La
Comisión Europea (CE) abrió un expediente sobre el grupo
energético alemán E.ON y al francés Gaz de France (GdF) por haber llegado a un
acuerdo ilegal para repartirse los mercados de gas de Francia y Alemania.
De acuerdo con este pacto, cada empresa se comprometía a no
entrar en el mercado nacional de suministro de gas de la otra, es decir, que
E.ON aceptó no prestar servicios en Francia a cambio de que GdF se abstuviera
de entrar en el mercado alemán.
Esta situación vulnera la normativa europea que prohíbe las
prácticas comerciales restrictivas. Las acusaciones del Ejecutivo comunitario
están contenidas en un pliego de cargos enviado a ambas empresas.
Este expediente es el resultado de las inspecciones por
sorpresa llevadas a cabo en 2006 en las sedes de E.ON y de Gaz de France en
Alemania y Francia.
La Comisión ha recordado que el pliego de cargos es la
primera comunicación escrita oficial de la investigación y que su finalidad es
informar a las partes para que puedan defenderse. La investigación formal fue
abierta por Bruselas en julio de 2007.
MEGAL
El acuerdo que investiga la Comisión se refiere a los
suministros a través del gasoducto MEGAL, que comparten E.ON y GdF. Esta
infraestructura transporta el gas al Sur de Alemania, entre las fronteras
germano-checa y germano-austríaca por un lado, y la franco-alemana por otro.