiento de la aplicación de la reforma tributaria vigente a partir de septiembre, que implicó un mayor resultado proveniente de impuestos (a raíz de los ingresos generados por el aumento de los activos netos por impuestos diferidos).
Banco de Chile, ligado al grupo Luksic, lideró el ranking de resultados, los que -antes de impuestos- sumaron US$ 833,9 millones. Le siguieron Santander Chile (US$ 748 millones), BCI (US$ 507,2 millones), Corpbanca (US$ 444 millones y en quinta posición BancoEstado (US$ 263,9 millones).
Vicepresidente de Bancoestado, Guillermo Larraín: "Decreto 222 debió conversarse más con los bancos"
BancoEstado es la entidad que posee la mayor cobertura a nivel nacional, con una red que representa el 29% de los cajeros que existen en todo el país. Por ello, el creciente número de bombazos que ha afectado a los dispensadores, los ha vuelto un actor relevante en la materia.
Sobre todo considerando que en la última semana han sido víctima de atentados en contra de algunas de sus sucursales.
En este contexto, el vicepresidente de la entidad estatal, Guillermo Larraín, se refirió al tema.
-¿Cómo ve el hecho de que los cajeros no funcionen como antes?
-La inquietud que existe es prueba de que los servicios financieros hoy ya no son un privilegio de los sectores urbanos, y tampoco un privilegio de los sectores más ricos. Son una necesidad que tiene toda la población.
Por ello, hay que preocuparse de que las regulaciones sean hechas de tal forma que permitan a los proveedores, en este caso, a los bancos, prestar esos servicios a toda la población. Creo que ha habido algunos casos donde eso, desgraciadamente, no ha sido así.
-¿A qué se debe que haya una ola de robos a cajeros y a camiones de valores?
-No lo sé, no tengo respuesta.
-¿Repondrán aquellos dispensadores que han sido retirados por estar destruidos o dañados?
-En el caso de BancoEstado, nuestro compromiso es reponer la integralidad de los cajeros que no están disponibles, ya sea porque están destruidos, como el del miércoles (de la sucursal de Nueva Providencia), y los del último fin de semana, porque han sido destruidos por actos vandálicos.
-¿Cree que la implementación de las medidas que define el Decreto 222 es muy apresurada, además de implicar un costo alto para la banca?
-Siempre dijimos que el Decreto 222, desde que fue emitido por el gobierno anterior, tendría que haber tenido plazos distintos, que haberse conversado más con la industria, porque tiene costos muy altos.
Lo otro que está ocurriendo es que, ante medidas de seguridad más fuertes, los delincuentes están aplicando bombas de impacto mayor, como lo que ocurrió hace dos días en una sucursal, donde por tratar de abrir el cajero destruyeron la sucursal, aunque sin lograr robar las gavetas.
-¿Cree que debiera modificarse el decreto?
-Necesitamos pensar un poco más cómo hacer que esto interrumpa menos el servicio continuo del servicio financiero de la población, que realmente lo necesita.
-¿Están más expuestos que el resto de los bancos?
-Estamos en ciertos sectores donde el resto de la banca no está. Evidentemente que nosotros cumplimos un rol social que los otros bancos no cumplen, lo que nos hace estar más expuestos.